Capítulo. 8

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Desperté exasperada y sin aire.

Había tenido una pesadilla.
Una horrible pesadilla.
Mi cara estaba humeda, no me había dado cuenta que lloraba.
Al darme cuenta comence a llorar de nuevo.
La odio la odio con toda mi alma.
Ella no sólo aterrorizaba mi vida , también mis sueños, arruinaba todo lo bueno que tenía, lo que me hacía feliz y lo que me daba paz pues ella también me odiaba, odiaba mi existencia y era por eso que me tenía aquí por que quería que mi vida fuese mas miserable, quería acabar conmigo a toda costa pero yo no la dejaría, no lo hare.
-Te odio - susurré- Te odio.
Limpie las lágrimas que habían salido.
Mire el reloj que se encontraba en mi buró, faltaban 2 horas para ir al instituto, podía seguir durmiendo pero ya no me quedaban ganas de hacerlo. Así que me levanté y comencé a preparar mis cosas.
Pronto llego la hora de irme, aún era demasiado temprano, pero no me importo me fui mucho antes de que Olivia despertara.
Hacía frío así que saque un cigarrillo y lo fume mientras esperaba a que llegara Rachel.
-Hey, ¿no compartiras conmigo pequeña Romina?
La voz de Erick me sobresalto.
Sonreí.
-No,es sólo mío.
-Vamos, no seas egoísta- se acercó a mí.
-No.
Expire el humo sobre su cara, restregándole que no compartiría mi cigarrillo con el.
Una sonrisa se formó en sus labios.
-Eres mala ¿Lo sabes no?
-Si.
-Hace frío Romina- se quejó haciendo fricción con sus manos.
-Lose pero no quiero compartirlo.
Entonces llegó Rachel.
-Hola- nos saludo.
-Hola-dijimos al unísono.
-¿Romina?
-¿Si?
-Te ves...diferente.
-No, estoy bien.
-No, de hecho ella tiene razón, te ves cansada.
-Si, cansada ¿Que te pasó Romina?
-Nada.
-Romina...
-Bien, no dormí bien.
Rachel me dio una mirada de 'no te creo'
-¿Y por que no dormiste bien?-cuestiona Erick.
-No podía dormir.
-¿Y por que tanta preocupación por Romina?-le cuestionó Rachel a Erick.
-¿De que hablas?
-De que antes lo único que querías con Romina era acostarte con ella y ahora ¿eres su amigo?
-Oh pues... Yo me di cuenta de que ella no es como pensaba y que nunca debí hacer lo que hice.
Ella le dio la misma mirada que me había dado a mi antes.
El timbre para entrar a clases nos sacó de este momento incómodo.
-Vamos Romina, debemos ir a clases.
Me tomo del brazo.
-Adiós Erick.
-Adiós.
-¿Que te pasa?- cuestionó cuando ya estamos lejos de Erick.
-No confío en el.
-¿Pero porque?
-No lose, nadie cambia así.
-Tal vez si lo hizo.
-No lo sé, no deberías confiar en el.
"Confías en mi"
"Si"
Recordé aquella promesa que le había hecho, el confiar en el. No entendía por qué Rachel desconfiaba de el pero ella tenía un punto, nadie cambia tan rápido.
-¿Romina?
-Si, no confiaré en el.

[***]
Las clases comenzaron, mis párpados pesaban, tenía tanto sueño que en cualquier segundo dormiría en mi pupitre.
-Hey, en el baño puedes dormir un rato, ve- me susurra Rachel.
-Es muy buena idea, gracias.
Me levanté, pedí permiso al profesor y me dirigí al baño, me senté en un excusado y al instante me quedé dormida, hasta que alguien tocó mi puerta.
-Hey deberías salir, el profesor se dará cuenta.
-Si yo... Ya voy.
Salí y lave mi cara para despertar.
-El profesor ha preguntado por ti y me ha mandado a buscarte.
-Oh si yo no he dormido bien.
-No te preocupes.
-Vamos.
Regresé a clases, aún moría de sueño pero resistí hasta que terminó.
