Del Odio Al Amor

37.

Sentía que se moriría en cualquier momento... nunca, pero nunca, ni en su más loco sueño había pensado que Kise le diría algo así.

-... ¿Qué... Qué has dicho?- Aomine lo miraba fijamente mientras que no sabía que expresión poner.

-Daiki...- Kise tomó la mano del moreno y le miró fijamente mientras en su rostro un pequeño sonrojo se hacía presente- ¿Me permitirías ser parte de la familia Aomine?

Aomine lo tomo en sus brazos, junto con el pequeño Aoi y comenzó a besar el rostro de su amor.

-¡Claro que sí! Cielos... Me encantaría... lo amaría... te amo...- Aomine sonreía mientras besaba a Kise.

El pequeño Aoi soltaba algunas risillas viendo su padre le besaba, cosa que hizo que los dos se enternecieran.

-Dios... debí pedirtelo antes...- suspiro mientras le daba un pequeño beso a Kise- no sabes lo feliz que estoy en este momento.

-gracias...- susurró el chico mientras se escondía en el torso de Aomine y ponía a su bebé a descansar en los brazos de su padre.

-gracias a ti... Mi amor... mi todo...- Aomine acarició el cabello del rubio mientras con su otra mano mecía a Aoi.

Kise saco una caja de sus bolsillos y puso un anillo en el dedo anular de Aomine.

Kise acercó sus labios al anillo recién puesto y depósito un pequeño beso.

-te amo...- dijo para luego besar los labios del moreno.

Nada podía arruinar la felicidad de la pareja...

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El  tiempo pasó más rápido de lo que pudiesen querer.

Aomine estaba por graduarse de Policía, y Kise había conseguido una gran fama en el medio del espectáculo.

La pequeña Naomi Aomine había nacido hace poco y los padres de Aomine comenzaban a acostumbrarse a la nueva rutina de crianza.

Aomine y Kise paseaban por el parque mientras hablaban de cosas sin importancia.

-pienso que lo mejor sería que trabajaras desde casa...- Kise le vio feo- no me malinterpretes, pero preferiría saber que estas seguro en casa... además no quiero que nadie vea a mi prometido con otros ojos.

Aomine le dio un pequeño beso en los labios a Kise mientras pasaba su mano por la cintura del rubio.

-nadie me ve así... sólo tu eres un Ganguro caliente que siempre pone sus manos sobre mi...- dijo mientras quitaba la mano del moreno.

-es que apenas puedo resistir... eres demasiado sexy mi amor...- ambos hablaban mientras seguían coqueteando.

Kise vio a lo lejos a un chico que podría reconocer en cualquier lugar.

-Hola...- hablo nervioso mientras se acercaba a él.

-buenas tardes...- el chico le respondió con una sonrisa- me alegro que hicieras lo correcto.

Kise pensó que rompería en llanto... pero sonrió alegremente.

-él es el pequeño Aoi... y mi prometido, Aomine Daiki- dijo orgulloso mientras el moreno le veía atentamente.

-Aoi... es un bello nombre...- susurró el chico mientras pasaba su mano por la mejilla del bebé.

-así es... espero que en un futuro sea capaz de hacer feliz a una persona en problemas.