ERASE

XVI. Extraño e inquietante sentimiento.

Woohyun salió de la ducha sintiéndose relajado. Tomó asiento en el borde de la cama mientras secaba su cabello con una toalla. Revisó el celular y se alegró al ver un mensaje de esa persona.

"Gracias por todo, woohyun"

Con una sonrisa comenzó a escribir la respuesta, pero una idea descabellada cruzó por su mente. Vio la hora en el reloj encima del buró. 21:43 pm. No era tan tarde ¿o sí?

-¡Hyung! -lo sea o no. Ni siquiera le importó. Alegrándose mucho cuando sungkyu respondió la llamada de inmediato- No tienes que agradecerme.

Escuchó a su hyung suspirar.

-Lo hice por cortesía -respondió-. Buenas noches, nam.

-¿Qué? ¡No, espera! -desesperadamente le pidió.

Era la primera vez que hablaban por teléfono a esa hora de la noche y de cierta forma woohyun pretendía tener una conversación nocturna como hacen los amigos. Hablar de cosas triviales, nada en especial. Sin embargo, sungkyu y él se quedaron callados un corto tiempo escuchando levemente sus respiraciones.

-Mañana tenemos que trabajar. Es mejor ir a dormir ¿no crees?

-De acuerdo -terminó por aceptar-. Ten buena noche, hyung. Y exprésale pronta mejoría de mi parte a tu hermano.

Myungsoo.

Woohyun aún no olvidaba la escena en el hospital. Un tono rojizo se hizo presente en sus mejillas sin darse cuenta. Debió ser incómodo para ellos que lo sorprendieran de esa manera.

-Lo haré. Y woohyun...-la voz de sungkyu se escuchó débil que a nam lo extrañó- muchas gracias. Te daré el dinero de vuelta, sólo...

-Oh, ¡Por favor, hyung! No dañes el momento.

-Pero...

-Pero nada. Ni siquiera te atrevas a decir algo sobre devolverme el dinero. Aunque pensándolo mejor...puedes a cambio hacer algo por mí, pero definitivamente no aceptaré dinero de vuelta ¿ok?

-Woo...

-¡Buenas noches!

Nam colgó enseguida sin dejar hablar al mayor. Sabía que sungkyu no aceptaría ese dinero fácilmente para pagar las medicinas de Myungsoo, pero dada las circunstancias lo hizo.

Una ventaja a su favor.

Él simplemente deseaba pasar más tiempo con el mayor y esa era una buena oportunidad. Nam se cubrió completamente con las sábanas cerrando sus ojos. Mientras trataba de pensar en algún plan para eso, su mente viajó a los recuerdos de esa loca noche.

Su rostro, el corazón reaccionando a la cercanía entre ellos. Aquella tímida y confusa mirada. Recordaba a la perfección los labios rosa pálidos y las facciones delicadas que el mayor poseía. Como también la suavidad de la piel que escasamente pudo apreciar.

Desde hace un tiempo que sungkyu abarcaba todos sus pensamientos. Apoyando un brazo encima de sus ojos continuó recordando al mayor.

Sungkyu había sido su primer amigo casi como un hermano de pequeños. Ahora, después de tantos años lo tenía a su lado, otra vez. Aun recordaba el sonido perfecto de su risa, era como si lo pudiera escuchar en ese momento ante el recuerdo borroso de dos niños jugando entre sí; gotas de lluvia empapando sus ropas, a ellos no parecía importarles, continuaban riendo.

La compañía de sungkyu bastaba para sentirse bien sin importar lo que pasará alrededor.

«Estar con hyung era como sentirse protegido.»