Capítulo 8

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Realmente me lo he pasado genial en la entrevista. Cuando llego a casa veo que he recibido mensajes de: Giselle, Aaron y West.
Y vuelvo a la vida real. A mis problemas.
¿Sería tan rato enamorarse de otra persona, aunque quieras ya a una?
Odio a West. Por hacerme sentir esto. Tengo demasiadas dudas en mi interior, las cuales no deberían existir.
Decidí anotar una lista de pros y contras. Empecé. Aaron era guapísimo, aunque West también....Acaban empatados. ¡No puede ser! Tengo que considerar todos los detalles. Pienso algo que uno tenga y el otro no.
De repente suena el teléfono.
- Hola.
- Hola ¿Cómo ha ido?
- Genial. Me lo he pasado muy bien.
- ¿Estabas durmiendo?
- No, todavía no.
- Hoy a sido un día agotador.
- También para mí.
- Si quieres te doy un masaje...
Seguramente ahora estará sonriendo. ¿Pero cuál de las dos me gustaba más?
- ¿Que tal tu amiga?
- Bien. Acabo de dejarla en la habitación.
- ¿Habéis cenado bien?
- Sí. Pero me hubiera gustado compartirla contigo.
Por fin me decido. Suspiro y luego sonrió.
- Me voy a ir a dormir. Mañana hablamos.
- Muy bien. Piensa en mí, eh.
- Haré lo que pueda.
- Buenas noches Charlotte.
- Buenas noches, West.
Cuelgo el teléfono pero aún no lo guardo. Busco el número de Aaron y le llamo.
- Hola princesa, te iba a llamar ahora mismo. ¿Qué tal?
- Cansada. Solo te llamaba para darte las buenas noches.
- ¿Te vas ya a dormir?
- Sí, estoy agotada.
- Que descanses, amor.
- Aaron.
- Dime.
- Te amo. Nunca lo olvides.
- Charlotte...
- Solo necesitaba decírtelo. Pase lo que pase, nunca dejaré de amarte. Espero que te lo pases bien lo que queda de viaje.
- Trataré de hacerlo. Hasta mañana. Te amo.
Cuelgo. Tendré que hablar con él cuando vuelva del viaje. Uno en la lista tenía más pros que el otro...

Me desperté por la mañana. Hoy no tenía que entrenar, era mi día libre. Además esa misma tarde llegarán Aaron y Giselle.
Me preparé y bajé a desayunar.

 Me preparé y bajé a desayunar

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- Buenos días Mama.
- Hola cielo. Estoy grabando tu entrevista.
Me senté junto a ella y vi la entrevista.
- Estas guapísima.
A mí madre se le iluminaba la cara. Eso me emocionó bastante. Había pasado por mucho estos últimos años. De la nada la abracé. Ella se sorprendió pero enseguida me abrazó. La quería mucho.
Mi móvil comienza a sonar. Es de un número desconocido.
- ¿Diga?
- Hola, soy James Stuart. Represento a patinadores profesionales.
Sabía de quien se trataba. Él era como un manager para los patinadores que se dedican a dar espectáculos.
- Te llamo porque me encantaría que formaras parte de mi grupo.
¿Yo patinadora profesional? Estaba muy cerca de llegar a mi sueño, pero por el otro lado era una gran oportunidad...
- Mejor sería que habláramos en persona.
- Claro.
- ¿Sabes dónde está el Starbuck de la principal?
- Sí.
- Quedamos allí a las cuatro. Hasta luego.
- Adiós.
Colgué. Mi madre me miraba interrogante.
- ¿Quién era?
- El representante de los patinadores profesionales. Quiere que forme parte del grupo.

Ya casi era la hora de la entrevista. Mi madre me llevó en coche hasta allí. Entramos en el recinto y vi que James estaba junto a West.

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