Capítulo. 42.

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Giselle

Andrés me indica que entre, mis ojos estudian la estructura del edificio, por lo que veo no parece estable, una gran escalera en forma de caracol se extiende por dentro del edificio. Nos detenemos en uno de los pisos repletos de puertas, mis ojos observan atento lo descolocado del lugar, él se detiene en una de las tantas puertas, al abrirla quedo sorprendida por el cambio drástico de la habitación, es como si fuese otra dimensión.

__ Adelanta –su voz corta mis pensamientos.

Así que entro rápido, mi cabeza gira de un lado a otra asimilando el cambio repentino de ambiente, hermosas paredes de un tono lila, sillones blancos una linda ventana con un balcón, la cocina esta ubicada al lado izquierdo del apartamento.

__ Es hermoso –susurro.

Andrés sonríe feliz por mi observación.

__ Eso me alegra, ya que este será tu nuevo hogar. Por allá esta la alcoba y de este lado el baño. –él se acerca y hace que lo mire –cualquier cosa puedes llamarme, toma este es tu celular, mi número está registrado.

__ Gracias.

__ Bueno me iré, en refrigerador hay... bueno al para que comas. Descansa.

Sin demora entro al baño y decido darme una larga ducha. Mi cuerpo se siente pesado y algo cansado. Al entrar me fijo que es pequeño y que sólo tiene la ducha y el lavabo. Me despojo de mi ropa y entro en la regadera dejando que el agua cubra mi cuerpo. Mis ojos se quedan fijos en los azulejos e la pared. Cuanto deseo recordar algo de mi antigua vida, si fui alguna vez humana o no.

¿Tengo familia? ¿Alguien que me ame? O sólo estoy sola. De repente un dolor que no había sentido se expande en mi pecho ¿Estoy triste? Cierro los ojos necesito calmar mis sentidos. De la nada una punzada taladra mi cabeza dejando que cayera al piso, poco a poco mis visión se vuelve nula....

¿Dónde estoy? Miro a los lados y todo esta oscuro de repente unos delgados brazos rodean mi cuerpo, de pronto una risilla se escucha detrás de mí.

__ Lo siento, pero es la hora de que nos volvamos una y muestres tu verdadera forma. Seremos una nueva Giselle una que debe dejarse llevar por los instintos, así que déjame unirme a ti.

Un terror enorme invade mi pecho y trato de zafarme de ella, pero me es imposible. Sus brazos siguen pegados a mi cuerpo.

__ De-déjame ir... no quiero hacer tal cosa.

Pero ella gira mi cuerpo haciendo que mi cara quede frente a la suya, para luego verla posar sus labios sobre los míos.

__ Ya no te sentirás perdida.

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Una voz... ¿Quién desea despertarme de mis sueños? Abro los ojos para encontrarme con una figura oscura, así que parpadeo un par de veces identificando a Andrés. Una sonrisa de medio lado se forma en mis labios, haciendo que mis ojos se entrecierren. Sin aviso mis manos rodean su cuello atrayéndolo a mí, nuestros labios quedan a escasos centímetros.

__ ¿Me deseas? –le digo con una voz seductora.

Él se sobresalta y se separa de mí.

__ ¿Giselle te sientes bien? –dice algo incómodo.

Doy un paso adelante llevando mi dedo índice a los labios. Veo que mi cuerpo está cubierto por una toalla que deshago dejándola caer al piso dejando al descubierto mi desnudez. Andrés abre los ojos lo más que puede y sin demora los aparta mirando a un lado.

Sangrienta Tentación.Where stories live. Discover now