Epílogo II

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Un agente aduanal estaba frente a Midori, había querido reingresar al continente de la tierra después de haberse mudado a un pequeño departamento en la ciudad perteneciente al territorio del templo aire del oeste; dejó un folder y le ofreció un vaso con agua, la joven estaba nerviosa - ¿Qué sucede?, ¿Por Qué estoy aquí?, ¿Por qué no puedo ingresar de nuevo a mi país? – El hombre de aduana se aclaró la garganta – Se ha divulgado su estatus de ex militar; las naciones están en constate comunicación y creen que es peligroso que los militares, ex militares o personas de clanes que han estado en contacto con alguna de sus fracciones cambien de país constantemente; si quieren hacer un viaje tienen que obtener autorización del General de Brigada del país al que pertenecen y del país al que están visitando, si no se da el permiso, su salida no puede ser procesada... lo sentimos mucho señorita.

Midori no comprendía demasiado – ¿esto es por qué? – El agente migratorio suspiraba – No estoy seguro, pero dicen los rumores que es porque el avatar Himlen regresó... existen videos de aficionados que lograron captar la batalla que dejó hecha añicos a las instalaciones del ejército en Zao Fu... - La maestra tierra apretó los dientes – ¿Sabe quién es el nuevo General de Brigada? – El agente revisó unos papeles - Daisuke Oni, es quien autorizaría las salidas y entradas de los militares – El mundo de Midori se paralizo, ni muerta hablaría con él.

Después de llenar unas cuantas formas salió de la habitación y afuera su padre y madre esperaban, explicó la situación, Antavros comenzó a sudar, Rinko suspiraba y abrazaba fuertemente a su hija – Estaré bien Mamá, ustedes pueden venir a visitarme... - el padre abrazó también a su hija.

Sus padres después de unos minutos tuvieron que irse en el tren bala hacia el continente de la tierra, Midori se regresó seria a su nueva casa, tomó el anillo de compromiso que aún guardaba y lo hizo pedazos - ... Te odio... Daisuke Oni.

Sus padres, que iban en su viaje estaban un poco preocupados, pero Rinko miró de reojo a Antavros – Tienes algo que ver en todo esto... ¿Antavros? – su marido suspiró – sólo quería ver por ella... y no pensé que sucediera así – la mujer tomaba su mano – Ahora no puedes hacer nada, ni todo el clan de los espías podría hacer algo contra el ejército... aunque por otro lado... él ya no estará cerca de ella... - Los padres de Midori iban serios en su trayecto.

Kaeru Basho: Alma OscuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora