4.1:Fresco

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Hacía mucho que su corazón había dejado de latir; nunca fue una persona normal, así que sus pulsaciones tampoco. Cuando se ponía nervioso o se excitaba, su sangre era bombeada con tal lentitud, que se sentía cerca de la privación de su respiración.

Como de costumbre, llevó las manos a su rostro para despejarse; claro, si esta acción no se hubiera visto impedida por un fuerte agarre en sus muñecas.

-No me jodas -susurró en un primer momento, pero después esas mismas palabras fueron expresadas con tal furia, que hasta a él le pareció un tono demasiado alto.

-Buenos días -la misma voz que no había cesado ni un maldito segundo en su cabeza mientras dormía, o algo así, se repitió de nuevo en el exterior de su mente.

Su cuerpo se agitaba de forma casi aleatoria, llegando a lastimarse el cuello y las costillas por ello. Dolía, de una forma irracional.

-¡Cálmate! -un golpe se hizo presente en su nuca, y su último aliento antes de volver a caer desplomado en el suelo, llevó consigo la pronunciación de un "joder" demasiado débil.

(...)

Los temblores en su cuerpo no cesaban, y en cierto modo eso le parecía extraño al que le tenía retenido. ¿Tenía frío? ¿miedo? ¿qué mierda le pasaba?

Sus párpados se abrieron una vez más, pero no se movió. Tampoco es que pudiese siquiera suspirar, pues los hilos dorados estaban sujetándole tan fuerte, que sólo tenía espacio para mover mínimamente la cabeza.

-¿Quién eres? -un susurro se escapó entre sus labios, haciendo que el contrario soltase una risa chillona- ¿qué quieres de mí?

El cuerpo del retenido fue bruscamente golpeado contra el suelo, y el que le sujetaba averiguó ciertos tonos morados acompañados de ampollas en su piel.

-¿Eres pirómano? -preguntó con curiosidad, sufriendo un gran cambio respecto a su personalidad anterior.

Nicolás se sorbió la nariz, abrazándose a sí mismo para controlar sus espasmos.

-No -tal vez si su voz no hubiese temblado, se habría mostrado rudo. Tal vez- ¿por qué?

La luz dorada de la sonrisa del entrevistador iluminó toda la habitación.

-¿Levadura? -cuestionó, levantando al chico con sus hilos. No le gustaba hablar con alguien que estaba sentado cuando él estaba de pie. Y al notar la confusión en la mirada del arándano, suspiró- cocaína. ¿Te drogas?

La cabeza de Nico se movió de arriba a abajo de forma lenta. Sabía que no contestar sería peor.

-Lo pasaremos bien, entonces -una carcajada siguió la mirada asustada del rubio, apreciando el miedo en sus ojos.

Y, aprovechando que le tenía sujeto, le hizo estrellarse varias veces contra la pared del fondo. A lo que el chico respondió gritando de forma ronca.

-¡¿Qué haces?! -se atrevió a chillar.

Y el otro, con un tono de obvia burla, replicó: -te dije que no me miraras.













EN ESTE LIBRO: la cocaína puede producir ampollas y ciertos tonos azules o morados en la piel. Si se pincha, aparece, si la esnifas es difícil. Nico hace de todo xD no si en la realidad también tiene esos efectos de la piel morada, pero las ampollas aparecen.

Don't stare at me |The Puppeteer| [Gay]Where stories live. Discover now