-Tengo que ir al baño- me dice Rachel.
-Si te espero.
-Okay.
Esperaba a Rachel cuando alguien me tapó los ojos y la boca, arrastrándome entre la multitud de alumnos a un lugar oscuro.
-¿Que diablos? ¿Quien eres?
-Soy Ryan.
-¿Ryan?
-Si salimos la otra noche.
De pronto las luces se encendieron, el las había encendido. Nos encontrábamos en un salón vacío, que jamás había visto.
-¿Por que me trajiste aquí?
-Quiero repetir lo de esa noche.
-¿Que?
-Si.
-No, yo te dije que no vuelvo a repetir.
-No me importa- se acercó a mí y yo retrocedí.
-Dejame salir.
-No.
-Ryan, dejame salir.
-No, lo harás por las buenas o por las malas.
-Ryan basta esto no es divertido.
-Vamos Romina puedes hacerlo como esa noche.
-No, no lo haré - comencé a rodear una mesa.
-Romina...
-No.
Entonces los dos comenzamos a rodear la mesa, un enorme pánico se apoderó de mí, su rostro parecía el de un psicópata. Minutos después logró atraparme y me tomo de la cintura.
-¡Basta! ¡Sueltame!
-No, serás mía.
Comenzó a pasar su lengua con lujuria por mi cuello lo cual me causó unas enormes ganas de vomitar y no logre soportarlo un minuto más, mi puño se encuentro con su rostro de una manera brusca y así logre sacarme de su agarre.
-Te dije que me soltaras - digo retrocediendo.
-¡Eres una Estúpida!- grita deteniendo la sangre que corría por su nariz.
Un escalofrío recorrió mi espina dorsal y erizo mi piel, este chico daba miedo de una manera que no podía creer.
Un segundo me tomo para que mis piernas reaccionarán y corriera hacia la puerta pero estaba cerrada, pánico y terror se apoderaron de mi de nuevo.
Ayuda! ¡Ayuden...- volvió a atraparme y está vez me tiro bruscamente al suelo haciendo que me golpeará la cabeza, me tomé la cabeza con las manos y sentí sangre.
-Romina yo... Lo siento pero me hiciste enfurecer - se acercó a mi preocupado y trato de tocarme pero rápidamente lo aparte.
-No me toques - digo furiosa.
Su expresión de preocupación cambio rápidamente al ver mi actitud y se transformo en una furiosa y psicópata de nuevo.
-Hagamos esto ahora- se acercó a mí, me tomo las muñecas y las puso por arriba de mi cabeza, subió encima de mi y comenzó a quitarme la ropa.
Sueltame!
-¡Cállate!
Comenzó a besar de nuevo mi cuello.
-¡Basta!
Las lágrimas comenzaron a salir de mis ojos.
-¡Que te calles!
Me abofeteo.
Entonces la puerta se abrió de golpe y quitaron de encima a Ryan de un golpe.
-¿Estas bien?
Esa voz.
Abrí los ojos y vi a Erick. Limpie las lágrimas bruscamente y me lancé a sus brazos.
-Si.
Pero pronto me quitaron a Erick y lo lanzó a un lado lejos de mi. Ryan se acercaba a mi rojo de rabia, me tomo del brazo y me beso a la fuerza mientras que yo me retorcía como loca. Pero pronto Erick lo lanzó lejos de mi y está vez comenzó a golpearlo sin parar, Erick estaba tan perdido en su propia rabia que no escuchaba lo que yo decía.
-Erick para.
Pero no me escuchaba. Hasta que tome todo el aire que pude y grite a todo pulmón.
-¡Erick!
Fue entonces que se detuvo y se giró a verme.
Las lágrimas no paraban de salir de mis ojos.
Su rostro lleno de rabia se transformó a preocupación. Dejo a un lado a Ryan que ya había perdido la conciencia y estaba lleno de sangre.
Erick tenía los puños llenos de la sangre de Ryan, se acercó a mí y acarició mi mejilla mientras que yo disfrutaba de su toque.
-¿Te hizo daño?- susurro.
Negué con la cabeza.
