Mi Princesa... Todo Fue Una Apuesta

Capitulo 19

Me desperté con un gran dolor en el cuerpo.
Abrí los ojos y lo encontré acostado a mi lado, se veía tan hermoso, relajado.
Lo abracé y me volví a dormir.

Narra Ian

No quería abrir los ojos.
Si esto no había pasado, no quería saberlo.
Sentí como unos pequeños brazos se acomodaban sobre mí, dándome a entender que no había sido un sueño.
Abrí mis ojos lentamente y la encontré a mi lado, con esos pequeños labios que me enloquecían tanto.
Agus... Acaricié su mejilla.
Se había entregado a mi. Era mía, ahora era solo mía.
Una pequeña sonrisa se posó en mis labios. Me levanté y fuí al baño, con cuidado de no despertarla.

Narra Lucas

Abrí mis ojos y la ví. Ella se veía hermosa.
No habíamos hecho nada, no sería como las otras.
Nuestra primera vez tendría que ser especial.
Me levanté despacio y agarré mi mochila.
Estaba por salir cuando siento que alguien me abraza por detrás.

-quédate- susurró en mi oído.

Haciendo que todo mi cuerpo reaccionara. Mierda... es perfecta.
Me dí la vuelta y me quedé mirándola fijamente.

-qué...qué pas...-y la besé ferozmente. Puso sus manos en mi nuca y yo en su culo.

-¿Por qué eres tan sexy?-pregunté coqueto.

-porque hay alguien en la habitación que me exita-susurró serca de mis labios.

Dios, esto es difícil.

-¿ah si?-pregunté coqueto.

-si-dijo sobre mis labios.

-¿y qué pasaría si ese chico te saca esa ridícula pijama de un tirón?-susurré

-no lo se, ¿por qué no lo intenta?

Ya está, hasta aquí llegó mi cordura y ese ridiculo comentario sobre una primera vez perfecta. Lo sería siempre y cuando estuviéramos los dos juntos.

Narra Agus

Ya habían pasado dos semanas desde mi primera vez... Todo cambió desde ese día. Cuando desperté él ya no estaba.
Se está comportando distante... muy distante. Ya no hablamos todos los días como antes y casi ni viene a verme.

-Ian- lo llamé.

Se dió la vuelta y se acercó trotando hacia mi.

-¿si?

-¿hoy quieres que nos veamos?-pregunté acercándome.

No se movió.

-no puedo, tengo cosas que hacer, ya sabes- dijo y se dió la vuelta para irse.

Corrí hasta él y lo tomé del brazo haciéndolo girar.

-no, no lo sé- escupí ya enojada.

-¿qué te pasa? ¿Por qué tengo que darte explicaciones?

-Ian, ¿qué pasa?-pregunté asustada.

-pasa que... nada, déjalo. Y se fue otra vez.

Caminé por los pasillos hasta que por fín localicé a mi amiga.

-soph-girté.

Me miró y sonrió.

-nena, ¿qué tal estás?

-¿bien y tu?

-bien, bien-dijo mirando por detrás de mi hombro.

-¿a quién miras?-pregunté burlona.

Mi amiga enrojeció-a nadie... a nadie.

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Me senté en mi cama y tomé mi celular.

-Hey-dijo Ian entrando por mi ventana.

-Amor.- susurré contenta.

-No- dijo-nosotros terminamos.

-¿qué? Pero...nosotros...

-solo era una apuesta-dijo sin expreción alguna en su rostro.

-¿una apuesta? ¿Todo esto fue solo una apuesta?

En mi cabeza no entraba que todo esto haya sido falso, que todo esto haya sido por un simple y pu*a apuesta. ¿Nada había sido verdadero? ¿Ni cuando nos entregamos el uno al otro? Esto no puede estar pasando.

-Si.

-Ian, yo te amaba... solo fuí una apuesta para ti- y ya estaba llorando otra vez- Eres un maldito hijo de...

Se acercó a mi rápidamente y me besó con desesperación.