Noventa y nueve días antes:

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El sábado en la mañana me levanté tempranísimo porque ya no aguantaba la emoción de ver a mi hermana y me costaba muchísimo dormir cuando así era. Mamá me llevaba hasta el departamento y me dejaba ahí, no bajaba a saludar y mucho menos miraba hacia adentro por si mi hermana se aparecía por ahí. Yo quería interpretar eso como que mi madre pensaba que si veía a Lara se le haría más difícil ser indiferente con ella.

Creo que mamá (antes de que Lara le diga que tenía novia) se llevaba tan bien con Lara que le hubiese gustado vivir más tiempo con ella y al ver que mi hermana es una persona independiente, tiene cierto resentimiento con eso.

Subí por las escaleras y toqué su puerta, me gustaba ir a su hogar, era un lugar diferente a mi casa y no, no lo digo porque sea un departamento y donde vivo con mis padres sea una casa de dos pisos, sino, que el clima es diferente, es como... Más familiar. Me pregunto si dejarán a mi hermana adoptar de seguro serían una familia más sana de la que yo tengo.

El aire en casa es como sofocante, molesto y hasta se siente como sucio, en cambio, el clima aquí es libre y muy diferente al de mi casa, parecen dos extremos.

-Hola, Kat -Me saludó Dana, la novia de Lara, tenía el cabello rojizo y ojos marrones, era más alta que mi hermana. Aseguro a que rompió muchos corazones masculinos al decirles que le gustan las mujeres.

-¡Katherine! -Gritó mi hermana y luego me abrazó, hacía un mes que no la veía y era horrible tener que vernos cada tanto por culpa de la ignorancia de nuestros padres.- Te extrañe muchísimo.

-Yo también, Lara -Le contesté también abrazándola.- ¿Dónde está Puppy?- Puppy era el perro que Dana le regaló a mi hermana por su primer año juntas y el perro vive con ellas y lo tratan como a un hijo. Mi hermana me señaló su cuarto, me detuve a mirar que tenía la misma estatura que mamá, ojos verdes y pelo negro parecidos a los míos pero era diferente en ella, en ella se veían mejor. Estaba vestida con una camiseta a rayas blancas y negras, unos jeans azules rasgados e iba en medias.

El departamento tenía tres habitaciones: El salón principal que se suponía que era el living combinado con la cocina, su cuarto y el baño. No era muy grande pero para solo ellas dos estaba bien. Sólo me quedé una vez a dormir y dormí en el sillón abrazada a Puppy, dudo que vuelva a poder dormir junto con Puppy de nuevo. Primero porque Puppy ya está más grande que yo, es un Golden retriever amarillo y creció mucho desde la última vez que lo vi, y segundo porque a mamá no le agrada la idea de que me quede mucho tiempo aquí.

Pasamos todo el día hablando como si nunca se fueran a terminar los diferentes temas, me preguntó por papá y mamá, le conté que peleé con ellos tratando de defenderla y ella me regañó.

-Hay cosas que no se cambian un día para el otro -Me dijo algo melancólica -Bueno cambiemos de tema, ¿Algún chico?

-Puede ser -Contesté con una media sonrisa.

Ambas rieron, Dana hizo redobles y mi hermana hizo la pregunta.

-No te creo, ¿A Katherine le gusta alguien? -Preguntó con evidente sarcasmo.

-Sí, pero no es la gran cosa, él... Es diferente.

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⏰ Última actualización: Jul 02, 2016 ⏰

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