Capítulo 2.

7K 508 5
                                    

Salí de la casa con las llaves de mi auto en mano y me dirigí a éste mismo, subí algo distraído y al estar dentro dejé caer mi frente sobre el volante.

Basta, Derek.

Veo mis rodillas y muerdo mi labio, suspiro cansado.
Tantas cosas que procesar en muy poco tiempo, mi mente no sabía en qué enfocarse y yo tampoco. Oh bueno... Puede que sí en algo.

Stiles

Cierro mis ojos y hago aparecer una imagen de él en mi mente, recuerdos. Su rostro frente a el mío, sonriendo, sus ojos con ese brillo de felicidad y observándome... después de ver a los delfines en el Zoo se había puesto tan emocionado, era cómo si nunca los hubiera visto antes pero aún así podía sentir cómo daba brincos de la felicidad y eso me hacía feliz a mi.

Entonces sentí algo en mi, algo extraño pero... Calido. Sentía... su presencia.
Sacudí la cabeza varias veces y arranqué el auto pulsando todo el acelerador, el auto (el cual era nuevo ya que el Camaro había sido destrozado en el accidente) avanzó de inmediato y tomé camino a con los demás.
Debía controlarme. No quise seguir escuchando la platica de Peter sobre aquella conexión espiritual siendo un tema tan nuevo para mi y por esa misma razón también me quería quedar, tenía tantas preguntas pero no podía seguir ahí.

En menos de diez minutos llegué a la casa de Scott en la que acordamos encontrarnos ahí. Bajé del auto algo mareado y me recargué en la puerta, sentía un dolor en la cabeza muy raro e insistente, traté de ignorarlo y seguí caminando a la casa, toqué y la puerta se abrio dando a ver a Lydia.

—Anda, que ya estamos todos.—asiento y entro, camino en dirección a las voces que puedo escuchar y llego a la sala en la cual las miradas de todos se posicionan en mi, les regresó la mirada y Scott se levanta acercándose a mi.

—Es bueno que hayas venido.

—No hagas que me arrepienta.—él levanta las manos en señal de inocencia y se aleja unos pasos ya para hablar hacía todos.

—Bien. Jhonnatan Lace, veinte y tres años de edad, no es un tipo muy libre de problemas, por lo que se sabe de él muchos lo siguen por deudas atrasadas y créanme que no por la renta.

—Al punto, Scott.—él asiente varias veces, puede que estuviera nervioso pero se me hacía raro.

—Tengo una pequeña teoría. Es posible que él sólo venga aquí para cobrarte algo del pasado, para pagar sus deudas, pero aunque sea todo un macho no creo que pueda contigo así que utiliza a Stiles en ese sentido.—muerdo mi labio y me apoyo en la mesa de alado por dos razones, por reflexionar sobre lo que dijo y por que el dolor estaba empezando a aumentar.

Okay... Enfócate Derek, concéntrate en Stiles, está en peligro, no por un estúpido dolor de cabeza te irás, los chicos te necesitan.

Pero el dolor era insoportable, cada ves empezaba a empeorar. Apreté los dientes fuertemente.

—¿Derek? ¿Estás bien?—volteo con Allison y asiento algo desorientado, todos dirigen su mirada a mi preocupados. Repongo mi postura y tomo aire para luego verlos, todos estaban observándome con detalle cómo si algo en mi fuera a cambiar. Frunzo el ceño y los veo fijamente, al parecer notan la mirada en la que me mirarme y toman su postura anterior.

Creo que ahora sé por qué estaba nervioso Scott.

—¿Qué me están escondiendo?—todos alzan la mirada y se miran entre ellos.

—Nada, ¿Qué te esconderíamos?—habló Isaac indiferente, su corazón latía normal, podía escucharlo y entonces puse atención a el de los demás, todos se escuchaban normales... Fue cuando escuche un ritmo diferente, uno acelerado.

Bingo.

Me acerco a Lydia lentamente y la veo fijo a los ojos, ella se mantiene recta y sin ningún rastro de nervios pero no me dirigía la mirada y su ritmo cardíaco era mas rápido que el de los demás. Hago una sonrisa algo forzada.

—Lydia...—ella dirige su vista a otro sitio pero no me mira. Desaparezco la sonrisa y la veo serio.—¿Qué me están ocultando?—dirige su mirada a Scott y de inmediato me voy a él.—Será mejor que me digan qué están...—y de un momento pierdo la fuerza en mis piernas y caigo contra el suelo, todos reaccionan de inmediato y se acercan a mi tomándome a el sillón, me recargan por completo en éste mismo y mi vista se hace levemente borrosa.

—¿Pero qué...?

—Debe ser la unión, están muy lejos de sí mismos.- veo a Scott incrédulo y con algo de fuerzas y enojo interior le pregunto.

—¿Y tú... cómo sabes eso?—todos se miran de nuevo y luego a mi, entonces comprendo.—Peter...

—Si, él nos lo dijo. Lo tomamos como una teoría para ver el por qué de que el sujeto estuviera aquí y pensamos que podría ser por ésto o para lograr matarte con ello pero al parecer sólo es un arma, lo utiliza en contra tuya, ese es su plan.—habló Malia seria. Antes de poder hablar suelto un quejido tocándome mi frente.

—Maldición...—tomo aire y asiento repetidas veces.—¿Entonces por eso estaban...—trago saliva empezando a sentirme algo cansado.—nerviosos?

—Algo así. No sabíamos nada sobre la manera de unirse los Soulmates o al menos sobre ellos y tampoco sabríamos cómo te comportarías por éste cambio en medio de tu proceso.—explicó Isaac. Tomo aire de nuevo, sentía cómo si ya no pudiera respirar.

—Pero tenemos otra idea.—veo expectante a Lydia.—puede que te encuentres mejor si te encuentras con él de nuevo, terminaría la unión y entre ambos también terminaría el dolor y...

—Un segundo, ¿Estás diciendo...—trato de tomar aliento.—que Stiles está sufriendo lo mismo?

Lydia baja la mirada y asiente, aprieto mis nudillo tanto por el dolor cómo la impotencia de ir con el y parar su dolor por que puede que yo sea un hombre lobo y resista mas pero... Stiles no es débil pero tampoco lo suficiente fuerte para resistir.

—Stiles...—pero mi conciencia no pudo mas, mis ojos se cerraron dejándome escuchar a mi al rededor. Pero antes de caer ante la oscuridad pude captar una diferencia.

Había un latir de corazón mas...


Alguien nos estaba escuchando...


Entonces me desmayé.

SoulMate «Sterek» (RTT#2)Where stories live. Discover now