DE REGRESO AL CAIRO

1.8K 294 26
                                    


La caravana se puso en marcha con los primeros rayos de la aurora. Jamîl había enviado un mensajero para que le avisara a Jonathan que íbamos de camino, además de escribirle una carta contándole un poco sobre lo acontecido y que por favor nos esperara en casa de Zaid.

El Cairo estaba a la vista, dentro de unos cuantos minutos llegaríamos. Estaba ansiosa de ver a papá, lo extrañaba y a la vez agradecía que pronto fuera a finalizar esta odisea. Estaba por entrar a la residencia de Zaid, cuando dudé, me quedé de pie frente a la puerta.

-¿Qué ocurre? -Pregunta Jamîl.

-Algo me inquieta, no quiero irme, como haré para convencer a mi padre que me permita quedarme en Egipto, contigo.

-No pienses en eso ahora, ya discutiremos luego ese tema, tu padre te espera, no le arruines el momento.

Tiaret nos acompañaba, los tres entramos llegando a un amplio salón donde, Jonathan, Zaid y Akil se encontraban conversando.

-¡Papá! -Exclamé, corriendo hacia él, me recibió con los brazos abiertos, disfrutando de aquel reencuentro.

-¿Estás bien? Leí la carta que me envío Jamîl, cuanto lamento que pasaras por todo eso. Fue mi culpa no debí traerte, no te volveré a obligar a hacer algo que no quieras, te lo prometo.

-No papá, no digas eso, todo sucede por alguna razón, lo aprendí de una amiga. -Y diciendo esto volví a ver a Tiaret, con la que compartí una sonrisa.

-Has crecido, te veo más alta, no sé diferente.

-He madurado papá, ya no soy la Nadia malcriada que recuerdas, tienes razón, soy diferente.

Nos abrazamos de nuevo, mientras Jonathan se dirige a Jamîl con un "gracias".

Jamîl intenta retirarse pero Zaid insiste en que se quede con ellos, su casa era grande y le ofreció una habitación que no rechazó.

Presenté a Tiaret y conté su historia, Akil le extiende la mano y le dice: -Bienvenida. -Pude ver el brillo en los ojos de ambos, quizás también estuviera escrito que él y Tiaret fueran pareja, el destino tiene caminos misteriosos.

Después de una amena cena y luego de intercambiar relatos sobre lo que había sucedido en mi ausencia, Jamîl se lleva a Jonathan y a Zaid aparte y conversa con ellos. Reconocí la mirada de papá, eran buenas noticias y me alegré que las cosas volvieran a la normalidad.

-¿Qué te dijo Jamîl papá? -Mi padre estaba a punto de salir cuando le hice la pregunta.

-Nos dijo que Bomani el segundo al mando después de Ramsés, le indicó donde estaba oculto el tesoro de la Reina de Saba, nos lo devolverá siempre y cuando tu no salgas de Egipto, no te van a perseguir más, solo quieren saber que su reina permanezca donde pertenece, de lo contrario lo volverán a esconder y jamás sabremos su ubicación.

-¿Y qué vas a hacer?

-Creo que es tu decisión, si deseas regresar a Inglaterra así se hará, ya te lo dije no te obligaré a nada.

-Pero el tesoro es importante para ti papá.

-Nadia, tus eres mi gran tesoro, siempre lo has sido, las riquezas son materiales pero los hijos son más valiosos que todo el oro del mundo.

Volví a abrazarlo, que él se abriera de esta forma conmigo, me conmovía, nuestra relación casi perdida, volvía a cobrar fuerzas y esta vez las raíces serían profundas e inquebrantables.

-Pero aún así. -Continué. -Este tesoro y todo lo que ellos se llevaron es parte de las historia de África. Este hallazgo es sobresaliente y único como para no ser compartido con la humanidad. De todas formas no pensaba irme, quería hablar contigo sobre la posibilidad de quedarnos, después de todo a mamá le gusta el clima cálido, aquí no tendría problema.

-Bueno en realidad Zaid me ofreció un empleo en el Museo, pero lo rechacé en primera instancia porque sabía cuánto odiabas este lugar, pero dado que las cosas se dan de esta forma creo que aceptaré.

-Gracias papá pero ¿Y mamá?

-Déjame a tu madre a mí no es la única que tiene el don del convencimiento. Conociéndola primero me regañará por todo lo que tuviste que atravesar y no cuidarte bien pero luego entenderá, su corazón está donde nosotros estemos, así me contestó cuando le conté sobre la oferta de Zaid.

-¿Y esta oferta cuándo surgió?

-Antes que te secuestraran, te iba a decir cuando fuera el momento propicio.

-Ibas a renunciar a una oportunidad como esta por mi ¿Cierto? Perdóname papá por ser tan egoísta.

-No, no digas eso, renuncié porque he perdido muchos años en locos viajes, buscando rastros de civilizaciones que ya no existen, y lo que menos me di cuenta es que con cada viaje tú te alejabas más de mí. Verás Nadia cuando seas madre sabrás que en ocasiones los padres cometen errores involuntarios que dejarán repercusiones el resto de su vida, en mi caso me alegro que hayamos limpiado asperezas.

-Sí, se siente bien no estar enfadada contigo.

-Hija quiero preguntarte otra cosa.

-Claro dime.

-Después de todo lo que enfrentaste aquí y conociéndote pensaría que al contrario de tu decisión querrías irte a casa y no permanecer en El Cairo, me inclino a pesar que tu repentina petición de quedarte tiene nombre, ¿O me equivoco?

-Es tan obvio papá.

-Como una noche en luna llena.

-¿Y lo aceptas?, nadie es lo suficiente bueno para ti.

-Te trajo a casa, y por la forma en que te mira, definitivamente te quiere, pero aún eres menor de edad, así que llevemos este asunto con calma, ¿Estás de acuerdo?

-Sí papá, y aprovechando nuestra estancia permanente en el Cairo, me gustaría estudiar arqueología como tú, Egipto ha despertado en mí un deseo oculto hacia la historia.

-Serás una gran arqueóloga.

-Es cierto, tengo al mejor ejemplo a seguir.

Papá me besó en la frente.

-Que duermas bien hija.

-Buenas noches papá.

-Buenas noches princesa.

-Hace mucho que no me llamabas así.

-Bueno, estoy recuperando tiempo perdido.

Ambos sonreímos y Jonathan sale de la habitación cerrando la puerta al paso.

*********

Ya estamos en la recta final, dos capis más y terminamos, más el epílogo of course. Muchas gracias por leer esta historia y por sus positivos comentarios.

Hasta la nueva actualiación

NAPKANAJI (El Secreto De La Pirámide De Saba)Where stories live. Discover now