Parte 10

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  Las lágrimas inundan mi rostro, esto es algo con lo cual no puedo lidiar por mucho. El peso de éste maldito sentimiento es muy pesado cómo mí sola. No sé cuánto más dure ésta farsa de tan sólo la primita del sexo, pues no sé si dure mucho.

Limpio mi rostro con rapidez ya que Suga puede entrar en cualquier momento y todo sería peor. Él entrar y aparto las manos de mi cara rápidamente, cierra la puerta y se acerca hacia mí. Su rostro es de notable arrepentimiento, y entonces recuerdo que tengo la cara golpeada y comienza a dolerme instantáneamente. Maldición.

Él coloca el botiquín al lado del escritorio donde estoy sentada, lo abre y saca un algodón, saca alcohol y lo abre, la nariz me arde ante la perspectiva de eso. Remoja el algodón en alcohol y se vuelve hacia mí.

-Te va a arder un poco... -Dice para cuando ya tenía el algodón en mi nariz.
-¡pendejo! –Grito en sorpresa, él ríe divertido y yo lo golpeo en el hombro.
-Ya, lo siento... -su graciosa voz era contagiosa y entonces estoy riendo con él, cuando debería estar enojada.
-Si te haces dramas, quédate quieta y déjame limpiarte esa herida...
-¡Si no te hubiese puesto agresivo nada de esto estaría pasando! –Lo interrumpo y de repente su rostro es serio de nuevo.

¿Por qué mierdas dije eso? La tensión se siente palpable en el ambiente. Yo dejo las risas y todo es tenso ahora. Acerca de nuevo el algodón a mi nariz si quitar su rostro de serio. Creo que la cagué, o me hago ideas. Limpia lento y con cuidado por donde se encuentra la sangre, no es mucho la verdad. Termina y remoja otro algodón en alcohol, se vuelve hacia mí nuevamente y de otra vez limpia con cuidado, termina y lo arroja atrás de su hombro. El ambiente sigue igual de tenso, siento mi corazón en la garganta y no siento mi pulso. Nos estamos mirando cara a cara, su intimidante mirada devora la mía sin protestad, no sé cómo lo hace, no sé cómo causa ese efecto en mí, de hecho no sé cómo causa ese efecto en todas las putas chicas de éste colegio. Suga mira a mi pecho, él sabe que debajo de ésta camiseta no hay nada puesto, él sabe que debajo de éste maldito uniforme, simplemente no hay nada. Se acerca nuevamente hacia mí, lento, casual, tranquilo, no sé cómo hace para verse enojado y relajado al mismo tiempo. Pone ambas manos en mis hombros y los acaricia lentamente.

Que esto no sea lo que estoy pensando, que esto no sea lo que esto pensando...

-Recuéstate sobre el escritorio. –Demanda con voz pastosa.

¡Maldita sea si es lo que estoy pensando! ¡Él va a torturarme sexualmente!

-Suga no...
-Recuéstate. –Me interrumpe.

Obedezco y recuesto todo mi torso en el escritorio dejando mis piernas abiertas entre él, comienza a acariciarlas lentamente de arriba hacia abajo con sus calientes manos. Mi sexo ya comienza a humedecerse ante lo que sea que ésta vez tenga planeado para mi ser.

-¿Sabes ________?, estoy molesto... -Sus manos no dejan de acariciarme a lo largo de mis piernas. Trago saliva.
-¿Por? –Mi voz es muy pequeña en comparación a mi tamaño.
-Tú debes saberlo... y... sabes lo que te hago cuando estoy molesto, ¿cierto?

Mi respiración es pesada, mi cuerpo se anticipa ante lo que sea que venga. Odio que me tortura, pues casi nunca me deja en final feliz, y no sé si ésta vez pueda convencerlo de que me haga feliz.

-Cierto. –Respondo sumisa.
-Bien... -Dejo de sentir sus manos, pues lo único que alcanzo a mirar es el techo.

Entonces soy justo ahora solo sensaciones y audio.

-Hace unos días había comprado algo para usarlo contigo, de una forma que te de placer hasta la mierda... pero cómo estoy molesto... lo usaré para el sentido opuesto.

¿De qué está hablando? Dios... Escucho una especie de "click" y seguidamente escucho una especie de vibraciones... ¡O santa mierda! Suga introduce en mi sexo ya resbalante, algo del largo de un dedo y del grosor de dos... gimo despacio en respuesta pero entonces palmea mi pierna.

-No quiero escuchar absolutamente ningún tipo de sonido proveniente de ti, ¿entendido?
-S...

Antes de que pueda terminar la frase, él vuelve a palmear mi pierna.

-¡¿Entendido?!

Cierro la boca, si respondo, esto no resultará bien para mí luego. Complementa por introducir ese aparato dentro de mí, y las vibraciones son jodedoramente deliciosas, esto no es tan malo. Muerdo ambos labios introduciéndolos en mi boca mientras miro el techo...puedo resistir esto. Relajo mi cuerpo y me dejo llevar por los movimientos y vibraciones que hace Suga con su juguetito dentro de mí. La sensación es sin igual, es gloriosa, es relajante. Escucho la risa traviesa de Suga, ¿qué es tan gracioso?

Entonces entiendo, las sensaciones incrementan, las vibraciones son más fuertes y de repente siento cómo aquel juguete que está dentro de mi intimidad comienza a hacer rotaciones, gimo en un susurro y en un golpe Suga me estremece.

-¡No!

Su voz es tan sexy cuando me tortura... Las vibraciones incrementan a su vez que Suga lo saca e introduce de mí pero a la misma vez esa porquería está rotándose... y ya entiendo que esto no es algo soportable... Comienzo a jadear con lentitud mientras ese aparato del infierno me hace llegar al borde. Comienzo a gemir fuertemente, me vale huevos que Suga me golpee, efectivamente eso hace.

-¡Diablos, no! –Grita en una palmada a mi pierna pero lo que causa es que mis gemidos sean más fuertes.

Gotas de sudor inundan resbalan en mi frente, la desesperación por llegar al cielo es eminente, las vibraciones, las rotaciones, el movimiento de adentro hacia fuera... esto es mucho para mí. Estoy por llegar justo antes cuando las vibraciones se descienden y las rotaciones se apagan.

¡MALDITA MIERDA SEA CONTIGO MIN YOON GI !

-Te dije que no quería escuchar nada que venga de ti... ahora te jodiste...  

pecados con mi primo(adaptación)suga y tuWhere stories live. Discover now