Capítulo 57

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Lydia se encontraba sentada en la sala de espera, esperando a que Morell la llamara.

Había llegado hace aproximadamente unos tres minutos y según la secretaria, Morrell estaba atendiendo algo más importante.

Suspiró.

Tenía los pies en el suelo, pero la cabeza en algún lugar lejano, en donde sólo podía pensar en la noche del viernes, y sobretodo en la mañana del sábado.

Podía aún sentir los desesperados labios de Stiles sobre los suyos. Y una ola de temor cruzo por toda su espina dorsal, haciendo que casa uno de sus cabellos se mantuvieran alerta.

La desesperación se había apoderado de ella cuando vio que al chico le estaba costando respirar. Al principio había tratado de calmarlo, pero al ver que sus intentos eran en vano, lo besó.

Pero no fue sólo para tranquilizarlo a él, sino que también para calmarse a ella misma. Fue una caricia para poder hacerlo respirar de nuevo, y aunque fue un acto que salió de algún lugar de su interior, ese simple roce había significado mucho.

Le había traído de vuelta toda una linea cronológica de momentos junto a Stiles que creía haber olvidado. Y se dio cuenta más que nunca que no había logrado sacar a Stiles de su cabeza por nada del mundo. Y cualquier rastro de sentimiento hacia él, seguía estando presente.

Levantó la vista en el momento en la que vio como alguien cruzaba por la puerta. La melena brillante y la expresión de indiferencia se vieron reflejados al poder mirar a Malia parar en seco al verla sentada ahí.

Malia soltó un pequeño gruñido y se acercó a la secretaria. Al parecer la habían dejado esperando, suspiró y tomó asiento al lado de Lydia.

Lydia nunca se había sentido tan incómoda en toda su vida. Trató de mirar al frente todo el tiempo y no atreverse a girar la cabeza hacia el lado de Malia, ante cualquier ofensiva.

— ¿Por que asistes aquí? —finalmente Lydia preguntó, intentando romper el silencio.

Tal vez podía intentar dejar de ser tan odiada.

Malia giró su cabeza y le dió una mirada de interrogación, levantando ambas cejas.

— ¿En serio te preocupa? —la indiferencia y frialdad de Malia llegaron directo al orgullo de Lydia.

Ella se encogió de hombros. Malia puso sus ojos en blanco y volvió a mirar a otro lado.

— Tengo problemas de doble personalidad —explicó Malia luego de unos largos segundos de silencio. Lydia se giró esta vez para mirarla—. ¿Y qué hay de ti?

Lydia la miró sin creer que había decidido soltar las palabras así como así.

— ¿Por que estás aqui? —volvió a preguntar.

Lydia dirigió su mirada al frente, de nuevo.

— Problemas, en general —replicó ella, tratando de parecer despreocupada.

Malia soltó una risa amarga.

— Claro, ¿y problemas en general hace referencia al dolor que te dejó tu novio al enterarte que sólo eras su apuesta? ¿O a que Jackson te haya humillado enfrente de toda la escuela, y tu a pesar de eso te juntas con él?

Vaya, Malia era más directa de lo que creía.

— Es complicado.

— He pasado por eso, genia —Malia soltó otra risa burlona que sacó todo lo malo de Lydia. Se volteó desafiante y la miró directamente.

— ¡¿Puedes explicarme por que el odio hacia mi?! —levantó la voz, sin gritar, pero lo suficiente molesta—. ¡No te he hecho nada que merecer tanto odio!

The Unexpected Queen | StydiaOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz