v e i n t e - f i n a l

458 61 30
                                    

Yo estaba en el trabajo cuando esto sucedió.

Casi morí.

Primero fue ella llamándome por teléfono a gritos, luego lo hizo Ashton. No sé quién me hizo más mierda el oído.

La cosa es que Liah había llamado a Jane para decirle que estaba sufriendo y ella había ido con Ashton a casa.

Creo que ni siquiera puedo explicarme esto bien.

Como sea.

Tuve que pedir permiso y correr al auto para luego irme al hospital. No sé a cuánta cosa casi atropellé, sólo sé que paré para que un bonito gato cruzara la calle.

Luego, cuando llegué al edificio, tuve un problema con la recepción de mierda que tienen, pero al final llegué donde el muy relajado Ashton y la gorda histérica de Jane.

Ahora estaba paseándome como loco de un lado a otro en el pasillo.

Quiero que me dejen verla, sé que no está teniendo al bebé.

Un grito proveniente de alguna habitación me hace detenerme.

-Es ella.- le hago señas a Ashton.

Viene una enfermera después de unos minutos, preguntado por un Michael Clifford que Liah necesita.

Ese soy yo.

La sigo por el pasillo mordiéndome las inexistentes uñas que hay en mis dedos.

Ella entra por una puerta, luego lo hago yo, encontrándome a Liah en un estado completamente salvaje.

-¡ES TU CULPA!

Intento salir corriendo, pero no me dejan. Rayos.

Me acerco y tomo su mano para que estrangule la mía mientras empieza a sollozar.

-Me duele mucho. La puta madre. Que ni se te ocurra tener otro más porque te hago tenerlo a ti.

Puedo ver el miedo reflejado en la cara de las enfermeras.

-¿POR QUÉ NO ME LA SACAN?

-¿Podrían hacer una mierda más productiva que mirar como ella sufre? ¿Por qué no la sacan?

-No está lo suficientemente dilatada.

-¿Y quieren que ella la bote por la boca de tanto que grita?

La respiración de Liah empieza a relajarse unos segundos, luego comienza a lloriquear.

-Amor, esto en serio me duele.

Me arrodillo junto a ella mientras maldigo al hospital de mierda.

Besó su transpirada frente.

-Todo va a estar bien. Ten por seguro que ellos tendrán que soportar mis gritos cuando esto termine.

-Quiero comer.

Suelto una carcajada agradeciendo que el dolor no sea tan fuerte como para opacar sus ganas de comer. Ella me golpea.

*

No sé cuantas horas pasan para que ella este lista en la habitación, gritando como loca mientras hace mierda mi mano una vez más.

Siento que me desmayaré.

Todo pasa como imagenes de película antigua, tan rápido y lento a la vez, ni siquiera soy capaz de escuchar bien lo que dicen.

Trato de controlar mi respiración para no terminar en el suelo. Peor es cuando veo como el pequeño cuerpo sale desde el interior de Liah, lo siguen un par de sollozos.

La miro a ella para verla, tal vez, igual de choqueada que yo.

Luego de unos minutos la ponen en sus brazos y no puedo sentirme más feliz de al fin ver a la pequeña persona. Es tan bonita.

Liah suspira y luego me mira con ojos brillantes.

-Quiero otro.

Empiezo a reír nerviosamente mientras me rasco el brazo.

-Eres muy linda, pequeña ratita.- Me agacho para besarle la cabeza.- Espero que seas más bonita que te madre.

-¡Hey!

-Porque ella es linda, pero tú serás mejor.

Le quitan a la bebé para llevar a cabo el típico procedimiento. Luego me piden salir para que trasladen a Liah a una habitación.

Es una niña muy sana, dijo el doctor.

Me tiro junto a los chicos mientras suspiro.

-Creo que es lo más adrenalinico que he vivido. Estoy más feliz que nunca.

Pasan varias horas hasta que me dejan entrar a la habitación de mi novia, exactamente hasta la mañana. Tiene a Aeris junto a ella en una pequeña cunita. Luce cansada.

-Hola, amor.- murmuro con miedo de que la pequeña despierte.- ¿Cómo te sientes?

-Estoy ultra cansada, pero me siento más liviana.- ríe suavemente mientras se acomoda.

Estira los brazos para abrazarme y luego besa mis labios cortamente.

-Estoy muy feliz de haber hecho esto contigo.

-Yo igual, nena.

Su sonrisa es muy amplia, más que sus ojos cansados. Creo que la mía está igual.

-Ya quiero que estemos los tres en casa. No he estado ni un día sin ti, pero ya extraño mucho que me grites.

-Yo quiero ver tele.

Besa mi nariz antes de alejarse. Doy la vuelta a la camilla para poder verla. Creo que quiero llorar.

Se cabeza tiene un par de pelusitas como pelo y su piel aun sigue roja, pero aun así luce como lo más bonito del mundo. Quiero tomarla, pero siento que le haré daño, es muy pequeña.

Empieza a gemir débilmente mientras se menea. Estoy hipnotizado.

-¿Estás bien?.- siento como aprieta mi mano. Tiene un tinte de diversión en su voz.

-Nunca me vi con una familia o siquiera con pareja estable. Creo que esto es demasiado para mi. Me siento muy afortunado de tenerlas.

-Alguien tiene problemas existenciales.- Tararea soltando una risita.

-¿Te casarías conmigo?

Su cara es como para enmarcarla. En serio. Sólo agranda sus ojos y entreabre los labios.

Creo que justo ahora no puedo ser más feliz, porque sé que también lo seré a futuro con ella siempre a mi lado, con sus mejillas brillantes y mis torpes ojos llorosos cada vez que la tengo lejos de mí.



********

Gracias por todo; por llenar de felicidad gran parte de mi pasado, aquel tiempo en el cual me dedique a escribir esto.

Necesito dejar este final abierto porque no sé que más escribir, porque ya perdí el hilo y solo puedo escribir cosas que hay en mi cabeza y que no son felices, lo cual perjudica mucho el fic.

Las amo por todo y espero total y profundamente que sean los seres más felices del mundo.

Swollen eyes || m.cDonde viven las historias. Descúbrelo ahora