Capítulo 43

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Cielo

- Vamos ángel deja la cara larga.

Estamos en un parque un poco lejos de la casa de mi tío. Dante lleva varios minutos queriendo animarme pero la verdad no me encuentro muy bien que digamos.

– Estoy de lo más normal – digo simple.

– Si aja – dice y vuelve a empujarme hacia los columpios, esto me habría alegrado un poco, pero ahora no creo que funcione – Vamos ángel, los demás se están divirtiendo.

Llevó mi mirada alrededor y veo a mis amigos Carson y Trevor en la resbaladilla, Celeste está corriendo con algunos otros niños que están cerca y...

¿Esa es Amber?

Estoy viendo a Amber media muerta cerca del sube y baja con toda la cara enterrada en el suelo, y a Thor tratando de revivirla, corremos hacía ellos y no sé si reír o llorar.

– ¿Pero qué le pasó? – pregunta Carson.

– Jugaba con una niña pero la terminó tirando – dice, lo veo preocupado pero a la vez quiere reírse.

– ¿Y dónde está la niña? – pregunta Trevor.

– Por allá – apunta Thor. Y todos giramos hacia esa dirección para ver a la niña, pero no contábamos con que la "niña" pareciera un pequeño luchador de sumo.

– ¿Eso es una niña? – dice Dante – Amigo pudo haberse comido a Amber si no llegas.

Trato, en serio trató de no reír. Pero lamentablemente no lo logró, comienzo a reír como foca congestionada con espasmos. Todos me miran y por un momento pienso que me echaran la bronca por burlarme, pero para mi sorpresa comienzan a reír igual o peor que yo.

–Aaah... – escuchamos unos lamentos – Mierda.

Recuperamos la compostura y miramos al piso en donde Amber trata de levantarse. Thor va a su rescate y la levanta del todo.

– ¿Estás bien cariño? – pregunta.

Amber comienza a mirar en todas direcciones a rayo veloz.

– Ya la perdimos – digo preocupada.

– ¿Dónde está la niña-niño? – dice un poco quejosa – Maldita escuincla, yo y mi buen corazón.

Reímos un poco más y vamos a un lugar para comer y después llevamos a Celeste a su casa. Dante comienza a dejar a todos en sus respectivos lugares y deja la mía hasta el último.

– ¿Estás bien ángel? – me pregunta al bajar del coche. No se cual sería mi respuesta, ya que me siento aun dolida pero relajada por la pequeña salida que tuvimos.

– Estoy bien – no quiero preocuparlo.

Me sonríe y me da un pequeño abrazo.

– Tal vez debería dejarte aquí – dice al llegar a la puerta – Háblame si me necesitas.

Se va dejándome ahí plantada, comienzo a pensar el motivo por el cual no entró conmigo. En fin, entro a mi hogar y está en completo silencio, lo cual es raro. Voy hacia las escaleras y me dirijo a mi habitación, pero al entrar veo que no estoy sola.

[...]

Nicolas

– Nicolas – dice al verme en la habitación. Pero rápidamente aparta la mirada y comienza a caminar hacia el baño – ¿Qué haces aquí?

Maldita sea, ni siquiera me mira.

– Necesitamos hablar – digo siguiéndola.

Se para en el espejo y comienza a quitarse los aretes, maquillaje y hace un sin fin de cosas para no verme.

Completamente MíaWhere stories live. Discover now