- Cállate, no me mires, no me hables.
- Por favor Alaska perdóname, yo no quería. Yo sólo te quiero a ti. -dijo Zed en tono suplicante.- No te vayas de mi lado, no te dejaré marchar tan fácilmente.
- Lo que fácil vino fácil se va y hoy mis labios pronuncian mi más sincero "no te quiero volver a ver jamás" - dijo Alaska tajante. Ya no había lágrimas, ya no había decepción, había odio ante tal cabrón.
ESTÁS LEYENDO
Cerillas consumidas
Poetry"Lo único que alumbraba sus efímeras vidas era el humo de las cerillas consumidas."