-Vámonos de aquí, Erick- susurré.
El solo asintió y salimos de ahí.
Nos dirigimos a un lugar tranquilo y llegamos a un parque. Después de algunos minutos hicimos una llamada anónima a emergencias y reportamos a Ryan, había sido un idiota pero no merecía morir desangrado.
Nos sentamos en el césped en silencio, ambos teníamos que tranquilizarnos. Erick se encontraba hundido en sus pensamientos observando el atardecer.
-Erick- le llame.
Pero no respondió, observe el golpe que tenía en la mejilla, se veía mal.
-¿Erick te encuentras bien?
-Uhm...si.
-¿Estas seguro?
-Si es sólo que...- dejo la frase sin terminar.
-¿Que?
Se giró y me vio directamente a los ojos.
-No puedo soportar la idea de que ese imbécil hubiera logrado hacerte daño.
-Pero no lo hizo, llegaste a tiempo.
-¿Y si no lo hubiera hecho? ¿Y si te hubiera hecho daño?
-Pero no lo hizo, yo...estoy agradecida Erick gracias por...
Erick me calló de la manera más linda que se puede hacer, en unos segundos sus labios estaban en los míos, mi corazón dio un vuelco, electricidad recorrió mi espina dorsal, mi estómago sentía algo muy extraño, todas estas sensaciones eran tan extrañas pero hermosas. Hasta que Erick rompió el beso.
-Lo siento, nose que pasó.
-No está bien yo...
-No, no está bien, no debí besarte.
Fruci el ceño ¿Se estaba arrepintiendo del beso?
-Oh, yo no pensé...
-Lo siento me tengo que ir.
Y asi solo se levantó del césped y se fue a toda prisa, todo lo que había sentido antes había desaparecido y ahora reinaba la tristeza y la confusión.
Me levanté del césped, camine sin rumbo alguno hasta que decidí volver a la casa, a la miserable vida, mi vida.
-¿Por que tan temprano?-cuestiona Katy.
-¿Acaso te importa?- cuestionó de mala gana.
-No.
-Entonces deja de molestar.
Comence a subir a mi habitación.
-Hey ¿A donde vas? Tienes que limpiar toda la casa.
-Está casa viven animales - digo viendo el desastre.
-Callate y comienza a limpiar, que tendremos visitas.
Rodé los ojos y comence a limpiar. Katy se encontraba en la cocina, al parecer las visitas eran muy importantes para que la bruja cocinará.
Pronto termine de limpiar y subí a darme un baño, limpiar me dejaba exhausta, me puse algo cómodo y me recoste por unos minutos, hasta que mi estómago comenzó a gruñir, así que baje, supuse que las esperadas visitas aún no llegaban pues el timbre no había sonado, me había equivocado, las visitas habían llegado y me veían. Una mujer rubia, me observaba paciente con sus grandes ojos azules.
-¿Tu eres la hija de los Morrison?- cuestiona la mujer.
Fruci el ceño.
¿Ella me conocía? ¿Como? ¿Quienes son?
Mi cabeza me bombardeaba con tantas preguntas.
-Si- susurré.
-Wow cuanto has crecido - sonríe.
-Disculpe pero ¿De donde me conoce?
-Oh, conocíamos a tus padres - sonríe pero su sonrisa se transforma en una triste al recordar que ellos ya no estaban aquí y yo no puedo evitar sentirme igual.
-Oh- es lo único que logro decir.
-Lo sentimos mucho cariño - dice sincera.
-Oh, si.
Le doy una sonrisa de boca cerrada y comenzó a subir las escaleras.
-Espera.
Me giro a verla.
-¿Si?
-Ven, acompañanos.
-¿Yo?
-Si.
Katy me da una mirada de 'ni se te ocurra hacerlo' pero como a mi me encanta desafiarla, la ignoro y me siento al lado de la mujer de ojos azules.
-Nosotros éramos muy buenos amigos con tus padres, te conocemos desde que eras una bebé, cuando naciste ellos eran los más felices del mundo, te amaban tanto- me dice entusiasmada.
Sonrió.
