Capítulo 6 | Burritos congelados

873K 74.8K 114K
                                    

Lo primero que vi al abrir la puerta, fue la espalda de una chica de largo cabello oscuro, meneándose una y otra vez encima de Hunter. Él estaba acostado de espaldas sobre la cama, sujetándola de las caderas con las dos manos. La escena en sí no era tan perturbadora, lo que lo hacía así eran los escandalosos sonidos que hacía la chica cada vez que él la presionaba contra su cuerpo, y el hecho de que ambos estaban completamente desnudos.

Con los ojos muy abiertos, me tapé la boca y di un paso atrás.

Decidida a no interrumpirlos, traté de irme de ahí en silencio, pero en cuanto solté el pomo de la puerta, este hizo un ruido tan fuerte que terminó por llamar la atención de ambos individuos. Cuando Hunter y la chica echaron un vistazo en mi dirección, me miraron como si yo fuera alguien cuyo pasatiempo era espiar a otras personas teniendo sexo. Abrí la boca para disculparme, pero las palabras se quedaron atoradas en mi garganta.

Además, ¿qué se supone que iba a decirles? ¿Algo como: «No se detengan, sigan en lo suyo»?

—¡¿Qué está haciendo ella aquí?! —gritó la morena, poniéndose histérica.

—Zoe... —suspiró Hunter con cansancio, pasándose una mano por el cabello.

Desesperada por salir de esa embarazosa situación, me di la vuelta y salí corriendo de la habitación. Pensé que eso sería lo más vergonzoso de todo, pero justo cuando me encontraba cruzando de nuevo la sala de estar, escuché pasos apresurados detrás de mí, seguido de un fuerte, realmente fuerte, tirón de cabello. La chica que hace unos segundos había estado meneándose encima de Hunter, estaba ahora frente a mí, vestida únicamente con una camiseta negra que apenas cubría su desnudez, tirando de mi coleta como si quisiera arrancármela.

—¡Auch! —me quejé, siendo arrastrada por la morena hacia el centro de la sala.

—¡Eres una desvergonzada zorra! —chilló ella, dándome un bofetón.

Me llevé una mano a la mejilla y la miré horrorizada. Esa era la primera vez que alguien me golpeaba.

—¡Zoella! —la llamó Hunter, apartándola de mí.

Él iba casi desnudo, solo se había puesto un par de calzoncillos tipo bóxer en color negro.

—¿Te vas a poner de su lado? —le preguntó Zoella, furiosa. Aunque Hunter no respondió, se puso delante mí para protegerme con su cuerpo—. ¡Dijiste que no tenías nada con ella! ¡Dijiste que solo era una mentira!

—Zoe...

—¡Maldito imbécil! —siguió gritando ella, dándole de puñetazos sin sentido—. ¡Eres un hijo de puta!

Sorprendida por la agresividad de la chica, di un paso atrás para no verme implicada de nuevo. A decir verdad, nunca había visto a una mujer comportándose de esa manera. Era como si hubiese perdido la cabeza. Por otro lado, Hunter se mantuvo quieto en su lugar, aceptando los golpes de Zoella con una mueca de fastidio.

—¿Ya terminaste? —le preguntó él cuando Zoella hizo una pausa para clavar sus ojos oscuros en los míos.

Asustada de ella, me escondí detrás de Hunter al igual que una niña pequeña.

—¿Cómo demonios entraste? —gruñó, mostrándome los colmillos como una leona.

Hunter me echó un vistazo por encima del hombro como si se preguntara exactamente lo mismo.

—Pues yo... —comencé, pero Zoella no me dio tiempo de terminar lo que iba a decir.

—¡¿Te dio una copia de sus llaves a ti, cuando a mí jamás quiso dármelas?! —exclamó ahora con rabia, dando un paso al frente para abalanzarse sobre mí—. ¡Voy a matarla, Cross! ¡Te juro que voy a matarla! —rugió.

Fingiendo Amor  © Nueva Versión +18 (Borrador)Onde as histórias ganham vida. Descobre agora