Capítulo 26: Vuelta a casa

509 42 17
                                    



Harry

Estar en casa le hacía bien. Su madre le acompañó hasta su habitación. Le acercó el teléfono y el portátil y ese día no le habló de lo que había pasado.

Cada poco revisaba el chat para ver si Niall se había conectado, pero debía estar trabajando. Cerró el ordenador. Su madre entró, le dio la medicación y luego le abrazó.

-Vas a matarme de un susto.

-Mamá...

-Mañana hablamos.

Efectivamente por la mañana Anne le despertó y Harry adivinó que era el momento de la charla porque llevaba croissants rellenos de chocolate. Se sentó con cuidado.

-Quiero que me cuentes todo lo que ha pasado desde que te fuiste en Navidad.

Harry abrió la boca y todo brotó. Las peleas con Niall por Louis, su miedo, todo.

-Estoy de acuerdo con Niall. No me gusta ese Louis.

-No sé, era simpático pero la verdad es que siempre que me ha pasado algo malo él estaba ahí y hace a Niall sentirse mal.

-Y ahora tienes que vivir con él.

-Sí.

-Harry, no sólo no le aceptes pastillas que no conoces que es que eso a quien se le ocurre, no eres un niño.

-Era un medicamento. ¿Para qué querría él que yo me sintiera mal?

-Para que te drogaras, perdieras la voluntad y poder tener sexo contigo.

Harry abrió mucho los ojos. Fue como un bofetón.

-Mamá...

-Es hora de que comprendas que no todo el mundo es bueno. Y él ya intentó besarte contra tu voluntad.

-Me estoy mareando.

-Tranquilo. No quiero que bebas ni tomes nada que él te de. No te emborraches con él o si él va a estar allí y Niall no. Cierra con llave tu habitación y pon clave a tu teléfono.

-Mamá, me estás asustando.

-Eso espero. Que te asustes y espabiles.

Harry se hundió más en la cama y su madre se dirigió a la puerta.

Los siguientes días no conversaron más acerca de eso. Anne y Gemma le trataban con tanto cariño que creía que iba a reventar de puro almíbar. Salía a pasear, despacio porque le dolía el trasero y se relajó.

El sábado pudo hacer webcam con Niall. Tocaba la pantalla como si le pudiera tocar a él.

-¿Dónde estás? -preguntó Harry. -no estás en casa.

-Estoy en un cibercafé -Niall le sonrió -ahora mismo me tengo que ir a una fiesta con los chicos.

-¿Una fiesta?

-Te has enfurruñado.

-Un poco.

-Hablamos mañana. Por la tarde. Ya sabes que si bebo prefiero dormir porque me duele mucho la cabeza.

-Vas a beber.

-No mucho, pero siempre nos dan alguna copa, lo sabes.

-Pero ya estás dando por hecho que tendrás resaca.

-Harry, tranquilo. Hablamos mañana.

Harry cerró el ordenador. Mejor iba a acostarse y no pensaba en Niall en una fiesta. Sólo.

Conociendo La famaOnde histórias criam vida. Descubra agora