Capitulo 5

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Me levanté algo aturdida, miré a ambos lados y me dí cuenta que anoche me quedé dormida en la cama junto a Marshall, el cual seguía durmiendo como un bebé, así hasta parecía menos molesto de lo que es. Me levanté de la cama y me metí en el baño, cerré la puerta y me duche lo más rápido posible, cuando salí me puse una camiseta de manga corta y unos vaqueros ajustados, salí del baño y me fui a la cocina a calentar algo de café que dejó hecho ayer Mike, cogí una taza medio rota, la lave y la llene por la mitad, me senté encima de la mesa con la piernas cruzadas mientras tomaba un sorbo de café

-Buenos días - escuché la voz ronca de Marshall - que bien huele a café

-Si quieres café hay en la cafetera y los vasos están en el mueble de encima, ten cuidado, casi todos están rotos

Pasó por mi lado cogiendo una taza y echándose lo que quedaba de café

-¿Hay azúcar?

-Mira en la bolsa que trajo ayer Michael

-¿Michael? ¿Así es como se llama tú amigo? - se dirige hacia la bolsa buscando algún sobre de azúcar, cosa que no consiguió

-Sí, ¿tienes algún problema con su nombre? Porque el tuyo no es mejor

-No quiero empezar la mañana discutiendo, solo era curiosidad

-Pues no seas tan idiota - me terminé el café y baje de la mesa - esta tarde estarás solo, me voy

-Espera, no te voy a dejar sola

-No estaré sola

-Ya pero... No voy a dejar que me dejes solo

-Oh, asique es porque te da miedo quedarte solo - me mordi el labio intentando no reírme

-No tengo miedo

-Pues entonces, querido, te quedas aquí solo esperándome, yo - me acerco a la puerta - me voy

-¿Vas a tar - cerré la puerta dejándole solo

Me fui a casa de Mike sin poder esperar a las seis de la tarde, si me quedaba cinco minutos más con él, me iba a dar algo. Llamé a la puerta y tras unos minutos esperando a que me abrieran, me encontré con  Michael recién levantado, pelo desaliñado, cara de dormido y en bóxer

-¿Qu-qué haces aquí? - se pasa la mano por la cabeza mientras bosteza

-Buenos días a ti también, he dormido de marbilla y estoy genial, gracias - lo dije con un tono sarcástico - no podía esperar hasta las seis, se me iba a hacer eterno - le miré esperando a que me invitará a pasar y como si me leyera la mente, me hizo un gesto para que pasase - ¿y los chicos? - miré a mi alrededor esperando encontrarme algo de movimiento en la casa

-Están en las Vegas, ya sabes como son

-Ya sé como sois, os encantan las apuestas y tú, querido amigo, también

-Y gracias a una apuesta te conocí

-Sí, pero no fue gracias a ti, daselas a Ash - me fui al salón, tumbando e en el sofá - bueno y... ¿Cuándo dices que vuelven?

-Esta noche, se supone

-Tú lo has dicho, se supone, estos tres no vuelven hasta que se queden sin un dólar

Michael se tumbó a mi lado y pasamos allí la tarde, viendo pelis y sin hacer nada. Empezó a anochecer sin que me diera cuenta del tiempo

-Mike, me tengo que ir, se hace tarde, mañana vendré a ver a los chicos pero no les digas nada, quiero darles una sorpresa y ya hablaremos de negocios cuando estemos todos juntos

-Descansa pequeña - me lanzó un beso desde el sofá y volví a la casa avandonada

Cuando llegué encontré a Marshall tirado en el sofá durmiendo, tendré la cama para mi, subí y me quedé dormida nada más tocar la cama. Al cabo de unas horas noté como alguien entraba a la habitación, vi que era Marshall

-¿Qué quieres? - le miré desde la cama sin apenas moverme

-No puedo dormir, tú solo quedate ahí como si yo no estuviese - se tumbo a mi lado y se quedó dormido

una historia masWhere stories live. Discover now