d i e c i n u e v e

339 45 10
                                    

-Está deforme.- murmura asombrada tocándose el vientre, ocasionando el revoltoso movimiento de la bebé.

-Dejala tranquila.- suelto una carcajada.

-Ella me molesta cuando duermo.

Frunzo el ceño porque eso realmente ha sido raro, pero no le digo nada, no quiero comenzar una discusión al respecto.

"Es bebé, yo la llevo dentro"

Se acurruca en mi pecho mandando un suspiro y luego me besa varias veces mientras hunde sus dedos en mi piel.

-Me siento frustrada sexualmente.- gime.

-Te quiero ayudar en eso, pero no quiero que te sientas incómoda.

Hace un puchero mirándome, su mano deslizándose hasta mi ropa interior.

-Li-ah.

-¿Eh?- alza las cejas con inocencia.

-No puedes comenzar esto cuando yo no voy a poder terminarlo.

-¿Es porque estoy hecha una vaca?

-Nop. Es porque tienes ocho meses y no quiero hacerle daño a ninguna.

Choca su puño unos centímetros más arriba de mi parte sensible antes de darse la vuelta molesta.

No sé qué hacer al respecto -una vez más-. Ella es tan complicada que siento que mi cerebro va a explotar.

¿Quiere que le haga un oral o algo así?

Creo que mi ceño está muy fruncido ahora.

-Vete a masturbar.- suelta enojada luego de unos minutos.- Es lo único que sabes hacer bien.

-Tú eres la que anda necesitada, no yo.

Tomo mi hermoso cuerpo y me voy de la habitación, ella va tras de mi porque es una odiosa.

-¡Michael Clifford!

-Ese es mi nombre.- tarareo.

-Eres un hombre insensible.- tira de mi brazo para que me detenga, pero yo sólo quiero comer algo.

-Sí, sí, ya me lo has dicho.

-Michael.- gime soltándome.

Mando un suspiro y me giro a ella alzando las cejas.

-Liah.

-Quiero comer alfajores.

Mando un suspiro y asiento.

-Ahora.

-Vale, vale, ya voy.- alzo las manos devolviéndome a la habitación para ponerme la ropa que me falta.

Tengo hambre.

-Tu te estás aprovechando de mi.

Me sigue de camino al auto, creo que quiere ir, lo cual es mejor porque no tengo que pasar por el momento en que ella me reclame por no llevarle los indicados.

-Estás muy pesado conmigo.- engancha sus dedos a los mios.- Y lamento que sea por mi culpa de todos modos. No controlo mis hormonas, es asqueroso. Pero creo no merecerlo.

-Lo siento.- murmuro.- Estoy muy estresado por el trabajo.

-Sé que no es sólo eso, Clifford.

-Tengo muchas cosas en la cabeza.

-¿Cómo qué?

-Como que mi novia es una odiosa.

Suelta una risita soltando mi mano para pasar el brazo por mi espalda y apoyarse en mi. Yo lo subo a su hombros.

Swollen eyes || m.cOù les histoires vivent. Découvrez maintenant