Invernadero 6

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Corrió a su habitación, cerró la puerta y se dejó caer en su cama. Odiaba cuando su madre lo comparaba con él ¡Nunca sería como él!

Su celular sonó y era su hermana. Furihata Kōko era la menor de los hermanos, actualmente estaba trabajando en una inmobiliaria en el centro de Tokio –Hola... Bien... Sí, es que está lloviendo y ya sabes que no me gusta este clima... No sé... Tal vez, pero déjame pensarlo... No, no tengo novio... Pues Kōta esta con la vecina todavía... En este momento se encuentra ocupado con Akashi-san, es un comprador.... Pues Akashi Seijūrō-san....No grites y explícate... aja ¿empresario?... aja... ¿Con cualquiera?... vaya y se ve tan...respetable... No idiota... C-claro que noo... ¡Qué no!... Está bien... Adiós, saludos a mi cuñado-.

Akashi Seijūrō era dueño de una gran empresa ¿Entonces qué hacia un gran empresario en su invernadero si podía mandar a comprar a algún subordinado?

---------- Al siguiente día ----------

Se levantó al sonar la alarma (5:00 am), se vistió y corrió al baño a lavarse el rostro. Al bajar se encontró con Kōta. Ambos salieron rumbo a los invernaderos y algunos de los trabajadores ya comenzaban a llegar. Repartieron las actividades y ellos entraron al invernadero tres para preparar el pedido del pelirrojo. Luego de un par de horas, el pedido ya estaba listo. Nada más faltaba subirlo a la camioneta.

-Kōta aún les falta- reprocho a su hermano mayor.

-Sabes perfectamente que no es así. Solo no quieres dejarlas ir- respondió – ya hemos hablado de esto.

-Pero...

-Buenos días- dijo Seijūrō interrumpiéndolos.

-Buenos días- saludaron ambos girándose. -¿Durmió bien?- agrego Kōta

-Por supuesto- Seijūrō se deleitó las pupilas con el atractivo castaño frente a él.

-Kōki porque no le muestras tú invernadero a Akashi-san en lo que yo subo las cosas-.

-Sí. Por aquí, Akashi-san- dijo y guió al pelirrojo, quien no apartaba la mirada del redondo y firme trasero –Espero sea de su agrado- y abrió el invernadero.

Observo el hermoso invernadero. Todo tipo de rosas y plantas había sembradas y bien cuidadas. Comenzaron el recorrido.

-¿Esta cuál es?- pregunto al ver una rosa pequeña de color rosa con amarilla.

-Se llama baby romantica- respondió sonriendo.

-Es muy hermosa- dijo refiriéndose a la sonrisa del castaño.

-¿Verdad?- dijo acariciándola –Son una de mis favoritas. Pero lo que me tiene muy feliz son las fresas- comento guiándolo hacia las fresas.

Observó con detenimiento las grandes y jugosas fresas. Eran perfectas.

-Sí gusta puede probarlas. No uso químicos con ellas así que están limpias- dijo cortando unas y entregándoselas.

Seijūrō eligió una y la probo –Deliciosa.

-Sí- dijo Kōki para luego probar una.

-¿Cómo le hace para el sabor? Es concentrado y la textura es excelente- pregunto.

-Secreto- respondió con una sonrisa.

Quedo prendado por esa hermosa sonrisa. Había visto sonreír donceles y mujeres, pero nunca lo dejaron maravillado. Desvió la mirada y pregunto algo que lo tenía en dudas -¿Por qué dice que las rosas aún no están listas?-.

-oh eso... es que siento que aún no están listas. Ya sabe, luego al trasplantarlas no quieren agarrar los minerales del lugar al que es sembrada- explico.

-Ya veo... ¿Le gustaría ir usted mismo a sembrarlas?- pregunto –Así podrá asegurarse de que estén bien trasplantadas-.

-.... Kōta no me dejaría- murmuró bajando la mirada.

-No tiene por qué saberlo- aseguro. Había escuchado la noche anterior al castaño de ir a Tokio a ver a alguien.

-Bueno... Podría ir con usted a sembrarlas y luego ir con mi hermana- dijo en un tono pensativo.

-Perfecto- sonrió complacido.

-Vale, pero no diga nada. Iré horas después. También tengo que hablar con mi hermana- acepto de verdad quería que esas rosas se plantaran bien.

Seijūrō se aseguró de explicarle el trayecto que tomaría hasta su finca e intercambiaron números para que Kōki avisara cuando se aproximara.

-Ya está listo- llego Kōta a buscarlos.

-Vamos- dijo Kōki.

-¿Qué le pareció?- pregunto Kōta.

-Es hermoso- respondió mientras veía al castaño.

-....-Kōta no dijo nada.

-Fue un placer hacer negocios- dijo Seijūrō despidiéndose.

Los Furihata se despidieron y vieron marcharse al peli rojo –Esta venta cubrirá los gastos de este mes - comento viendo la casa.

-Veremos la forma de salir adelante- dijo Kōki viendo el invernadero.

-Nos ha costado mucho, no lo perderemos- comento mientras le revolvía el cabello a su hermano.

Deseo  (AkaFuri)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora