capitulo 3

29 2 0
                                    

Estaba en la estación de tren comprando un billete de ida a Seattle, cuando de repente alguien me tapó los ojos por la espalda, me asusté pero justo cuando le iba a pegar, quitó las manos de mis ojos y vi que era otra vez él, el chico del funeral

-Hola

-¿Tú eres idiota? Me asusté, casi te pego

-Me alegro de que estés bien - dijo con sarcasmo - siento haberte asustado

-¿Qué haces aquí? ¿Y por qué sigo hablando contigo?

-Vine porque tengo que hablar contigo

-Me da igual lo que tengas que decir, ni siquiera sé tú nombre ¿por qué tendría que hablar contigo? ¿Por ser amigo de Hailie?

-Tal vez y también porque me dijo que cuando se fuera de viaje que cuidara de ti

-No soy una niña pequeña y si me disculpas, tengo que coger ese tren

-Tranquila, iré contigo

No quería seguir hablando con él mucho tiempo más, cuando llegara allí tenía pensado deshacerme de él, era insoportable y eso que apenas le conocía.

El trayecto fue largo pero pude dormir y fue bastante tranquilo, cuando llegamos el estaba completamente dormido, se había quedado todo el trayecto despierto. Pensé en despertarle pero cogí mis cosas y me bajé, sería más fácil de perderle de vista de una vez por todas.

-Hey, espera - corría detrás de mí

-¿Cuándo vas a comprender que no quiero ir contigo a ninguna parte?

-¿Y cuándo vas a comprender tú que tengo que hablar contigo?

Le saqué el dedo y me fui lo más rápido posible, para mi suerte no tenía equipaje ya que no tenía apenas dinero, lo poco que tenía lo llevaba en la mochila.

-¿Me quieres esperar? - Me tiró del brazo haciendo que parase y que me pusiera en frente de él

-Mira que eres pesado

-Si que lo soy - Me sonrió

-Si vas a estar conmigo, sólo tienes seguir una serie de normas muy importantes

-¿Cuáles?

-Me responderás a todo lo que te pregunte, no me ocultaras nada ni me engañaras y sobre todo, cuando esté trabajando no podrás hablar

-¿Cuando estés trabajando? - Se rió - Ni que fuera a ir contigo hasta tú trabajo

-Mejor, ahora sigeme

Llegamos a una casa abandonada en la que me alojé por un tiempo cuando era niña.

-Nos quedaremos aquí hasta que volvamos a Detroit

-¿Qué? No pienso quedarme aquí cuando podemos ir a un sitio mejor

-Yo no me voy de aquí, hay gente que me conoce y eso traerá problemas, yo dormiré en el sofá, tú podrás dormir en la cama

-No te voy a dejar dormir en el sofá, hay más camas en esta casa

-Hombre, si quieres que duerma en una cama quemada...

-Vale, lo pillo, ¿Podemos hablar ahora?

-Sí, pero quiero respuestas

-¿Qué quieres saber? - Nos sentamos en el sofá

-Lo primero ¿Cómo te llamas?

-Marshall

-Vale Marshall ¿Por qué haces esto?

-Me lo pidió Hailie, se preocupaba mucho por ti

-¿Qué me tenías que decir?

-Hailie se quería ir por un tiempo pero lo estaba pasando bastante mal, sufría mucho, el día que discutiste con ella, cuando se fue, me llamó, me dijo que ya no quería seguir viviendo, que no tenía a nadie, toda su familia estaba cabreada con ella y ni la hablaban por ayudarte, siempre llevaba un montón de pulseras para que no la vieras los brazos, ella se cortaba cada vez que tenía una depresión - Le interrumpí

-Me tenía a mi ¿Por qué no me contó nada de esto?

-Tenía miedo a perderte, últimamente me contaba que teníais peleas casi todos los días y cada vez eran más fuertes, ella estaba viniendo a mi casa cuando la mataron, escuche los disparos por el teléfono

Me fui al baño y vi una foto nuestra cuando éramos pequeñas en su móvil, lo cogí cuando murió, me colé en su casa y empecé a coger cosas que tenía de las dos. Comencé a llorar y escuche que llamaban a la puerta. Me seque las lágrimas, me lave la cara y salí del baño.

-Estoy cansada del viaje, me voy a dormir, hasta mañana

-Igualmente, que descanses - Me miró con tristeza y él se fue a la cama a dormir, ya era de noche y él estaba cansado.

una historia masWhere stories live. Discover now