Es lindo recordar a mis padres y que me narré cosas sobre ellos una amiga íntima es mucho mejor.
-Yo también los amo tanto - digo con melancolía.
-Lo se cariño- me sonríe.
Y después recuerdo que estábamos en el mismo lugar que la bruja de mi tía, me giro a verla y le sonreí hipócrita.
-¿Tía recuerdas la boda de mis padres?- le cuestionó burlona.
Ella aprieta con fuerza su cuchara y trata de contener su ira.
-Claro- contesta entre dientes.
-Todos, tu madre se veía hermosa, podría decir que la novia más hermosa de todas y tú padre, tu padre estaba tan enamorado, que cuando tú madre se aproximaba al altar la sonrisa más grande se formó en su rostro, todos veíamos cuán grande era su amor, se amaban tanto y después de ese hermoso amor, naciste tú- me narra la amiga de mis padres.
Le sonrió.
-¿Puedo preguntarte algo?
-Claro.
-Quisiera que fuera a solas.
-Si, ¿Nos dejarían solas?- les cuestiona a todos.
-Claro amor - le dice su marido.
Olivia se levanta de mala gana y se va, al igual que Roberto. Y la única que permanece en su lugar es Katy.
-Tía ¿Puedes larga...irte?- le digo de la manera más amable que se me permite.
-No hay problema, no diré nada.
-No, vete.
Le sonrió y me da una mirada de odio.
-Por favor Katy ¿podrias?- le dice ella amablemente.
-Bien- se levanta de la mesa enojada.
-Bueno, te escucho Romina.
-Bueno antes quisiera saber tu nombre.
Ella ríe.
-Oh lo siento, olvide presentarme, estaba tan emocionada de verte que lo olvide, Soy Isabel.
-Un gusto- sonrió.
-El gusto es mío.
-Bien ¿Tu...tu sabías que mi madre esperaba un bebé?
-Oh pues si, tu madre me había dado la noticia semanas antes del accidente, ella tenía siete meses pero aún no te lo decían por que querían darte una sorpresa.
-¿Siete meses?
-Si.
-¿Y cuando tuvieron el accidente, el bebé sobrevivió?
-Realmente no lose, creo que no, la verdad es que estábamos muy tristes por la noticia y nunca lo supimos.
-Oh.
-¿Esa era tu pregunta?
-Si.
-Oh, Romina, sabes que cuentas conmigo para lo que necesites.
-Si, muchas gracias.
Isabel era una mujer muy interesante e inteligente, compartió conmigo sobre su trabajo, tiene una empresa famosa de perfumes, también me platicó sobre su familia, lleva casada veinte años con su marido y tiene dos hijos, una chica de mi edad y un chico de 19 años, pronto terminamos de hablar, me dio su número telefónico por si necesitaba algo, ella quería saber más sobre mi pero sólo decía lo normal, estudio, tengo una mejor amiga llamada Rachel y eso es todo, no quería contar que mi vida era un desastre, no quería decirle que después de la muerte de mis padres no volví a ser la misma, que había cambiado para mal, no quería decepcionarla, por que sería como decepcionar a mis padres.
-¿Terminaron de hablar?- cuestiona la bruja.
-Oh si.
-Vamos a cenar entonces.
Katy me da una mirada para que me fuera y gesticulo la palabra Rachel, seguía amenazándome con ella, así que asentí y me levanté de la mesa.
-Yo me tengo que ir- le digo á Isabel.
-No ¿a donde vas? Vamos a cenar.
-Oh, no, no tengo apetito.
-Oh vamos Romina, cena con nosotros.
Me toma de la mano y me regresa a mi lugar.
-Enserio, no tengo hambre.
-Bien, si no tienes hambre retirate de la mesa- me dice Katy.
-No, no te dejare ir a dormir con el estómago vacío, vas a cenar o te obligaré- me sonríe Isabel.
-Esta bien.
Cenamos en silencio hasta que llegó el momento de despedirse, termine de cenar y me despedí de Isabel y después me dirigí a mi habitación y dormí.

Mi verdadero ser. (Pausada)Where stories live. Discover now