Navidad

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Narrando Elsa

-Jack. ¡Jack! ¡Jack, por amor a Dios, despierta!- grité con todas mis fuerzas

Jack- ¡¿Ah?! ¿Qué?- se sienta de golpe en la cama- Buenos días. Que bien me tratas por las mañanas, ni siquiera un besito.- lo beso

-¿Feliz?

Jack- Sip y ¿por qué tanto escándalo?

-A ver, parece que se te olvidó ¡Hoy es navidad!

Jack- Ay no. Parece que hay que levantar a Elizabeth.

-Si, vamos. Espera ¿y el Husky?

Jack- Mmm tranquila. Está cerca del árbol pero por favor, avanza.

Nos dirigimos al cuarto de nuestra hija pero la cama está vacía. Escuchamos un ruido en la cocina y un ladrido. Mierda, se levantó primero.

Jack- Parece que alguien se levantó temprano hoy.

Fuimos a la cocina y si, Elizabeth está ahí con el perro.

Elizabeth- ¡Vamos Olaf! Oh oh. ¡Hola queridos padres!

-Buenos días, Elizabeth. ¿Quién es Olaf?

Elizabeth- ¡Duh! Mi nuevo perrito, es tan tierno.

Jack- Que bueno que te guste. ¡Ven, vamos al árbol!

Elizabeth- Hablando del árbol...em hubo un mini problemita.

Jelsa- ¿Que pasó?

Elizabeth- El bruto de Santa amarró a Olaf en el árbol y pues el árbol está en el piso y ni se diga la sala...- miro con mucha furia a Jack, es que él es único en su clase

El maldito sólo se ríe.

Jack- Sí que bruto es. Mejor vamos con los demás, tenemos una fiesta en el taller.

Elizabeth- ¿A si? Pues tienen que esperar porque en bata de dormir yo no voy a ningún lado.- Jack y yo nos miramos

-Al igual que nosotros.- decimos al unísono

Elizabeth se fue a su habitación con el perro en manos, perdón, con Olaf en manos. Jack y yo nos fuimos a nuestra habitación.

-Es que eres único en este mundo, Jack. ¿A quien más se le va ocurrir la excelente idea de amarrar a un cachorro en un árbol? Si fuera de verdad pues está bien pero artificial Jack. ¿En serio?

Jack- ¿Como te digo? Eran las una de la mañana, yo estaba con los ojos en los pies y a esa hora yo no pienso. Estaba como pendejo a esa hora.

-Que conste que tú lo dijiste, yo no. ¡Tú!

Jack- Agh mejor voy a buscar mi ropa.

Voy a mi armario y encuentro dos blusas muy bonitas. Una roja y la otra blanca de mangas largas. Uf las dos son muy bonitas, a ya sé.

-Jack amor, ¿cuál te gusta más?

Jack- Ehh la roja. ¡No! No no la blanca. ¡Naaa! La roja. ¡Mejor la blanca!

-Coño, decídete.

Jack- Joder, la blanca.

-Ok y gracias.

Me voy a cambiar. Al terminar voy directo al cuarto de Elizabeth para ayudarla con la ropa pero cuando me doy cuenta ya está lista. Está sentada en el sillón, todavía cargando a Olaf, ese perro no durará mucho.

Lleva un vestido azul muy bonito con sandalias plateadas y un lazo plata en su cabeza.

No puede ser, también el perro lleva el mismo lazo que Elizabeth en una de sus orejas. Pero si es nene, pobre perro.

La Leyenda de los Lobos (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora