Capítulo 43

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-KIM-

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-KIM-

-¿Estás bien?-Me preguntó Oliver a la hora del descanso. Nunca había necesitado tanto descansar, aunque fuera sólo durante apenas unos minutos. No sabía cómo había logrado llegar a la escuela, tras pasar toda la noche mandándole mensajes y sin obtener respuesta. Tal vez lo mejor para todos era dejar espacio y ya está.

-Sí-Había llegado un punto en el que ya me empezaba a cansar de tanto mentir, y entonces miré a Oliver y sentí que si de verdad éramos amigos, podía confiar en él.
Le confesé que lo había dejado con Sergio, durante todo mi discurso permaneció callado, mirándome con compasión, algo que no me gustaba. Pero en aquellos momentos, hasta me tenía lástima a mí misma.
No fui capaz de llorar, todas mis lágrimas se habían agotado en la almohada. Y mis ojos ya estaban secos, o eso creía.

-Pero la vida sigue adelante, así que supongo que está bien-Forcé una sonrisa mientras sentía que cuando sonreía, aunque fuese una falsa sonrisa, mi corazón dejaba de latir como si el mundo se fuese a acabar. Me dio la mano y me abrazó, y aquel pequeño gesto me reconfortó y me di cuenta de que lo necesitaba.

Unos minutos más tarde volvimos a la escuela y nos fuimos a nuestra próxima clase: Química. Maldecía todas mis asignaturas, porque tal y como le había escrito, pensaba en él en cada número.

-Hoy comenzaréis con el trabajo de investigación de éste trimestre. El trabajo constará en la investigación y el descubrimiento de alguna fórmula. No importa cuál sea, mientras podáis documentaros suficiente del tema. Por ejemplo, podéis ahondar en las ecuaciones químicas de algunos productos, así como los enlaces, las uniones... Lo que queráis. ¿Entendéis?

Siguió explicando el trabajo pero llegó un punto en el que desconecté, no por estar pensando en Sergio, lo que no contribuía a ayudarme, sino porque cuando dijo ecuación química me quedé allí pensando en qué ecuación escogería. Y antes de decirlo ya lo había pensado: La ecuación química del amor.
En cierto modo era una paradoja, pero sentía que investigar acerca del amor podía ser algo positivo. Aunque el amor fuera algo un poco turbulento en mi vida.

Como ya era costumbre, pasé a ir con Oliver en el trabajo. Rápidamente le conté mi idea para el trabajo, y le pareció estupendo. Aquella misma tarde nos dirigimos a la biblioteca y nos pusimos a buscar información hasta que nos avisaron de que iban a cerrar la biblioteca. 

Extraje las conclusiones de que la feniletilamina es algo así como la droga del amor. Básicamente es un compuesto orgánico que se produce en el cerebro y que pertenece a las anfetaminas, así pues, es la sustancia bioquímica que hace que nos sintamos enamorados y eufóricos.
Llegué a comprender que esta sustancia líquida incolora, algo sumamente abstracto, era el causante también de que en el amor surgiera la falta a veces de apetito, o de sueño debido a que se producía más feniletilamina al enamorarnos, y aquello no nos relajaba precisamente. También comprendí que después de aquella fase inicial de euforia llegaba el bajón en el cual sentía que me encontraba en aquel momento, lo describían como "mal de amores" yo estaba segura de que estaba pasando por aquel estado. Había sido aquella sustancia la que había hecho que me enamorase de Sergio, y aquella sustancia aún seguía produciéndose, aunque me hubiera gustado que con su voz, también se hubieran ido todas aquellas sensaciones.
Investigamos acerca de sus componentes y los elementos que conformaban la ecuación, así como su peso atómico y demás datos que requerían interés.

Entre números y letrasWhere stories live. Discover now