21.

3.7K 315 155
                                    

-puedo hablar contigo...- Aomine miro al chico a su lado- a solas.

Aomine había intentado acercarse al rubio toda la tarde, ¡Claro que lo había intentado! pero su "novio" no le dejaba solo ni para ir al baño, por lo que, al as de Touo no le quedo de otra que hacer un acercamiento directo.

Kise miro a Yukio y luego le respondió a Aomine

-no tenemos nada de qué hablar- Aomine se molestó por eso pero contuvo toda muestra de ira en su expresión.

-entonces lo diré aquí- Kise por algunos segundos se aterro, pensando en la infinidad de cosas que Aomine podría decir en aquel momento- quiero disculparme- y eso era algo que el rubio nunca pensó oír de parte de Aomine.

-¿Qué has dicho?- estaba incrédulo, más que incrédulo, impactado por lo que sucedía.

-me quiero disculpar, he sido un idiota desde que te conocí y me arrepiento por ello...- Aomine paso su mano por su nuca mientras desviaba la mirada- quiero que seamos amigos.

Kise aún estaba demasiado sorprendido como para reaccionar, pero Yukio estaba más que molesto, sabia de las intenciones de Aomine, y aunque no estuviese en lo correcto, no quería que nadie se acercara al rubio además de él. Solo él podía mirar a Kise, solo él podía escuchar su risa, solo el merecía su tiempo.

-me... me has sorprendido...- dijo el rubio entre nervioso y aun shockeado- yo...- Aomine levanto la vista y vio una pequeña sonrisa en los labios del rubio- de acuerdo... seamos amigos.

La sonrisa de Aomine se hizo más grande de lo que Kise había visto jamás, desde lejos, Momoi sonreía al ver la expresión de su amigo, Kuroko y Kagami también miraban aquella escena con una sonrisa, incluso Akashi que estaba muy cerca del castaño de Seirin miraba un poco feliz el acontecimiento.

Pero quien no estaba para nada feliz con aquella escena era Yukio... "amigos" le había dicho Kise a aquel chico, que no le agradaba para nada, pero lo más importante era que ahora el estaría hablando con Kise... le vería más seguido... quizás saldrían juntos... pero él no permitiría aquello. Jamás dejaría que sucedería.

Luego de aquella situación, las cosas retomaron su curso, en conjunto, todos los equipos habían logrado terminar antes de que oscureciera, y ahora se dedicaban a jugar básquet, toda la Kiseki reía mientras veían pelear a Aomine y Kagami.

Toda la Kiseki, menos uno, que estaba más concentrado en acaparar la atención de aquel pequeño que temblaba ante su presencia.

Habían pasado una bella tarde en conjunto, algo lindo que esperaban no fuese una única vez. Todos los equipos comenzaban a retirarse, hasta que Aomine corrió donde Kise, muy alarmado por decir poco.

-¡Kise!- grito mientras agitaba la mano. El rubio caminaba o más bien estaba siendo jalado por su pareja en dirección a su hogar.

-Aomine, ¿Qué sucede?- dijo son una sonrisa un tanto incomoda que Aomine no supo descifrar.

-nada... yo... solo quería pedirte tu número... ya sabes, para hablar por WhatsApp o algo- dijo el moreno al que poco y nada le molestaba o intimidaba la presencia del novio del rubio.

-claro, dame un segundo- pero ese pequeño acto, que para Kise no fue tan relevante, y para Aomine le dio una gran alegría, hizo que Yukio se molestara por completo.

Luego de ello, Aomine se fue sonriendo y Kise retomo su camino de la mano con su novio.

Habían llegado a casa del rubio, durante todo el camino, no habían dicho palabra alguna, Kise no le dio mucha importancia hasta que noto que Yukio ni le miraba.

-Yukio-san... ¿pasa algo?- Kise se acercó a su senpai y cuando puso una mano cerca de él, su muñeca fue presionada de manera brusca.

-no quiero que hables con ese idiota- Kise nunca había visto algo parecido en el rostro de Yukio.

-Y-Yukio... me lastimas...- se quejó débilmente.

-nunca te atrevas a acercarte a el- Yukio se acercó un poco más a Kise- ¿me oíste?

Yukio le soltó, aunque lo hizo con tal brusquedad que Kise se golpeó con la mesa de centro, quedando arrodillado en el suelo.

-Kise, lo siento... ¿estás bien?- Yukio le miro preocupado, al menos eso vio el rubio, mientras con su mano acariciaba la muñeca de Kise que comenzaba a enrojecer- nunca pasara otra vez... Kise, te amo...- Yukio se disculpó incontables veces mientras besaba su muñeca.

Y con un delicado beso en sus labios, Yukio había hecho que todos los pensamientos de Kise se calmaran, después de todo, su novio le había dicho que no sucedería otra vez.

*********************************************************************************

Aomine le hablaba cada mañana, pero Kise pocas veces le respondía, pero era por una razón muy importante, al menos él la veía así, a Yukio le molestaba que le contestara, por ello, se limitaba a responder solo aquellas cosas importantes.

Estaba en maquillaje en aquel momento, se estaba preparando para una sesión y Yukio no había podido acompañarle, razón por la cual, estaba hablando con toda la Kiseki en un grupo que habían creado. Estaba muy entretenido en eso, cuando la maquillista le hablo con un tono preocupante.

-¿Kise-san... puedo preguntarle algo?- la chica se veía nerviosa, cosa que a Kise le llamo la atención, ya que, luego de mucho tiempo trabajando juntos ella nunca había estado así.

-claro, puedes preguntarme lo que sea- dijo con su característica sonrisa

-¿Cómo se hizo esas marcas?- la chica señalo su muñeca, y como claramente había una marca de dedos en ella.

-ah, eso...- Kise no quería responder con la verdad, ya que, se podría malinterpretar- el otro día resbale y un amigo me sostuvo para que no cayera...

-ya veo...

La chica no pregunto nada más, pero no quedo conforme con la respuesta.

***************************************

El tiempo pasaba más rápido de lo que Aomine quisiera... al menos podía hablar con Kise por el teléfono... aunque fuesen algunos segundos.

El rubio ya estaba por pasar a su segundo año y su senpai estaría en tercero, por lo que Aomine pensó que estaría preocupado por exámenes y esas cosas, dándole más tiempo para convivir con el rubio.

Pero grande fue su sorpresa al ver que en cada junta, la ausencia del rubio era notoria.

Más que notoria, evidente. Kise no había ido a ninguna de sus juntas luego de aquella vez en el parque...

A pesar de lo sucedido con Kagami anteriormente, se habían hecho amigos, aunque peleaban, eran amigos, al igual que con el resto. Pero Aomine necesitaba ver al rubio.

Cuando habían pasado cerca de ocho meses desde que había visto al rubio, apareció un día, como si nada.

Pero lejos de estar feliz, Aomine sintió ira al ver aquel corte en su ceja, como si le hubiesen dado un muy fuerte golpe...

i

Del Odio Al AmorWhere stories live. Discover now