ERASE

LV. Un poco más para el final

Al llegar a casa fue directamente a la cocina por un poco de agua. Tenía un fuerte dolor de cabeza que no quería dejarlo en paz esa noche. No cuando una oleada de pensamientos lo atacaba como cuchillas. Tan sólo había sido un día extraño empezando por la repentina visita de la señora Nam  y terminando por la realidad entre Woohyun y él. Por otro lado Sungkyu luchaba para no seguir pensando en lo innecesario.

Estuvo varias horas trabajando hasta que vio el reloj de pared que marcaba pasada la media noche. Era momento de ir a la cama, sin embargo, algo no estaba bien con él. Simplemente se recostó, esperando que los próximos días no se vuelvan una tortura. Lo cual, nunca pasó.

Es difícil estar tranquilo cuando en el mismo espacio en el que te encuentras, la persona con la que compartes recuerdos está a sólo centímetros de ti. Sientes que el aire se vuelve escaso, sientes que a cada minuto va muriendo lo poco bueno que quedaba de ti con la indiferencia que se muestran.

A pesar de las buenas relaciones que existían en las empresas y lo excelentes mentirosos que eran al fingir estabilidad y armonía ante los demás, aquello sólo aumentaba la brecha entre ellos cada vez más y más.

Un día, mientras Sungkyu realizaba unas gestiones, entraron a su oficina. La visita de Chorong no le asentó nada bien, pero no podía mostrarse débil ante ella. Le ofrecio sentarse para explicar el motivo de su llegada.

-Vete de aquí. -espetó- Me he preguntado miles de veces por qué demonios has vuelto pero...

Chorong formó una expresión de desprecio y dolor en su rostro antes de ver fríamente a Kim.

-Si has venido para esto, sinceramente, no me interesa. -sungkyu la miró con severidad- Hace mucho que yo me fui de aquí dejándote el camino libre y lo supiste aprovechar. Me rendí. No estoy interesado en volver.

-Tú lo amas ¿verdad?

Esa pregunta lo desconcertó.

Si. Si lo amo.

-No, ¿puedes entenderlo? Vete, Chorong.

SungKyu se puso de pie con Chorong imitando su acto, para luego quedar frente a él.

-Durante mucho tiempo viví pensando en cómo sería el día en que me confensara a Woohyun. -relató con cierta añoranza en su voz que a sungkyu lo mantuvo callado- ¿Sabes? Él y yo solíamos estar juntos en la escuela. Siempre hablaba de alguien que no podía recordar con exactitud pero lo admiraba porque fue su razón para creer que el amor perdura. 《Es esa clase amor que no se olvida, y que no se marchita》 decía él. Y yo...yo quise ser eso para Woohyun.

SungKyu en ningún momento volteó.

-...Intenté muchas maneras de que Woohyun pensará en mi como algo más que una amiga. Y lo conseguí. Fui muy feliz cuando empezamos a bromear de tal manera en que nuestras familias nos veían como un pareja. Logré estar frente a él como una mujer. De pronto ya no hablaba sólo de ti, sino de nosotros. Aquello me hizo plantearme el hecho de que, cuando él tomará el mando de la empresa y yo culminará con mis estudios, sería el momento perfecto para contraer matrimonio. -Chorong con una débil sonrisa se acercó a la figura de Gyu- Todo era perfecto. Mi vida, la vida de Hyun, nuestra familia. Hasta que llegaste de la nada.

SungKyu pudo sentir la electricidad en su cuerpo al escuchar la voz de Chorong expulsando rabia de su interior.

-No necesito saber la historia de ustedes dos. Te pido que te vayas.

-Llegaste tú y arruinaste mi vida.

-Chorong...

- La arruinaste Sungkyu. Pero es algo que yo he superado, lo que no te voy jamás a perdonar. Fue haberle hecho daño a Woohyun.

-¿Disculpa? -sungkyu volteó para encontrarse a la pelinegra a pasos de él.

-Estamos casados -le mostró su anillo-. Desde hace cinco años que estoy con él, y has vuelto, Sungkyu. ¿Por qué? ¿por qué te empeñas en aparecer para joderlo todo?

-Te estoy pidiendo que te marches, no quiero llamar a seguridad.

-Debí matarte cuando tuve la oportunidad. -chorong confesó- Debí hacer que sufrieras antes de que le hicieras daño a Woohyun cuando lo abandonaste.

Sin poder soportarlo, Sungkyu la tomó del brazo y la arrastró fuera de su oficina. Su secretaria lo miró desconcertado pero obedeció cuando le dijo que llamara al ascensor.

-Woohyun nunca volverá contigo.

Antes de que las puertas del ascensor se cerrarán. Sungkyu dijo:

-No estés tan segura.

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Era enfermizo lo que estaba sintiendo. Woohyun había visitado a su antiguo psicólogo y terminó por regresar a tomar los tranquilizantes que había dejado de consumir desde hace un par de años.
Por las noches no podía dormir, siempre había un motivo para despertar. En ese tiempo se dedicaba en leer libros en su estudio personal y beber un poco de Whisky.

Sabía que estaba actuando de tal manera en que las discusiones con Chorong se volvían más constantes. Su médico le dijo que debía parar.

¿De qué manera? Se atrevió a preguntar. Y el doctor Kwon le respondió.

Debes deshacerte de todo lo que has guardado desde aquel día. Sólo así, pondrá a un fin tanto lo aflige, señor Nam.

Woohyun volvió a recordar el día en que Sungkyu entró a su oficina con la mirada perdida y un camino de lágrimas secas en sus mejillas. Pudo sentir el dolor nuevamente. Fue como vivir el momento otra vez, y quedarse petrificado ante la imagen del mayor viéndolo atentamente mientras él volvía a repetir sus palabras.

Un frío invierno azotando la ciudad en ese entonces. Congelando el tiempo de ellos y sus corazones. Lo último que recuerda fueron las lágrimas cayendo lentamente y la palabra lo siento sin ser escuchada.

Woohyun abrió los ojos percatandose de que faltaba menos de tres horas para que amanezca. La casa estaba en silencio, y él medito durante unos minutos la decisión que había tomado.

Tomando un par de hojas, escribió.

SungKyu...

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-¿Amor?

Howon rodeó con sus brazos el cuerpo de su pareja provocando un leve susto en él. Dongwoo se dejó llevar por los besos en su cuello sin dejar de mirar el cielo nublado a pesar de que hace un par de horas había salido el sol.

-¿Sucede algo malo? -Dongwoo negó- He hablado con Sungkyu hace unos minutos.

-¿Y qué dijo? -el menor se separa, quedando frente a su pareja y negó- Desearía que las cosas estuvieran bien por un momento. -suspiró- Pero las desgracias no dejan de venir.

-Debemos apoyarlo, hyung. Nos tiene a nosotros.

Una vez en el auto. Dongwoo encendió la radio.

....Según los reportes del hospital universitario Chung Seom, el presidente Cho Byunhyun dueño y fundador de un conglomerado de centros comerciales y hoteles que abarcan distintas ciudades de Corea y el exterior fue hospitalizado en horas de la madrugada. Su diagnóstico es reservado....

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-¡Dime la verdad, maldita sea!

- No tengo nada que ocultar.

Aunque sus miradas desataban una guerra mental, no podían crean un mayor escándalo en el hospital. Por un lado estaba Cho Dayeon con un aspecto demacrado, viéndose tan miserable ante la imagen abnegada de una buena esposa velando por la recuperación de su esposo y por otro; Sungkyu no dejaba de imaginar en lo terrible que sus pensamientos estaban jugando por él.

Jonghyun llegó en ese momento.