Capítulo diez.

36K 1.1K 29
                                    

Maratón, 2/3

Decidí quedarme en casa el resto del día. Al día siguiente tenía un examen en la universidad y quería dar un último repaso a la materia.


Después de más de tres horas estudiando, me tomé un descanso.
Preparé un té y me lo bebí tranquilamente mientras veía la televisión.
Sam se había ido de compras, estaba sola en casa y me aburría. Aunque de vez en cuando me gustaba estar sola y pensar. Y, por no variar, pensé en él.
Desde el día en que nos conocimos en los camerinos, no podía sacarlo de mi mente. Es algo pronto para hacerme esta pregunta, pero... ¿Me estaré enamorando? Ante todo soy su fan y él uno de mis ídolos, y, como es normal, le quiero. Pero después de compartir un momento tan especial como el de anoche, creo que ese cariño ha crecido.
Y sinceramente, tengo miedo de enamorarme de él. Está claro que Louis nunca será mío, al menos no sexualmente hablando.
Él tiene novia. Y yo... Yo solamente soy un pasatiempo. Un capricho. O dicho de otro modo (y aunque no quiera reconocerlo) soy su amante.


                                      ***



–¿Sí? –dije al descolgar el teléfono.

–Hola, preciosa –con solo oír su voz mi corazón se aceleraba. ¿Sería esa una señal de que realmente empezaba a sentir algo por él?

–Hola, Louis. ¿Ha pasado algo?

–No, ¿por qué lo preguntas?

–Dijiste que llamarías. Pero mañana -rió por lo bajo.

–¿No puedo llamarte?

–Sí, si tienes una razón para hacerlo.

–La tengo.

–¿Cual?

–Quería escuchar tu voz.




Narra Louis.


¿Quería escuchar tu voz? Louis, eres la persona más cursi que conozco.

–Ya la estás escuchando –rió–, ¿quieres algo más?

–Sí –se acabaron las tonterías.

–¿El qué?

–Quiero volver a hacerte mía –dije serio pero sincero. Se quedó callada.– ¿Diane?

–Estoy sola en casa –dijo de repente–. Si quieres venir...

Tentador. Demasiado. Noté como el calor se apoderaba de mi cuerpo en cuanto pensé en ella; gimiendo mi nombre una y otra vez mientras le hacía el amor.
Mierda. Tenía que escabullirme de aquí como fuera.

En ese momento, Eleanor llegó a casa.

–Dame veinte minutos –le susurré a Diane y colgué.

–Hola, amor –dijo Eleanor acercándose a mí para besarme.

–Hola, nena.

–¿Con quién hablabas?

–Con Liam. ¿Dónde has estado?

–Tu madre me llamó para que la acompañara a hacer unos recados –se acomodó a mi lado en el sofá–. Estoy agotada –volvió a besarme–. Aunque todavía me quedan energías –me sonrió. Sabía lo que quería.

Estaba excitado gracias a Diane, ¿sería ético calmar mi sofoco con otra persona que no fuera ella?
Podría decirle a Diane que me es imposible ir a su casa y hacerlo ahora mismo con Eleanor. Es lo más fácil, pero también lo más rastrero. ¿Qué hago?

Secrets. {Louis Tomlinson Fan Ficción}Where stories live. Discover now