❝Intento De Chico Malo❞「EunHae」

2. ¿Es su hermano?

Apenas abrí los ojos un fuerte dolor de cabeza hizo que los volviera a cerrar. Puso un brazo sobre mi frente a modo de protección a la luz del sol que entraba con intensidad por la gran ventana que estaba detrás de la cabecera de mi cama.
Una vez que noté que el dolor había cesado un poco más levanté con sumo cuidado de no caer y me dirigí al baño. Me miré al espejo...¡Dios! Estaba del asco y lo peor de todo es que ni siquiera me había cambiado de ropa.

-Ni siquiera soportas el licor y tomaste como bestia...-susurré para mí mismo y empecé a desvestirme. Sentí mi rostro calentarse al ver como estaba mi ropa interior. Enseguida los recuerdos de la noche anterior inundaron mi mente. Me había frotado contra el novio de Sora como una perra en celo. Bufé y me terminé de desvestir. Me metí a la ducha y abrí el grifo dejando que el agua templada me relajara y me despejara la cabeza de algún sentimiento de culpa.

Cuando me terminé de bañar, salí completamente desnudo a mi cuarto y lo que encontré hizo que me sonrojara y me escondiera en el cuarto donde estaba mi ropa.

-¿N-no pudiste golpear antes de entrar? -le grite a mi mamá desde mi posición.

-Lo hice, pero no me contestaste -me gritó de vuelta-. Además no sé por qué te avergüenzas si soy tu madre y te visto muchas veces desnudo. Más de las que te ha visto Jessica.

-Eso no lo justifica...-cuando caí en la cuenta de sus palabras volví a sonrojarme-. Espera, ¿q-qué te asegura que Jessica me haya visto desnudo?

-Soy tu madre, ¿recuerdas? Y a mí no me vengas que lo único que hacías cuando ibas a su casa era para hablar y ver películas -ante las palabras de ella, otro tipo de vergüenza me invadió. Jessica es mi ex-novia y es cierto, con ella perdí mi virginidad. Teníamos una buena relación pero eso acabó cuando llegaron mis sentimientos Sora y ella se enteró de que me gustaba esa bella joven de cabello azabache. En fin...-¿Podrías salir de ahí? Me resulta un tanto molesto hablar así contigo.

-Eh, sí...espera un momento -abrí la puerta de uno de los tantos armarios que tenía en ese cuarto y saqué una camiseta negra con el sello de Nirvana. Abrí los cajones del mismo armario y saqué ropa interior. No me pregunten el color. Como toque final me puse unos vaqueros rasgados en las rodillas. Me giré y agarre los converse de caña alta. Salí de aquella habitación y me senté en la cama junto a mi madre para ponerme los zapatos.

-Hasta que saliste...-suspiró-. Buenos días -me dio un beso en la mejilla.

-Buenos días, mamá -le devolví el gesto con una sonrisa.

-Llegaste tarde anoche. Te la pasaste bien...-no era una pregunta. ¿Cómo habré llegado?

-Sí...-le dije con un asentimiento de cabeza.

-Cuando llegaste apenas te podías mantener en pie -murmuró con un tono preocupado. Ay, no.

-Mamá, está bien. Ni siquiera bebí tanto-, mentí- tal vez es porque no estoy acostumbrado. Con unas cuantas salidas más quizás...-dejé esa parte sin terminar para que ella comprenda.

-Tienes razón, estoy siendo una paranoica -negó con su cabeza y se levantó. ¿Eso era todo? ¿No había regaños ni palabras de reflexión? Me lo preguntaré otra vez ¿qué le había dicho Siwon?- Te esperamos abajo para el desayuno.

-De acuerdo...-sin más que decir finalmente se levantó y se fue.

Me peiné, levantando un poco mi cabello en la parte de enfrente y salí de mi habitación. Bajé las escaleras de caracol y me dirigí al comedor. Fruncí el ceño ligeramente, ¿dónde estaba Siwon? Me senté al lado de mi mamá.

-Buenos días, papá -lo saludé y el enseguida levantó la cabeza del periódico.

-Oh, buenos días, hijo -me dedicó una sonrisa que no dude en corresponder.