Capítulo LXI: La Decisión Final

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     Siento como si nuevamente hubiera respirado luego de estar bajo el agua durante mucho tiempo. Ahora puedo sentir las gotas de lluvia cayendo con violencia sobre mi rostro, ayudándome a recuperar la consciencia de la misma forma que habría hecho un poco de alcohol. Así que puedo incorporarme velozmente, sintiéndome lo suficientemente agradecida por haber vuelto como para no convalecer.

— ¡¡Max!!

Los abrazos me atacan al instante, sólo para corroborar lo mismo que sólo pude entender en ese maldito lugar siniestro.

No estoy sola.

Tengo a las mejores amigas del mundo, en cualquier realidad.

— ¡Max, responde!

Rachel me toma por las mejillas, buscando alguna señal de vida en mis ojos.

Lamentablemente, y sé que Rachel sabrá comprenderlo, mi atención sólo se centra en la chica peliazul que me mira con aire suplicante.

—Chloe...

— ¡Max! —Insiste Rachel—. ¡Max, dime algo!

Chloe suspira aliviada.

Supongo que escucharme decir su nombre ha sido suficiente. Ahora tan sólo se acerca para mantener su cercanía, así como Rachel y Kate.

—E-estoy bien... C-creo que sólo me he desmayado...

—Bueno, será mejor que no vuelvas a hacerlo —sentencia Chloe.

—L-lo prometo... Pero esa pesadilla fue tan real... Tan horrible...

Horrible como ese maldito tornado que pasa de largo justo frente a nosotras.

El faro ya no existe. Ha sido destruido, junto con el resto de la ciudad.

Ya no puedo seguir conteniendo esto...

—Max, ¿qué sucede? —pregunta Kate.

Las palabras brotan de mi boca sin que yo pueda controlarlas.

—E-esta es mi tormenta... Yo lo causé... ¡Yo causé todo esto!

— ¿De qué hablas, Max? —inquiere Rachel.

— ¡De que he cambiado tanto el destino que...! Que... E-en realidad alteré el curso de todo. ¡Lo único que he causado es muerte y destrucción!

Rachel y Kate intercambian miradas.

Chloe, sin embargo, camina hacia mí y me toma por los hombros para obligarme a mirarla de frente.

—A la mierda eso, ¿está bien? —Me dice—. ¡Tú obtuviste un poder que jamás quisiste! Y me salvaste. ¡A todas nosotras nos has salvado! Lo que haya pasado no tiene nada que ver contigo. ¡Sin tus poderes, nosotras no estaríamos aquí juntas! Así que quizá no seas la maldita Maestra del Tiempo, pero eres Maxine Caulfield... Y eres maravillosa.

Quisiera creerlo...

El silencio reina durante unos segundos. Rachel aprovecha el momento para sujetar la mano de Kate con toda la fuerza que posee.

Chloe suspira y evade mi mirada por un instante, para luego sacar un pequeño objeto de uno de sus bolsillos.

—Max... Sólo hay una manera.

Me causa escalofríos el tomar la fotografía de la mariposa azul con mis propias manos.

El miedo se refleja en las miradas de Chloe, de Kate... Pero no en Rachel.

Love is StrangeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora