Capítulo 17._ Arreglar el desastre

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»Alonso



Comencé como un auténtico loco a buscar a Jos una vez que Katia nos vio a Isabela y a mí abrazados, especialmente a ella llorando. Ya que le expliqué rápidamente la situación, propuso quedarse con nuestra pequeña castaña en lo que yo me encargaba del resto. Jos tenía una personalidad... muy particular, y sus formas de reaccionar lo eran aún más especiales. Entendía que no se encontraba en el mejor momento, pero lo intentaba. Solo quería traer de vuelta a mi amigo y a lo que fue alguna vez nuestro grupo.

Llevaba más de media hora recorriendo el campus en su búsqueda, a quienes había preguntado no lo habían visto o daban indicaciones distintas, lo que sea que vieron no me llevó a nada ya que el pelinegro no estaba en ninguna de las locaciones que habían mencionado. La más cercana fue la de Harper, una chica pelirroja que aseguró haberlo visto a paso apresurado, con la frente húmeda y ojos inyectados en sangre. 

Uy.

Dijo que se veía desorientado y huyó hacia el área de canchas de básquet, ahí me encontré a unos compañeros del ciclo escolar pasado, fumando porros. Según su versión, Jos estuvo en el lugar un momento, se veía mal y le ofrecieron relajamiento con hierbas. El pelinegro aceptó y luego se fue.

Cansado y sediento, fui a uno de los pasillos en busca de los bebederos de agua. Tomé un poco, tratando de ahorrarme unos cuantos pesos. Una vez satisfecho entré al baño de hombres para lavarme las manos, enjuagué mi cara y me miré al espejo.

Mi palidez estaba ahí, los labios rojizos de siempre y mi cabello despeinado pegándose un poco a la frente debido al agua. Entonces vi a través del reflejo, en uno de los cubículos cerrados, aquellos costosos y característicos zapatos deportivos rojos. Sonreí de lado y me acerqué a dar tres toques a la puerta de metal con pintura azul craquelándose.


—Jos, sé que estás ahí. Ya estoy cansado de jugar a las escondidas, amigo —traté de animar un poco la situación, mas la tensión no desaparecía

—Quiero estar solo —su voz sonaba ronca, seguramente continuó llorando y la hierba que fumó no favorecía la situación. A mí me encantaba ir de fiesta con él, la diferencia entre ambos era que yo sabía medirme y Jos perdía la noción de las cosas sin escatimar en las consecuencias; en general, y muy a mi pesar, Canela no pensaba en las repercusiones de sus acciones

—Abre y hablemos ¿quieres? Como gente madura, sé que puedes intentarlo —bromeé con una media sonrisa, supe que funcionó y que él no estaba tan perdido cuando oí una pequeña risa queda y triste; pero sincera. Oí el sonido de un cerrojo de metal, pronto la puerta estaba abierta dejándome ver al pelinegro sentado en el suelo. Su frente estaba empapada de sudor al igual que el resto de su cara y la ropa que llevaba puesta. Se veía sumergido en la tristeza. Al ser un espacio amplio, cerré bien la puerta del baño para que nadie entrara y me senté a su lado

Me miró divertido y señaló con la cabeza hacia la entrada —¿Y si alguien quiere cagar? —le sonreí despreocupado, encogiéndome de hombros

—Nuestros antepasados aguantaron ir al baño de formas asquerosas, pueden vivir con ello. Hacer un hoyo en el jardín, ¿yo qué sé? —esta vez sí que se rió bien, y yo me uní a él —No es mi problema, pero tú... sí lo eres, mejor amigos ¿o lo olvidas? Igual que Isabela, nunca deja de pensar en ti. Ustedes dos tienen que hablar, no puedes odiarla —añadí al ver la mueca que formó cuando nombré a la chica

—No la odio —soltó rápidamente para aclararme el punto, asentí escuchándolo atentamente. Sin necesidad de hacerle saber, continuó hablando —Me pegó todo eso como una buena patada en los huevos y tú... mi mejor amigo también, ocultándome cosas —no tuvo que decirlo para yo entender que su voz estaba llena de reproche. Negué lentamente con la cabeza

—Entiendo tu punto Jos, y quise hacerlo pero ella no me dejó, sabes tan bien como yo que es muy cabeza dura —dije dando golpecitos en mi sien —Comprendí su situación, es su privacidad y no me correspondía decirlo yo. Aunque fuera por su bien, no. Ahora no seas idiota y hablen.

—Es complicado ver cómo la persona que amas no se cree suficiente para ella misma hasta el punto de llegar a hacerse todo ese daño. Sé que no debe ser la única en el mundo con ese problema, pero que sea alguien tan cercano... me rompe —murmuró triste, las lágrimas brotaron una tras otra de sus ojos. Palmeé su espalda tratando de reconfortarlo —Perdón por que me ves así.  Ella lo es todo para mí, ojalá viera lo que vale.

—Entonces ve por ella —sonreí a medias dándole un codazo, tiró al bote de basura el pedazo de papel higiénico con el que se sorbió la nariz

—¿Qué? —levantó la mirada confundido, aunque había dejado de llorar su nariz estaba roja al igual que sus ojos

—Tienes que hacer todo por conquistarla José, ayudarla a salir de todo este infierno en el que está viviendo.

—¿A qué te refieres con infierno? —me preguntó enderezándose de golpe. Suspiré dispuesto a terminar con todo

Miré hacia mis manos con dedos callosos por el trabajo que hacía en casa para ayudar a mamá con los labores; con esto me refería a lavar la ropa a mano —Insisto en que no debería ser yo quien te lo diga, pero su madre la corrió de la casa insultándola de la manera más cruel y...

—¿Qué? —el pelinegro se levantó de inmediato, interrumpiéndome

—Tranquilo, está quedándose conmigo. Una vez que su madre lo hizo me llamó, no pasó hambre ni nada excepto un mal momento —añadí en un intento de calmarlo, me puse de pie a su lado y quité el seguro de la puerta

—¿Por qué en la tuya? —frunció el ceño, hizo una mueca con una mezcla de desagrado... y celos

—Déjate de tonterías, mucho bla bla bla. Solo ve a conquistarla, chico —le señalé la puerta con mi cabeza con una sonrisa. Después de devolverme el gesto, salió corriendo




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¡Holaaaa!

¿Alguna también pensó que Jos se le iba a declarar? Lo siento si arruiné sus ilusiones, pero lo mejor quiero dejarlo para muy pronto jsjsjsj

Así que voten, comenten y agreguen la novela a sus bibliotecas y listas+ 

¿Alguien sabe por qué AnaMikeylaMouque dice que  le soy infiel a Freddy? Lo que me recuerda que no olviden seguir a TeamNoveleras yo soy una de ellas 


—Su fiel escritora Frida :')

Ecos »Jos CanelaNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