Cap 11

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Pov Mika

Al despertar logre divisar a Yuu-chan observarme, sonreí ante tan bella acción.

- N-no es lo que crees, no te estaba observando, solamente pensaba en... Cosas. - dijo nervioso.

Me acerqué y lo abracé, su débil cuerpo desnudo me hacía sentir muy cálido, mi cabeza en su cuello, olfateando su dulce aroma. Parece gustarle esto tanto como a mi. Por lo que siento su cuerpo relajarse, no me equivoqué, Yuu-chan es aquella persona con la que estaría en esas estúpidas reuniones que tanto odio.

Amo todo de él, su cabello azabache, ojos esmeraldas, finos labios, delicada piel, y hermoso cuerpo.

- Mika, yo.. C-creo que.. - anda Yuu-chan, te doy tiempo, tómate todo el que puedas para decirlo- b-bueno tal vez no sea pero... Tal vez.. Yo te amo Mika. - al fin, me siento satisfecho, Yuu-chan lo dijo, ahora se oculta entre las sábanas, mis manos buscan su rostro; logre verlo.. Tal lindo, con aquel sonrojo que me encanta.

- Aww, Yuu-chan me ama tanto como yo a él, te quiero tanto Yuu-chan. - acaricio sus cabellos rebeldes y suaves. Él cierra sus ojos correspondiendo a mi afecto.

Tan perfecto.

- Mika , iré a pasear un rato. Vuelvo en unas horas. - Yuu avisó y salió de la habitación al baño,seguramente quería bañarse.

Debo estar en guardia, ese tal Crowley no tardará en llegar, Yuu-chan y los demás deben estar lejos.

Es buen tiempo de ir a mi antigua habitación.

Mas tarde

Mi habitación no estaba muy desordenada, leí algunos libros y ahora leía los de la biblioteca.

- Amor. ¿Donde estabas?, te estuve buscando. - lo que parecía ser Yuu-chan se dejo caer en mi hombro.

- ¿Eres tú Yuu-chan?.

- Sip. Te amo Mika, hazme el amor aquí y ahora. - Este definitivamente no era mi Yuu-chan.

Esta mañana Yuu-chan me privó de hacerlo ya que ayer había sido muy bruto con él.

Me voltee rápidamente y vi a Yuu-chan con una mirada confusa. Sus ojos eran rojos en lugar de esmeraldas.

- ¿Eres Yuu?

- Soy Yuu-chan, Mika. ¿que de malo tiene que quiera amarte?.

- Tú no eres así.

Sin algo que decir Yuu sonrió y se abalanzó a mi llenándome de besos. seguía sintiendo aquella corriente mágica cuando tocaba sus labios.

- M-Mika, juguemos un rato, no lo haremos ya que me dolerá, será para otro día. Hagamos algo. -él se separo de mi y tomo mi mano llevándome a su habitación.

- ¿Que harás?. -pregunte con desconfianza.

- nada malo Mika. - sin mas que decir me llevó hasta la pared y comenzó a besar mis labios.

Tome sus piernas acariciándolas y haciéndo que las enrede en mis caderas. Aún sin romper nuestro beso.

Lo acosté suavemente en la cama, él cambio de posición rápido, se sentó en mis caderas y comenzaba a moverse con brinquitos.

Mi miembro ya erecto rozaba su entrada y escuchaba sus gemidos .

Lástima que Yuu-chan no me deje tocarlo como esta versión de él si me deja.

Mis manos recorrían sus piernas y llegue a sus muslos para apretarlos con ambas manos, haciendo que otro gemido se escape de su boca.

Era excitante la idea de que esos carmesí fuesen esmeraldas, me encantaba el color de Yuu. Sería magnífico.

- Tranquilo M-mika, tu amado Yuu-chan vendrá en un rato. Recuerda, yo soy parte de Yuu, cuando me necesites pellizca el cuello de tu azabache. Cambia de posición ya, Yuu te matará si se da cuenta que hiciste cosas pervertidas con su cuerpo. - susurró.

Le di un beso en la frente y salí tan rápido como pude.

Debía deshacerme de esta erección, tendré que volver a los viejos tiempos, cuando tenía quince y Yuu doce.

- Oe, Mika. Sé que estás allí, no me espíes, es molesto.

- Perdón Yuu-chan, -dije entrando a la habitación y encontrando a Yuu sentado al filo de esta. - ¿Te sientes mejor? ¿ya no duele?. - pregunté mirándole cálidamente.

Yuu se sonrojó.

- E-estoy.. Ya estoy mejor, gracias. - dijo con la mirada baja.

Me acerqué a él y lo abracé, el correspondió y ocultó su rostro en mi cuello.

- Nadie se había preocupado así por mi Mika, nadie mas que mi madre. Pero alguien con el que no guardo relación sanguínea no. Te lo agradezco mucho Mika. - confesó el azabache abrazandome más fuerte.

Quería abrazarlo igual, pero mi pantalón me apretaba haciéndome sentir un leve dolor.

- Yuu-chan, hay algo que debo hacer... Te veo en un rato- dije y deje un beso en su frente acariciando sus cabellos. - te quiero Yuu-chan.

Pude escuchar un susurro suyo:

» yo más Mika, te quiero bastante. «

Al llegar a mi habitación me dejé caer en la puerta, recordé la expresión de Yuu-chan cuando lo hacíamos, su cabello despeinado, rostro acompañado de un sonrojo y orbes esmeraldas entrecerrados.

- Mika, abreme por favor. Sea cual sea tu problema te ayudare. - y tumbó la puerta encontrándose conmigo y mi notable erección.

- Y-Yuu-chan ¿que estas haciendo?. - Yuu se acercó a mi mientras cerró la puerta.

- El estúpido demonio otra vez, uff. Te ayudare con esto, tú siempre haces este trabajo, déjame hacerlo por ti.

Se acercó a mi rostro y cerró los ojos lentamente, entendía su propósito. Junté nuestros labios, ambos se abrían y cerraban suavemente, mordí el labio inferior de Yuu haciendo que un suspiro salga de sus labios, rápidamente introduje mi lengua explorando la cavidad bucal de Yuu, nuestras lenguas se encontraron y las movíamos salvaje y desesperadamente.

Leves gemidos se escapaban de los labios de Yuu. Luego se separó de mi.

Tocaba mi miembro rápidamente con su mano subiendola y bajandola, luego la reemplazo con su boca, lo comenzó a lamer desde la punta hasta la base.

Solamente tiraba suavemente de sus cabellos en busca de más, No resistí mucho y me corrí dentro de su boca.

- Es dulce Mika. - Dijo sonriendo levemente sonrojado. Limpié con mi pulgar lo que quedaba en sus labios, él noto esto y lamió mi dedo.

- Gracias Yuu-chan, perdón por no avisarte.

- A mano.

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Wahh me tarde bastante. En un rato voy a subir un especial.

Mei-chan †

Hyakuya's mansion ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora