Descansillo

14.2K 2K 834
                                    


Epílogo


El año más largo de mi vida. Uno siempre se queja porque el tiempo pasa demasiado deprisa, bien pues yo me llevé todo un año quejándome de lo lento que pasaba. Los días transcurrieron aburridos, era una monotonía, de casa al trabajo y del trabajo a casa. Agradecía tener al menos la compañía de Kookie, gracias a él no me sentía tan solo y tenía una escusa para dar algún paseo y despejarme.

El día estaba soleado, así que aproveché para ir al parque con Kookie, quien nada mas ver la correa se puso a dar vueltas alrededor de mí, emocionado. Este mismo parque era donde JungKook me esperaba cada día tras salir de mi trabajo, no faltó ni un solo día desde que comenzó a hacerlo. Bueno, a excepción del día que me enteré que se mudaría. Fue un idiota por no querer verme en las dos semanas restantes que le quedaban, hubiese querido pasar hasta el último minuto con él, pero es algo cabezota y seguro se estaría hundiendo él mismo.

Aunque a decir verdad yo tampoco ayudé demasiado, y para ser sincero fui peor que él, debí apoyarle y animarle, pero lo único que hice fue ignorar aquellas palabras que abrieron un enorme agujero en mi pecho.

Fui un imbécil y cuando quise remediarlo lo hice tarde, no quería ni verme; inteligible. Aun así no me di por vencido y día tras día llamaba a su casa en vano, por no hablar de las llamadas que hacía a su móvil.

Por esas dos semanas me volví loco, me sentía impotente por no poder hacer nada. Cada día estaba pendiente de su puerta, aunque sonara algo acosador, pero era la única forma. Dejó de ir a clases pues no lo vi en las mañanas, sólo veía salir a su madre quien en ocasiones aprovechaba para preguntarle por él.

El día de su marcha no fue casualidad verle abajo a punto de marcharse. Oí y comprobé por la mirilla como se marchaba escaleras abajo, fue mi oportunidad para verle y decirle lo que tanto había deseado decirle.

— ¡Feliz cumpleaños! —una sonrisa se me dibujó al escuchar su voz al otro lado del aparato— ¿Qué tal la celebración?

Una auténtica locura, mis primos son un dolor de muelas —reí ante su voz cargada de fastidio—. No paran quietos ni tres miseros segundos.

— Al menos no tienes tiempo para aburrirte.

Quisiera aburrirme antes de que me despierten tirándose encima mío, o que me castiguen en clases porque mis primos arrancaron las hojas de mi cuaderno de tareas, y por no hablar lo guarros que son, me tienen la habitación llena de mierda —solté varias sonoras carcajadas—. ¡No te rías! Sufro...

— Lo siento, es que me parece divertido y puedo imaginar tu cara en cada situación —dejé de reírme y se formó un silencio entre ambos—. Te echo de menos —dije, con la vista fija en Kookie, quien andaba suelto por el parque, olfateando cada uno de los árboles que se encontraba.

Yo también —mordí mi lengua, conocía ese tono de voz suyo, tan roto y seguramente aguantando las lágrimas que amenazaran con salir.

— Sólo un poco más, mi pequeño —lo animé, aunque también lo hice para mí mismo.

Vivir solo tenía sus ventajas y desventajas. La ventaja es que consumes menos, pero a la vez también era una gran desventaja, con un solo sueldo era difícil de llevar una casa, hay tantas cosas que pagar que apenas puedes tener un pequeño capricho al mes, e incluso a veces no tener ninguno.

Este año lo había pasado bastante mal, mi sueldo no daba para tanto y no porque no llegara a fin de mes, sino porque había decidido ahorrar para dos cosas. Dos cosas que tenían que ver con JungKook.

Sólo Vecinos [JiKook]Where stories live. Discover now