c u a r e n t a y d o s

130K 10.4K 7.4K
                                    

Conseguí dormir tranquila después de caminar en círculos por la sala de estar mientras Jungkook se quejaba de que no podía ver la televisión, después de tomarme una infusión de manzanilla y después de quedarme tumbada en la cama mirando al techo durante unos cuantos minutos que me parecieron horas. Quizá era de madrugada cuando conseguí conciliar el sueño.

Apenas dormí un par de horas, porque casi al amanecer, mi teléfono empezó a sonar sin pausa, una y otra vez. Fuera quien fuera la persona que llamaba, iba a tener que aguantar a la Hyesun malhumorada e irascible de las seis de la mañana. Me destapé con una patada, alargué el brazo para alcanzar mi teléfono móvil y miré la pantalla con los ojos entrecerrados. En cuanto vi el número del contacto, empecé a preocuparme. Era Namjoon. Estaba segura al doscientos por cien de que había ocurrido algo con Yoongi. Me mordí el labio inferior antes de deslizar el dedo sobre el botón verde de la pantalla, nerviosa.

— ¿Ha pasado algo?

Alguien tosió. — Sí, que quiero irme de aquí y se piensan que estoy loco. 

— Yoongi, me has asustado. — dije, aliviada. Fue inevitable que una sonrisilla curvara mis labios. Intenté borrarla de mi rostro mordiéndome el índice a pesar de que nadie me estaba viendo. — Pensé que habías tenido una crisis o algo así.

— La he tenido.

— ¿Qué? Yoongi, no bromees con estas cosas.

— Joder, tengo hambre y no me dan el desayuno. — Se quejó. Hablaba muy despacio, mucho más despacio que cuando estaba borracho, sorprendentemente despacio. — ¿Eso no es una crisis? Tráeme arroz. Me haría más feliz una hamburguesa, pero me conformaré.

— No puedes comer fuera de la dieta que...

— Gilipolleces. — me interrumpió. —  Tengo hambre. Y sueño. Quiero comida.

— Bueno, eso no es ninguna novedad.

— Hyesun, ven.

— Son las seis de la mañana.

— Bien, gracias por la información. — soltó, irónico. Parecía el Yoongi de siempre, y me alegraba que empezara a escupir sarcasmo como antes. — A veces me sorprende que seas tan inteligente.

— Me irritas. — dije, sin poder dejar de sonreír. 

— Bueno, lo que tú digas. ¿Vendrás con o sin hamburguesa?

— Sin ella. Hoy te has retrasado dos horas con esto de las llamadas.

Le escuché reírse suavemente. Fue la risa más dulce que había oído en mi vida, a pesar de que después Yoongi tosió con fuerza, como si quisiera escupir sus entrañas. Quizá el contexto de la situación hizo que su risilla me resultara tan agradable. Decidí que intentaría llegar lo antes posible para abrazarle. Se lo merecía al fin y al cabo, ¿no?

— Tienes razón.

— Iré allí en cuanto mi madre vaya al trabajo, así no tengo que ir andando.

— Te has vuelto una vaga de mierda.

— ¿De quién habré aprendido..? — Me reincorporé despacio, riendo por el gruñido molesto y frustrado de Yoongi. — Te veo después. No sufras.

Colgó sin decirme nada. Dejé el teléfono en la mesilla de nuevo, bajo la pequeña lámpara, e intenté dormir de nuevo, al menos unos cuantos minutos antes de que mi madre se preparara para ir al trabajo. Pero fui sincera conmigo misma y supe que no iba a volver a pegar ojo, así que me levanté definitivamente, bajé las escaleras evitando hacer ruido para no despertar a Jungkook o a mi madre, abrí varias veces el frigorífico preguntándome qué podía desayunar a las seis de la mañana y acabé cogiendo un bol para echar un puñado de cereales con leche y café. 

Hold me tight » Suga; BTS✔️Where stories live. Discover now