Las Cosas Locas Del Amor (Seddie) EN EDICIÓN

Capítulo 6

 Sam

El destino juega de maneras misteriosas y siempre te pondrá en el lugar donde debes estar, eso pensé cuando a pocos minutos de subir al avión recibí una llamada del señor Burgos.

"Señor, estamos a punto de abordar."

"Sam, lo siento. No tomen el vuelo."

"¿Por qué? ¿Hay algún problema?"

"No algo grave. El próximo mes iba a reunirme con unos socios potenciales, pero ellos tuvieron un problema y su agenda cambio, si no puedo reunirme con ellos en estos meses no lo podre hacer por lo menos hasta finales del año siguiente y no puedo perder este convenio. Para el aeropuerto va mi asisten a recibir los nuevos boletos a Seattle, ahí será la boda.

"¿En Seattle?"

"Sí. ¿Tienes problemas con eso? Creí que sería una mejor noticia para ti"

"No hay problema señor, es solo que yo soy de ahí y hace tiempo que no voy."

"Entonces te veo en Seattle.

Durante el vuelo rogaba a Dios que no me encontrara con alguien que pudiera reconocerme. Por lo menos vería a Carly.

Dos horas después...

Por fin en Seattle. Lo extrañaba un poco.

"Es muy bonito", dijo Marco.

"Sí."

"¿Aquí naciste, mami?"

"Sí, Diana."

"¿Podré ver a la abuela?"

"No creo, nena. Ella no vive aquí."

De pronto, Diana comenzó a llorar.

"¿Qué pasa?"

"Aquí vive la bruja."

"No, ella tampoco."

Estaba a punto de tranquilizarla cuando recibí una llamada desconocida.

"¿Hola?"

"Hola, Samantha. Mi padre me dio tu número para comunicarme contigo y ponernos de acuerdo, soy la novia", dijo con entusiasmo.

"Felicidades por su compromiso."

"Gracias, es como si todo fuera un sueño. Lamento que mi padre haya cambiado el lugar a última hora."

"Descuide."

"¿Ya llegaste a Seattle?"

"Sí."

"Genial, estoy afuera. Los espero."

Tomé la mano de mi hija y ella a Marco. Salimos y vimos a una señorita con un cartel de "Samantha" en los brazos. Fuimos hacia ella.

"Hola a todos", dijo ella. Cuando vio a mi hija dejo de sonreír y la observo fijamente "Qué bonita niña", añadió, quedando impactada.

"¿Pasa algo?"

"No, nada. Vamos a mi casa. Nos quedaremos todos en ella. Es poco tiempo y es bueno que convivamos más, nos ayudara a planear mejor la boda."

La Sam de hace 9 años la hubiera golpeado por tanta dulzura. Sonreí y nos subimos al auto.