Capítulo 05

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Blake Armstrong

—Su gracia.

Miro a la multitud en el recinto. «Esto es desagradable.» No puedo encontrar las palabras adecuadas para describir el desprecio que siento hacia los cómplices de esta desapacible tragedia, inclusive el aroma a la sangre esparcida por el sitio genera náuseas.

Tenso la mandíbula.

«No puedo creer cómo llegue a este lugar sin ser consciente de lo que podría encontrarme.»

En principio, no tomé en cuenta las palabras de mis subordinados que comentaban con mucho entusiasmo sobre la presencia de la hija adoptiva de Isaac Foster en Nueva Visible.

Es decir, me sentí feliz por él, pero no le di importancia. Él y su alma gemela, Katherin, siempre han deseado formar una familia, sin embargo, la segunda tuvo complicaciones en su primer embarazo.

Hace unos años esa mujer perdió a su bebé y la capacidad de volver a ser madre.

«Una tragedia.»

Deseaba que mi Beta fuese feliz a un lado de su mate e hija. No me interesaba en lo más mínimo encontrarme con ellos. Por alguna razón, Isaac mostró, en los últimos años, ser un hombre celoso respecto a su vida privada. Así que, me reserve cualquier comentario, incluso evite tocar el tema al no felicitarlo.

No había necesidad de hacer preguntas. Hasta hoy. Con la llegada de la primavera, las visitas de otras especies a mis territorios se vuelve un dolor de cabeza. Esto se debe a que en invierno es un lugar imposible de habitar por las bajas temperaturas.

Sin embargo, algo o alguien generó revuelo, los Alfas me enviaron un mensaje que me obligó a salir. Ellos notificaron la presencia de ese monstruo deambulando por mis tierras.

Y ahora estoy enfrente de mi Beta, un mentiroso como todos los hombres.

No me basta con tenerlos delante y de rodillas mientras las heridas de una reciente pelea son visibles, necesito contemplar su remordimiento.

«Tú me engañaste.»

—Familia Foster —digo resignado, sintiéndome disgustado por lo que acaba de suceder—; en tantos años, jamás me hubiese detenido a pensar que serían los causantes de un acto tan estúpido.

—Los lacayos de Ethan, El Renegado, han desaparecido —La voz de mi subordinado me obliga a voltear. —El Escuadrón de Caza se encargó de la presencia de los híbridos que merodeaban por la zona, Su gracia. Sin embargo... —hace una pausa. Lo veo incómodo a la hora de intentar hablar. —Sin embargo, —carraspea antes de retomar— el aroma de la protegida de la familia se confunde con la sangre del grupo de Ethan.

—Esta actitud arrogante va a tener consecuencias.

No ignoro la expresión descompuesta de Isaac y la desesperación de Katherin. Pero ellos cometieron un error y deben ser conscientes de su actitud altanera hacia mí.

«Me siento decepcionado, Isaac.»

Lanzar una mirada de advertencia no es suficiente.

Estoy furioso y desde lo más profundo deseo un remordimiento honesto por parte de quienes me acompañan. Hago saber mi desagrado al liberar mis feromonas para ponerlos de rodillas al emprender camino hacia ella.

Marcho entre los árboles al seguir el aroma que me recuerda a una persona diminuta e incapaz de sobrevivir.

No obstante, los años me demuestran que quizá estoy equivocado cuando veo a un híbrido inconsciente en el suelo.

The Alpha © NUEVA VERSIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora