Primer día y primer castigo

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Narrando Anna Isabell

Nos montamos al autobus corriendo, nos sentamos en los últimos lugares. Ya que aquí no cabe ni un alma más, de tan lleno que está. Me sentía como si estuviera en un pote de salchicha.

Me pregunto quién será esa señora que llegó a casa y todos se quedaron con la boca abierta. Puede ser una espía o..una detective o mejor una hada madrina.

-¿En serio? ¿Una hada madrina? Si que tienes imaginación.- habla mi consciencia

-Oye consciencia.

-Dime.

-¿Te puedes callar de una buena vez? Dios mío, además de que si existen los lobos y vampiros pueden existir las hadas madrinas.

-Sigue soñando y adiós, me voy a descansar.

-Aveces no me entiendo ni a mí misma.

Rachel- Em Anna, ¿porqué estabas hablando sola?

-Hablando con mi consciencia.

Melissa- ¿Tú también hablas con ella? La mía es muy divertida y también muy metía.

Elizabeth- Perdón que pregunte pero...¿quién era esa señora que entró a la casa?

Melissa- No me lo van a creer.

-Dime. ¡Dime, avanza! Me muero por saber.

Melissa- ¡Es mi abuela!- grita y todos nos miran- Lo siento.

Rachel- Que bien, conociste a tu abuela pero ¿cómo se enteró que estamos aquí?

Melissa- Eso sí que no sé.- todas nos miramos- Uhhh, ¿están pensando en lo que yo estoy pensando?

-¡Juego de espias!- gritamos y todos nos miran con cara de wtf

Elizabeth- No nos hagan caso, somos únicas en nuestra clase.

-Ya nos dimos cuenta.- hablan todos ellos

-Bueno mocosos ya llegamos a su destino.- habla el conductor

-¿Acaso nos dijiste mocosos?

-Si, ¿algún problema?

Melissa- Pues claro que no. ¡Ahora!

Todas le caímos encima al conductor. En pocas palabras casi matamos al conductor. Pero alguien entró al autobus y nos detuvo. Ay tan divertido que estaba.

-Primer día y ya están en problemas, ¿quién empezó todo?- pregunta un señor con bigote

-Ellas fueron director.- nos señalaron a nosotras

Rachel- Ese niño le está mintiendo. Nosotras somos unas santas de nacimiento, nunca me atrevería a pegarle a alguien.- ponemos cara de angelitos

-Ajá. Señoritas, ahora a la oficina.

-¡¿Qué!? Ay mierda.

-Niña malcriada, ahora mismo a mi oficina.

Bajamos del autobus y nos dirigimos a la oficina esa. Que mal, siempre funciona esa cara de ángel. ¿Porqué con él no funcionó?

Llegamos, nos sentamos al frente de él.

-No lo puedo creer señoritas, se supone que ustedes sean educadas, no agresivas.- dice, alzo una ceja

La Leyenda de los Lobos (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora