Capítulo 2.

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NARRA KUROO

Al parecer el Karasuno seguía sin mejorar, eran los peores y los que más veces habían tenido que repetir el castigo para los perdedores.

Bokuto ya me comentó algo de las últimas jugadas que estaba haciendo y hablamos con aquel chico de lentes ayer, al parecer Hinata y Tobio estaban muy raros y, como muchos de nosotros nos dimos cuenta, el enano no cerraba los ojos al rematar como en nuestro último partido. Ya no lo hacía al azar y dejaba que el Rey le pasase todos las bolas a placer.

Parecía que el que realmente estaba fallando en todo era el Rey, Kageyama. Siempre se las pasaba más largas, más cortas... Pero nunca como lo hacia antes.

Sí, Bokuto por una vez tenía razón, ya no eran uno.

Con suerte hubo una pequeña pausa, unas chicas entraron con trozos de refrescante sandía. En cuanto vi como entraban con la comida, mi mirada fue hacía Bokuto. No me quitaría ni un pedazo de más.

Salimos como dos niños pequeños corriendo del plan Naruto y nos lanzamos sobre las chicas, que estas asustadas tiraron la bandeja llena de sandía. 

—¡Mira bro, todo para nosotros dos!— se carcajeó felizmente por tener ese rico botín entre sus garras de búho.

—No te lo comas tu todo, maldito depredador —cogí un pedazo de fruta y miré de nuevo a Bokuto con una sonrisa diferente —. Voy a hablar un momento con Daichi.

Me miró un tanto impresionado, quizá hasta impactado. No era normal verme hablar como si nada a los del Karasuno, pero sentía que ayer hice algo mal y ofendí al Tsukki. Me ofendía verle así...

Bokuto me miró con cierto recelo al verme marchar hacía los de tercero.

Me acerqué a Daichi, el capitán del Karasuno. Se encontraba con Suga y ese chico alto de cabello largo, El Akashi.

—Hey, hey, Daichi-me acerqué a él con una sonrisa un tanto preocupada—. Creo que ayer le toqué la moral a ese chico de gafas de vuestro equipo.

—¿En serio Tsukishima entrenó individual con vosotros?— preguntó deslumbrado sin poder creero—. Es muy raro que él quiera entrenar después de haber estado todo el día jugando, y además, con gente que no conoce.

Me senté a su lado después de tomar un bocado de sandía. Escuché como Ryu y Daichi hablaban del chico de gafas. Por lo que oía, se sentía inferior al enano, pensaba que su posición era tan sólo defenderle. El gafas pensaba que su posición era inútil...

No lo creía así... Cada jugador tiene una posición estratégica en el voley, una posición que le hace único y especial. Esa es la pasión del voley. Cuando distintos engranajes se unen y forman uno solo completo.

El chico de lentes tenía potencial, el único problema era que había que despertarlo.

—Tsukishima cree que con detener los balones y pasarlos ya es suficiente—dijo Sugawara expulsando las pepitas de sandía de su boca.

Ante eso no pude evitar sentir una presión en el pecho.

—Se supone que cada jugador es bueno en lo que le toca—dije alzando los ojos y clavándolos en Daichi—. Yo no puedo rematar tan bien como el enano, al igual que Kenma no puede recibir los balones como el número cuatro de vuestro equipo.

—-Ojala pudiésemos hacerle ver a Tsukishima que se equivoca, que el Karasuno no es un simple club—me respondió Daichi.

—Disculpadme—me aparte de ellos. No podía continuar escuchando eso... Tsukishima, ¿en que estas pensando? ¿Por qué juegas a voley si en realidad no te gusta?

LET'S GET WOOHOO!!•{Bokuto X Kuroo} YAOI/GAY© || PAUSADA ||Where stories live. Discover now