Capítulo 3

144 14 0
                                    


The London Eye, la rueda monumental de la fortuna que había en Londres. Todos la conocíamos y habíamos visto mas de una vez, pero a decir verdad nunca me había detenido a verla como lo estaba haciendo ahora, suspire mientras esperaba al Agente Andersen mientras la observaba, quería subirme, lastima que ya era demasiado tarde para hacerlo.

Había dicho que, a las diez en punto, pero ya llevaba mas o menos una hora esperando y no se aparecía por ningún lado. Revise mi reloj de mano marcando las once con treinta. Me dispuse a irme ya que al parecer no vendría y solo había perdido mi tiempo, eche un último vistazo a mi alrededor , donde ya no había nadie.

―Lo siento ―lo escucho decir saliendo de quien sabe dónde, tomándome por sorpresa antes de sujetar mi mano para salir corriendo.

―¿Pero qué...? ―menciono mientras corro intentando seguirle el paso.

―Solo corre ―dice con algo de diversión en su voz, y yo no me estaba divirtiendo en lo absoluto.

Recorrimos al menos cinco calles hasta llegar y refugiarnos detrás de un auto estacionado. Observe a Andersen mientras recuperaba el aliento, él me hizo una señal de silencio y espere hasta que minutos despues se escucharon pasos acercarse y con la misma alejarse. Me quede en silencio esperando que dijera algo, hasta que por fin lo hizo y me dio una sonrisa.

―Lamento la tardanza, ya sabes, los deberes de oficio ―comenta poniéndose de pie y abriendo el auto para despues subir, lo imite―. Bien, dime ¿Por qué no tengo que delatarte? ―pregunta una vez ambos estamos dentro.

Me quedo en silencio, ¿Qué se supone que debía decirle? Si quiera había previsto que alguien me descubriera, porque nunca había pasado.

―¿Para quién trabajas? Te lo estoy preguntando de buena manera, no estas atada y no te estoy obligando a nada, solo que sino me dices les diré a los agentes.

―Mafia rusa ―hablo con mi verdadera voz―. Trabajo para la mafia rusa.

―¿Quién eres? ―cuestiona mirándome fijamente y guardo silencio―. Ambos podemos salir bien con esto y tu misión sea cual sea tal vez pueda ayudarte ―me sonríe y lo miro ¿Qué demonios estaba pasando? ¿no era un agente?

―Primero tú, dime ¿Quién eres? ―digo firme a lo cual suelta un suspiro.

―Marc Rivers, doble agente, no trabajo para nadie, solo sigo mis propias reglas ―sonríe―. Vas.

―Bien ―suspiro, pesadamente sintiendo un nudo en la garganta―. Aris Mackartur, criminal y trabajando temporalmente para la mafia rusa.

―Los trabajos temporales no existen ―comenta―. Y ¿Por qué sigues vestida así?

―Es un trabajo temporal y visto así porque se me da la gana.

―Cubierta entiendo, deberías ser mas suelta si realmente eres una criminal, te pareces más a los hombres de traje ―dice riéndose a carcajadas―. ¿Qué trabajo te encargaron? Ya tenemos confianza asi que puedes decirme.

Esta era mi oportunidad, tenía que preguntarle sobre Lirio si él realmente sabia como lucia y en donde estaba mi trabajo estaría terminando en poco y regresaría con mi hermano para su graduación.

―¿Conoces Lirio? ―suelto sin mas a lo que él se muestra sorprendido y un poco confundido.

―Sí. Asignaran a alguien para el caso en una semana. Tal vez te pueda ayudar ―comenta tocándome la pierna mientras sonríe y frunzo el ceño.

―Creo poder sola, gracias ―digo decidida a salir de auto y marcharme.

Si este era el verdadero Andersen o Marc no me interesaba y no me dejaría provocar por sus estúpidos juegos. Tomo la manija de la puerta para jalarla y salir de ahí lo antes posible. Siento como me toma del brazo y se acerca sentándose en mi regazo e impidiéndome salir, me suelta el brazo mientras suspiro y frunzo el ceño, lleva sus manos hasta mi cabeza y saca con cuidado la peluca dejando que mi cabello marrón caiga sobre mis hombros.

LirioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora