Con Sólo Una Caricia (Harry Styles fanfic)

Capitulo 10

HARRY

-¡Sí! ¡Por fin! -levanté mis brazos en signo de victoria

-Harry, te vas a hacer daño. Otra vez -me regañó Maddie

-Estoy perfectamente. Mira, ya puedo mover el pie mejor

Acabábamos de salir del hospital para quitarme la maldita escayola de la pierna y estaba que no cabía de alegría. Ya podía moverme con facilidad y sin esas malditas muletas. Y también me libraría de Zayn cuando tenía que ducharme. No quería que Maddie me viese en pelotas así que le llamaba a él. No era porque me avergonzanse de mis enormes atributos, pero era Maddie y no quería exponerme a ella de esa forma. Sería un verdadero pervertido si lo hiciese

-¡Ohhhh! ¡Mi cochecitoooo! -me agarré a mi coche de segundo mano y lo abracé. Hacía mucho tiempo que no lo conducía y tenía un poco de mono

-Los hombres y sus coches. Es algo que jamás lograré entender

Dimos una vuelta con él para que no se quedase estancado y lo disfrutase un poco más. Luego volvimos a casa. Pero mi felicidad se acabó cuando me encontré en el portal a una persona no muy grata para mí. Mi hermana

Miré a Maddie y ella me miró como diciendo "yo no le he dicho donde estabas". Y la creía. A Maddie se le notaba bastante cuando mentía. No era buena haciéndolo

-Hola, Harry. Hola, Maddie -nos saludó Gemma a ambos

-Hola

-¿Cómo sabes dónde vivo? -fui directo. Quería que se fuese

-Me lo ha dicho Zayn

-Oh, vaya. Olvidé que ese traidor era amiguito tuyo, Gemma

-No te enfades con él, Harry. Sólo le llamé para saber qué tal estaba y a medida que hablábamos, me dio tu dirección -me explicó

Yo respiré hondo para no hacerlo. Zayn también era mi amigo, pero creo que le cantaría las cuarenta cuando lo encontrase

-¿Qué haces aquí? -fui directo

-Venía a hablar de... -Gemma se mordía el interior del labio

-No quiero perder mucho tiempo contigo, así que dílo ya

-Venía por lo de mamá -dijo tímida y en bajito

"La boda"

-No -fui rotundo

-Pero Harry...

-¡He dicho que no! -alcé la voz, pero no mucho- Y ahora, si no tienes nada más que decir, lárgate

Gemma agachó la cabeza y se dirigió a la puerta a la vez que susurró:

-Me lo merezco

Sabía a lo que Gemma se refería y sí, se lo merecía. En años no me llamaron ni me enviaron una carta. Incluso me conformaba con un telegrama, pero no. Nada de nadie. Ni en el reformatorio ni en la cárcel. Todo eso caló mucho dentro de mí, formando una gran pelota de odio

-Maddie, por favor -la llamé para que subiésemos al ascensor

-Sí. Adiós, Gemma -se despidió con una leve sonrisa amable y entró en el ascensor

-Adiós, Maddie

Tanto la subida como la entrada a mi casa fueron en total silencio. Ninguno de los dos dijo nada al respecto. O no queríamos hablar del tema o no teníamos palabras para poder hablar de ello. Tal vez, ambas

-Oh, mierda -maldijo Maddie en bajito nada más entrar por la puerta

-¿Qué pasa?

-Harry, he olvidado mi bolso en el coche. ¿Me das las llaves? Tranquilo, no te lo voy a robar. Más que nada porque es una castaña