Capitulo 35

79.2K 4K 302
                                    

Caminé hacia el inrerior de la casa y subí a una de las habitaciones, me tiré en la cama y comencé a llorar.

¿Por qué creí que esto funcionaría? Ya me olvidó.
Sequé mis lágrimas y bajé.
Estaba por ir con Sophia cuando alguien me tomó de la cintura.
Felipe.

-te estaba buscando-susurró coqueto.

-¿para qué?-pregunté.

-para esto- y me besó.

Le seguí el beso, él puso una de sus manos en mi nuca y la otra la dejó en mi cintura.
Si no estubiera tan rota lo habría separado... pero no tenía ganas de nada, solo de olvidar por un rato este dolor que me estaba destrozando por dentro.
Puse mis manos en su cabello y lo espeiné un poco.
Se separó con la respiración agitada y sonrió.

-Pero mirá que bien que besa la nenita.

-Es un don-dije riendo.

-Si, es más, quiero otro.

Y me volvió a besar.
Cuando nos separamos miré a mi alrededor y todos nos estaban viendo.
Lucas con odio, Sophi con una sonrisa coqueta, Fer enojado, Dan serio y Ian...¿ triste? No lo se, su rostro se veía triste pero sus manos estaban en puños.
Se acercó a nosotros a toda velocidad y me tomó de la muñeca.
Entró a la casa y se sentó en un mueble.

-siéntate-dijo cortante.

Me senté y lo miré extrañada.

-¿qué fue eso?-preguntó enojado.

-¿lo qué?

-ese beso, ¿qué fue?

-no lo se... me gustó.

-¿te gustó? ¿Qué? ¿Él te gusta? ¿Lo amas? ¿Tan rápido te olvidas de mi?-preguntó eso último en un susurro.

Lo miré sorprendida.

-eso te quiero preguntar a ti, ¿ya te olvidaste de mi?

Me miró con esos ojos que tanto amo.
Se acercó a mi, tomó mis manos y me volvió a mirar.

-no te recuerdo... pero desde el primer día en que te vi no puedo dejar de intentar recordarte. Cuando te vi sentí que el mundo se había parado, mi corazón se aceleró y sentí una presión en el pecho que no sabía como detener. Tenía ganas de besarte, abrazarte y no sabía por qué. Cuando te toqué sentí una extraña corriente y cuando te vi llorando hoy... sentí como que algo en mi se rompía, así que, hablando bien, no, no te olvidé.

-¿querías besarme?-pregunté atónita.

-si... aún quiero hacerlo-susurró mirando mis labios.

-¿qué te lo impide?-susurré algo nerviosa.

Me miró a los ojos y luego otra vez a mis labios.
Se relamió los labios y yo los entre abrí sin darme cuenta.
Puso una de sus manos en mi mejilla y se acercó lentamente a mi, nuestras respiraciones eran agitadas.
Nustros labios se rozaban y justo cuando los ibamos a unir una voz nos separó.

-¿qué es esto?-preguntó Sahara enojada.

-lo siento-susurró.

-¡no lo sientas!-gritó- ¡yo te ayudé en todo! Eras como un inválido y yo te ayudé.

¿Cómo dijo?

-no te lo decía a ti, perdón Agus.

Le sonreí.

-y si tanto te molesta este invalido, ¿por qué no lo dejas? Hay personas que no lo van a dejar núnca, que aunque él no recuerde... sabe que la ama y que ella lo ama a él...

Susurró mientras me miraba

-quiero que hablemos solos, ahora-gitó.

Me dio un beso en la mijilla y los dos se fueron por un pasillo y ya no los vi más.

Mi Princesa... Todo Fue Una ApuestaTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang