Fragmentos

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La culpa me invadía a pesar de haberle prometido a Chris no investigar sobre el pasado allí estaba yo, hurgando en el pasado. Aprovechaba que no estuviera en casa para ver cada video en el que aparecía. Realmente no me reconocía en ellos, había insultado a Aaron y a su ahora difunta esposa... También estaba Chris, siempre apoyándome. ¿Qué tanto habría querido a Johnson para que inventaran los rumores sobre nosotros? ¿Realmente estaba saliendo con él? En ese caso ¿por qué querría olvidarlo.

Apagué la pc, me sentía abatida por tanta información, mi cabeza comenzaba a doler. Quisiera al menos un fragmento de mis recuerdos. Pero... Recuperarlos podría significar que mis sentimientos cambiaran y no estaba segura de querer eso.

Tomé mi abrigo que colgaba de la silla y salí, necesitaba aire fresco. Una camioneta se encontraba estacionada frente a la casa, se me hacia conocida. Estaba segura de haberla visto seguido por el barrio. Ignore aquella sensación de inquietud y me dispuse a caminar. Una persona que ni recordaba sufría por mi causa y yo vivía mi vida sin interesarme en él. No puedo ser tan buena si es así. Las calles estaban parcialmente casi deshabitadas esto se debía a que era lunes además de que a esta hora todos están ocupados, menos yo. Qué no sabía que demonios hacer.

Realmente estaba entretenida en mis pensamientos por lo que me sorprendí cuando detuve mi caminar frente a un edificio, al parecer era una institución bastante lujosa. La miré entre cerrando los ojos, estaba segura de haberla visto en algún lado. La puerta de la misma se abrió y de ahí salió una mujer algo estirada a mi parecer. Ella me miró y sentí su desprecio con la mirada, hubiera reaccionado pero mi mirada se desvió de ella rápidamente al ver a Aaron detrás de ella. Él tenía a una niña bonita entre sus brazos, esa debía ser su hija. La niña extrañamente se alegró al verme y comenzó a saludarme efusivamente con su mano. Johnson se acercó a mi tras despedirse de aquella señora de traje.

Su nariz estaba sana, cosa que agradecí. Su mirada ya no era acusadora, pero su tristeza seguía presente en sus ojos, una sonrisa intentaba disimular aquella sensación.

-Hola. -Saludé a la niña tendiendole la mano, ella parecía conocerme.

-Lamento lo que paso la otra vez. -Se disculpó desviando la mirada. Sentí la necesidad de ver su ojos, la tensión era incomoda. Había tanto de que hablar y su hija estaba en medio. -Voy a llevar a Romy a la plaza. ¿Quieres venir? -Aquella pregunta sonó forzada, quizás realmente el estaba dolido. No podía imaginar como se sentía estar en su lugar.

-Está bien. -Respondí dedicándole una sonrisa a la niña presente.

Aarón depositó a la pequeña en el asiento trasero y posteriormente abrió la puerta del copiloto como todo un caballero. Cuando tomé asiento el ingresó y colocó las llaves.
Miré por el espejo, me daba curiosidad el comportamiento de la joven, no era inquieta, era muy calmada quizás más que yo.
Miré a Aaron y me encontré con la razón por la cual no arrancaba el auto, estaba fumando, con la ventana abierta aun así sentía que contaminaba el ambiente.

Lo fulminé con la mirada y el se sorprendió porque abrió los ojos de par en par, le quité el cigarro de su boca y lo arrojé por mi ventana.

-¿Qué haces? -Cuestionó indignado, nuestras miradas finalmente se habían conectado. Por un minuto me perdí en sus ojos, pero logre reaccionar antes de que aquello se notara. -Es un mal hábito, además está tu hija en el auto.

El mordió su labio para acallar alguna palabra y se dispuso a conducir. Yo por mi parte permanecí en el asiento y entonces recordé, que yo tenía novio, Chris. No dejé que mi mente me torturara y rápidamente me puse a pensar en otras cosas. El auto se detuvo frente a una hermosa plaza, estaba repleta de juegos aun así no había muchas personas.

Mientras que Romy jugaba en un tobogán, Aaron y yo la mirábamos desde un banquillo, ninguno hablaba pero debes en cuando nós dedicábamos alguna que otra mirada. Miré a Aaron por décima octava vez, este tenía la mirada perdida o quizás solo miraba a su hija para evitar mi mirada, de todas formas se veía atractivo. Sentí una punzada en mi cabeza en ese instante por lo que lleve mi mano a mi frente como un intento inútil de frenar ese dolor. Cerré los ojos por un momento y lo vi, Johnson y yo besándonos. Abrí los ojos pasmada por la escena, ahora mi acompañante me miraba con preocupación.

-¿Estás bien?

Cuestionó intentando que yo le respondiera, cosa que no sucedió solo me quede mirándolo fijamente intentando obtener de él cada recuerdo nuestro. Su mano se situó en mi mejilla y la acarició intentando obtener alguna respuesta mía. Una punzada aún más fuerte se hizo presente y está vez no pude contener el quejido de dolor. Aaron, era Maximoff, él era mi platónico. A mi mente la invadieron varios momentos abrumadores, quería pensar que eran falsos pero se veían tan reales. Sam me había pedido que cuidará a Aaron, yo realmente le había robado a su esposo. Esos recuerdos fue lo único que necesité para reconocerlo. Yo había dañado a varias personas por un amor que recién ahora recordaba.

-Necesitas un doctor, tu temperatura está alta. Buscaré a Romy y te llevamos. -Anunció antes de levantarse. Tomé su muñeca para evitar que este se fuera de mi lado.

-Acabo de recordar algo. -Le dije hablando por primera vez después de haber transcurrido aquel lapso de tiempo. No estaba segura de porque mis palabras habían salido de mi boca, ni tampoco sabía que hacer ante esa situación. Ya no era inocente, porque había recordado todo.

-¿Ah sí? ¿Qué recordaste?-Cuestionó mirándome con atención. La preocupación no desaparecía de su rostro. No debí haber dicho nada.

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Hola! Bueno hasta aquí el capítulo de hoy, espero que les guste y gracias por todos sus comentarios, en serio me encanta leerlos ♡♡♡

Por alguna razón no me llega la notificación de que la historia ha sido actualizada, avísenme si les llega. Gracias

Ordinary girl || Aaron Taylor Johnson ||Where stories live. Discover now