Todo es extraño

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Lana despertó en su cuarto, sudando como loca y abrazando fuertemente a al muñeco de Fred. Respiraba con dificultad y sus ojos estaban llenos de lágrimas. — ¿Hola? — Dijo Lana en un tono fuerte. La habitación estaba oscura, los muebles arañados y todos los cajones desparramados en el suelo. Lana se bajó de su cama y caminó lentamente hacia la puerta para salir de la habitación. — ¿Qué habrá pasado? — Abrió la puerta. El segundo piso estaba casi igual.

Lana bajó las escaleras con cuidado, estaban cubiertas de manchas rojas —Lana sospechaba de que era salsa de tomate—, y las paredes tenían rasguños.

— A mamá no le gustará ver esto... — Dijo Lana para sí, rozando la mano sobre la pared llena de rasguños y manchas rojas. Se giró y se empezó a preguntar sobre los sirvientes y en los dos mayordomos. — ¿Andy? ¿Nina? ¿Chad? ¿¡Kyle!? — Lana llamaba cada vez más preocupada, pero no aparecía nadie. También trató de llamar a los otros sirvientes pero tampoco aparecían. — ¿Dónde están todos? — Lana siguió caminando hasta finalmente llegar al primer piso. Recorrió por la sala hasta llegar a la puerta principal, donde vio a alguien en el suelo sobre un charco de color rojo. La niña se acercó a la persona botada en el suelo y agitó a esta del hombro suavemente. — ¿Andy? — Tartamudeó — ¿Eres tú? — La persona abrió los ojos débilmente y efectivamente, era Andrew, uno de los sirvientes del lugar; que estaba casi destruido e incluso él, su cara tenía un gran tajo que pasaba de su sien hasta su mentón.

— ¿Señorita Lana, de verdad es usted? — Preguntó Andy con un hilo de voz. Lana asintió. — Tiene que salir de aquí, escape — Empezó a toser mientras escupía un poco de "salsa de tomate"

— ¿Por qué? ¿Crees que no le diré a mamá sobre este desorden con salsa de tomate? — Preguntó Lana seria.

— Señorita... — Andrew miró alrededor para verificar si había alguien: No había nadie. Andrew tomó a Lana por detrás de la cabeza y la acercó a él. — Tómese las situaciones en serio ¿Qué no lo ve? Está lleno de sangre, no salsa de tomate. — Masculló — ¡Es hora de crecer señorita Lana! Escape antes de que sea muy tarde... — Lana pudo ver como Andy la soltaba y su mano caía al suelo, dando el último respiro de su vida.

— ¿Andy? — Lana agitó a Andrew, quien tenía su mirada perdida. — Oye, ya deja de jugar ¿Quieres? Explícame que está pasando ¿Andy, me escuchas? Respóndeme por favor. — Lana no lo creía, Andy estaba en el mismo estado que estaba su abuela hace un año: Muerta. No sabía que hacer ¿Qué hará? ¿Enterrarlo? Primero necesitaba una caja del porte de Andrew, luego mucha gente llorona que viera el entierro, como la familia entera de Lana ¿O la familia de Andy? Lana no sabía nada de la vida privada de Andy ni su familia. Lana no sabía qué hacer, solo tenía miedo y estaba muy confundida. — ¿Y ahora qué haré? — Lana se puso a llorar y abrazó a Andy. — Espero que despiertes y no te quedes dormido para siempre, como lo hizo mi abuela...

Lana dejó a Andy ahí en el suelo, y... Oh, que lastima, el vestido nuevo de Lana se manchó con sangre. Lana miró una vez más a Andy. — Cuando Nina te vea durmiendo, no creo que se ponga feliz... suerte. — Con esto último, Lana dio media vuelta y siguió recorriendo la mansión para ver si había alguien más que estaba por dormir. — Oh no, me he dejado a Fred en mi cuarto — recordó —, tendré que buscarlo luego... — Pasó al comedor y vio a alguien en un rincón del lugar: Parecía ser Kyle. Lana corrió hacia él. Kyle al sentir los pasos de Lana se dio vuelta rápidamente.

— ¡Usted! No debería estar aquí, váyase antes de que sea tarde — Dijo Kyle con voz temblorosa. Lana se detuvo frente a Kyle desconcertada.

— ¿Por qué dices eso? — Preguntó Lana enfadada. — ¿Por qué estaba Andy bañado en sangre?

— Señorita — Kyle se arrodilló frente a ella. —, créame... Es mejor que se vaya. No está pasando nada bueno por aquí.

Muñecos [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora