Del Odio Al Amor

16.

Los últimos días y su última oportunidad se escapaba de sus manos...

Había evitado al rubio el último tiempo, pero ahora que el realmente quería hablar con él, no había podido acercarse en lo más mínimo.

Por algunos rumores de pasillo, Aomine había escuchado que Kise había terminado toda relación con el idiota de Haizaki, y  sintió una alegría indescriptible al enterarse, sin embargo, no podía confirmar el hecho, ya que, en cada ocasión que quiso hablar con el rubio, este corría o lo ignoraba.

Satsuki le había dicho que el rubio iría a Kaijo... También le había dicho que Tetsu iría a Seirin, y a raíz de eso quiso cambiar de escuela, pero luego se retracto y sólo se dedicó a lloriquear porque no vería más al Omega peli celeste... Aunque ella también era una Omega.

Las actividades del club habían acabado y sólo les restaba la ceremonia de graduación, Aomine busco entre todos a sus compañeros de equipo, pero noto que cada uno estaba en lugares diferentes y no habían rastros de Kise.

-oí, Murasakibara- dijo acercándose al Titan que estaba comiendo unas galletas- ¿has visto a Kise?

El Titan lo miro unos segundos y luego pensó mirando al vacío.

-Ryo-chin estuvo en la ceremonia y después se fue con Cejas-chin- aquello le hizo hacer una mueca de disgusto

-¿cejas-chin? ¿Quién demonios es ese idiota?- el Titan lo miro con la misma expresión aburrida de siempre.

-es el nuevo amigo de Ryo-chin- al moreno le hervía la sangre- dijo que tenía que trabajar y se fue junto a cejas-chin y Tetsu-chin

Aomine no se quedó a oír el resto y camino en dirección a su hogar, más de una chica linda le había pedido que se detuviera para hablar pero el solo quería llegar a casa y dormir...

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Luego de una linda ceremonia, el rubio comenzó a despedirse de aquellas chicas que siempre estuvieron con el, recibió algunas, muchas a decir verdad, confesiones tanto de chicas como de chicos y declinó todas ellas.

-¡Oi! Kise- el rubio se volteó y vio al pelirrojo correr hacia él.

-Kagamicchi, ¿que haces aquí?- preguntó llegando a su lado.

-la sesión de hoy es junto a ti, y como era tu graduación vine a ver...- a pesar de que Kagami le hablaba a él, Kise pudo notar que el pelirrojo buscaba algo a su alrededor

-si buscas a Kurokocchi, el esta un poco más allá, si gusta puedo llamarlo- dijo Kise sonriendo y notó como el contrario se sonrojaba un poco.

-No, no, yo no... Bueno... Si pudieras...- Kagami se pasaba la mano por la nuca y hablaba cada vez más nervioso.

Kise sonrió y fue en ese instante que apenas noto aquel pequeño ramo de flores que el chico traía.

Llamo a Kuroko y no quiso molestar por lo que decidió alejarse.

Comenzó a caminar hacia su departamento, hoy sería el último día que estaría allí...

Entro y recordó el primer día ahí, era joven y estaba tan emocionado en aquel momento que no pudo evitar sonreír al pensar en ese día, a medida que entraba al lugar, tantos recuerdos había tenido ahí, recuerdos buenos y malos, pero que le habían hecho ser la persona que era.

Llegó el dueño del departamento y Kise le entregó su llave, al fin dejaba todo detrás...

Comenzó a caminar por la ciudad sin mucho ánimo, aún vestía su uniforme y aún era temprano para la sesión fotográfica.

Pensó en Kagami y Kuroko, esperaba que ambos chicos fuesen felices de ahora en adelante, los quería a ambos y de corazón les deseaba felicidad. También pensó en Atsushi y Himuro, estaba seguro que el Titan se había fijado en el pequeño.

Con una nostálgica sonrisa recordó su equipo de baloncesto y su mente recordó al moreno... Esperaba poder desaparecer de la vista de Aomine, pero sabía que era difícil, casi imposible.

A su teléfono llegó un mensaje y recordó que debía cambiar su número, era su nueva agente, nuevamente era una chica, la agencia se negaba a dejar a un hombre con el y menos aún a un Alfa.

Kise-san, es necesario que vayas a dejar tu certificado de graduación a Kaijo cuanto antes.

Envio la respuesta y comenzó su caminata en dirección a Kaijo.

-Hey, ¿Kise, verdad?- Kise se volteó y vio al mismo chico de la vez anterior

-¡Kasamatsu-senpai!- grito el rubio y se lanzó a abrazar al moreno.

-aún no soy tu senpai, ¿recuerdas?- el moreno correspondió el abrazo haciendo que Kise se sonrojara un poco.

-bueno... Falta poco para eso- Kise rió nerviosamente- por cierto, necesito ir a dirección a dejar un papel ¿me acompañas? Es que no me quiero perder- Kise hizo un puchero y se veía adorable.

-de acuerdo- Kasamatsu solto una pequeña risa mientras comenzaba a caminar- por cierto, ¿por qué estás con uniforme?

-ah, hoy era la graduación, de hecho eso es lo que vengo a dejar- el moreno lo miro sorprendido

-wow, felicidades- busco algo en sus bolsillos y tomó la mano de Kise para dárselo- ten, no es mucho pero espero lo cuides.

Kise miro su mano y Kasamatsu le había dado un pequeño llavero con un balón de Baloncesto, el rubio se sonrojo un poco y agradeció mucho aquel gesto.

Estuco hablando con el moreno durante varios minutos, pero debía ir a trabajar por lo que se tuvo que retirar, Kasamatsu le dio un papel con su número para que le llamara luego y nuevamente Kise le hacía competencia a un tomate, con una gran sonrisa, se fue de allí...

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Caminó hacia la casa de Kise pero no había señal del rubio. Aomine estaba más que molesto ahora, estaba hace media hora tocando la puerta de la casa del rubio y nadie salía.

Había llamado incontables veces a su teléfono, en un comienzo le mandaba a buzón, pero luego de un rato sonaba apagado.

-¡Demonios!- golpeó la puerta y vio a un hombre a su costado

-disculpe, ¿necesita algo?- el moreno lo miro de mala manera en un comienzo pero luego relajo su expresión.

-busco a Ryouta- dijo tocando el timbre nuevamente.

-ah, el inquilino de ahí devolvió las llaves está mañana, si necesitas sacar algo puedo abrirte la puerta- y fue en ese momento en el que Aomine pensó que había perdido la batalla...

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Holas!!! Espero les guste este Yukio, más tierno y menos Tsundere jejeje por el momento nos vamos a enfocar en estos personajes de aquí, nada del Chihuahua ni de tsunderima, por ahora.

Eso. Saludos!!! 💜