El despertar del lobo

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#Ay

#ViernesDeCTR

#OntaDuqueRecordandomeQueEsViernes :(

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Me quito los audífonos en cuanto papá detiene el furgón.

Como lo proclamó ayer, nos ha traído a todos los Reedus, apretados como sardinas dentro de latas, al centro comercial con el fin de comprar los materiales necesarios para enrejar la ventana por donde Tony frecuenta entrar a mi habitación.

Él definitivamente iba en serio cuando nos dijo aquella advertencia. Creo que todos agradecimos que Saya se las arreglara para convencerlo de no enrejar toda la casa. También intentó convencerlo de dormir con ella y no en el sofá de mi habitación, no hubo caso de hacerlo cambiar de opinión...

Tan terco.

Tony no hizo más que marcharse como perseguido por perros tras la orden de papá.

Y así, un sábado por la mañana, todos nos hemos organizado para una salida que seguramente no terminará bien. No quiero ser pesimista, ni mucho menos hablar mal de Los Locos Adams, pero siempre que salimos todos juntos ocurre algo. Creo que ya les conté cuando los trillizos se perdieron, ¿no?

Pues no quiero ni imaginar qué ocurrirá hoy.

—Andando chicos, no vayan a separarse.

Los diez seguimos a papá por todo el estacionamiento hasta llegar al centro comercial donde nos plantamos como estatuas en la entrada causando una pequeña conmoción entre las personas que salen y entran. El mal humor de papá se acentúa cuando un hombre se queja de nosotros y él pretende responderle, siendo detenido por Saya. Lo toma del brazo y le dice algo al oído. Con el ceño fruncido y la frente más arrugada que la misma abuela, asiente.

—Me parece bien —dice—. Hagan lo que se les antoje y estén atentos a sus celulares, en cuanto me desocupe los llamaré para comer algo.

Los más pequeños lanzan un grito de celebración —los trillizos, Amira y Emer— y se marchan con Saya de camino a la juguetería. Noto que la abuela le da unos disimulados codazos a Jollie y luego carraspea.

—¿Qué pasa, mama? —pregunta mi hermana, inclinándose un poco hacia ella. Los años definitivamente no pasan en vano y el hecho de encogernos en la vejez es cierto, basta con ver a la abuela.

—Quiero irme a ver unas lindas pantis, ¿me acompañas, nieta preferida?

Chloe da un grito ahogado y adopta una evidente expresión de ofensa ante las palabras de la abuela, quien recae también en sus palabras y la mira.

—Tú también eres mi nieta preferida, Chloe, solo que Jollie llegó primero.

Finn se echa a reír señalando a Chloe.

—Pobre Chloe, la única persona que te quiere es Tony.

Ella se cruza de brazos tornándose seria, pero sus mejillas se tiñen de un notorio color rojo.

¡Genialoso! Justo cuando estaba olvidando el haber sido rechazada indirectamente por Tony y sus inocentes palabras, llega Finn para refregarme el no poder ocupar nada más allá que un simple puesto como mejor amiga. No sé qué habré hecho mal para recibir tanta caca indirecta de parte de los dos, pero seguramente eso no cambiará. Estoy en la friendzone y nada podrá sacarme de allí, ni siquiera los constantes consejos que le doy a mi vecino adolescente.

Cambiando tus Reglas TR#3 ✔️| DISPONIBLE EN FÍSICOWhere stories live. Discover now