Capitulo 2: ¿Necesitas firmar algo?

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Vuelvo a la realidad cuando mi padre se detiene frente a la escuela. Miro en dirección a la puerta principal y no logro encontrarlo, volteo hacia el estacionamiento y tampoco logro encontrar su auto, observo el reloj y faltan seis minutos para que suene la campana.

Genial, se le hizo tarde.

- Podríamos haber ido nosotros por el – dice mi padre.

- Esta bien, llegara pronto.

Tomo mi mochila y bajo del auto.

- Comer la barra a su hora – me recuerda.

- Claro, como olvidar el alimento más nutritivo del día – menciono girándome a él -, ¿o debería decir el único?

- A veces olvido que eres idéntica a él – dice inclinando la cabeza.

- ¿A quién? – pregunto extrañada.

Mi padre sacude la cabeza con rapidez y se endereza.

- A tu abuelo, era igual de respondón – declara volviendo a mirar al frente -. Entra ya y salúdame a White, te veo en la casa.

Me despido y veo a mi padre salir por el estacionamiento. Subo las escaleras y espero en lo alto para lograr ver cuándo entre el Lamborghini.

Los alumnos empiezan a entrar y veo de reojo como algunos me miran curioso, golpeo mi pie contra el suelo y miro el reloj, siete cincuenta y ocho. Me harto, mis entrañas se retuercen desde ayer, anoche dormir fue una tortura y para este momento mi humor es de perros.

Bufo girándome hacia la entrada cuando escucho un motor irreconocible, vuelvo a voltearme y veo al Lamborghini estacionarse con rapidez. Veo esa melena rubia bajar del auto y correr en mi dirección.

Miro de nuevo el reloj y falta un minuto para las ocho.

Bien logrado White, bien logrado.

Llega hasta mí agitado y apoya una de sus manos en su rodilla mientras que con la otra me estira un vaso.

- Llegas tarde – reprendo.

Lo veo recuperar el aire hasta que se endereza.

- Y tú eres la mujer más hermosa – dice mostrándome una sonrisa coqueta.

- ¿Qué?

- ¿No estábamos diciendo cosas obvias? Porque si es así, tengo muchas otras cosas que decir – menciona tomándome de la cintura y dejando un suave beso en mi frente.

Cierro los ojos y suelto el aire apartándome un poco.

- Dime al menos que vienes tarde para yo ir por el – aclaro poniendo una mano en su pecho.

- En mi defensa se tardaron en la cafetería, yo iba a tiempo.

- Salir diez minutos antes de tu casa no es ir a tiempo – lo miro alzando las cejas.

- Pero logre traerlo – dice alzando la bebida frente a mis ojos - Tu favorito, frappe moka con leche de soya, un shot de avellana, una vuelta de crema batida, chispas de chocolate y chocolate derretido - estoy a punto de tomarlo cuando lo alza. - Beso - se acerca inclinándose.

Estoy a punto de reprochar cuando suena la compaña, ante su distracción aprovecho para alejarme y tomar la bebida de un salto.

- Tarde campeón. Si llegas tempano para otra, tal vez lo logres – digo tomando un sorbo del frappe y entrando a la escuela.

Escucho su suave risa detrás de mí y luego siento como toma mi mochila al igual que mi mano.

El pasillo tenía casilleros a ambos lados de las paredes y el corredor principal era demasiado lago ya que la mayoría de las aulas se encontraban ahí.

Bajo TierraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora