4. -Motivación.

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Kyle y yo pasamos 15 minutos tocando el timbre, la puerta y llamando a mis tíos, a mi prima y a mi hermana.

—ABRAN, ES LOTTIE POR DIOOS. DESPIERTEN. —Grite desesperada.

—Vamos nena, están dormidos... DUERMEN COMO ROCAS. —grito Ky.

—¡DESPIERTEN!. -Grite. Iba a decir algo más, pero de pronto me di cuenta de un movimiento, este no provenía de la casa de mis tíos, sino de la de sus vecinos de enfrente. Oh, oh.

Salió un chico alto, con cabello despeinado color castaño. Mi Dios, el sí que era guapo.

—¿Recuerdas cuando me dijiste que buscara motivación para que la estancia en donde mis tíos no fuera tan mala? —Dije casi en un susurro, para que Míster Guapo no me pudiera escuchar, a Kyle quien asintió con la cabeza—. Bueno, creo que ya le encontré, y está dirigiéndose justo hacia nosotras.

Sonreí y le hice una señal de saludo al chico con la mano, la cual me devolvió de igual forma mientras una sonrisa se extendía por su rostro.

—Hola, estaba en mi habitación y no pude evitar escuchar tus gritos, ¿estás buscando a Meredith y Rafael?

—Hoola. -Sonreí amistosamente tratando de ocultar mi vergüenza. Maldita sea Charlotte, son las nueve p.m. la gente duerme—. Sí, lo siento... Por los gritos, es que no abren y por Dios, llevo cuarto de hora aquí, esperando.

—Sip, y pues en realidad no creo que te abran, salieron hace más de treinta minutos. —Respondió el, consultando su reloj.
Oh, con razón tanto relaje con que yo me fuera a casa de Maggie.

Agarré mi celular y cuando di al botón de desbloquear, este encendió su pantalla y se apagó por falta de batería. —Ay no, no, no... Por Dios. Mal...

—Oye, oye, oye, relájate —Dijo Kyle, interrumpiéndome—. Ibas a maldecir de nuevo, lo vi en tu manera. Tienes que dejar de maldecir, por el amor de Dios, no puede ser sano para alguien maldecir tanto.

—¿Viste lo que hicieron? Esperaron a que me fuera para no llevarme, ¡por amor a Jesús! —Replique, viendo la cara de Kyle que claramente decía "Ay, como si quisieras mucho ir con ellos a donde sea"—. ¡Aunque sea podían haberme dicho a donde iban!... O dejarme una lla... Disculpa, pero, me dejaron alguna llave, ¿contigo o tu familia? ¿Para cuándo viniera o algo así? —Pregunte dirigiéndome al muchacho.
el negó con la cabeza.

—Nop. Al menos conmigo no y mi familia también salió, así que tampoco con ellos.

—Ven nena; quédate en mi casa, es tarde ya y no puedes quedarte aquí toda la noche esperando. —Dijo Kyle

—Sí, ella tiene razón. Si quieres puedes hacerles una nota en mi casa y se la metes por debajo de la puerta para que no se preocupen cuando lleguen.—Al ver mi rostro en una expresión indecisa, las comisuras de sus labios tiraron hacia arriba, en una sonrisa agradable—. Ven, tranquila, no hay problema que no se pueda solucionar... Vamos —dijo agarrándome la espalda y empujándome hacia su casa.

La casa del chico era muy linda, con paredes de un color crema y muebles marrones que hacían un perfecto contraste con el suelo del mismo color... Él entro en un cuartico, desde la sala pude distinguir una computadora en un escritorio con papeles regados. Una oficina, supuse.
Salió con un papel y un lapicero negro.

—Ven, toma... Aquí esta —Dijo haciendo señas para seguirlo a una gran mesa al costado de la casa.

Empecé a escribir la nota, después de limpiarme una lágrima que no me había dado cuenta de donde había venido. Oh Dios que ridícula debía verme llorando.

—Así que... ¿Lottie? —Continuo él. Se le veía un poco inseguro, pero era cuchi.

—¿Ah? —Respondí, no entendiendo a que se refería.

—Tu nombre, escuche que dijiste que eras Lottie o algo parecido... Allá afuera, cuando...Ya sabes, tú estabas gritando y yo... —Respiro—, Tu nombre, escuche que era Lottie.

Reí. —Charlotte, mi nombre es Charlotte Lewis, pero me dicen Lottie.

—Ahh.

—¿Y tu como...?

—¿Yo? ¿Que?... Ah, Alex... Alex Jael.

—Oh, ¿Alex como Alexander o solo Alex? —Pregunté, cerrando el lapicero y devolviéndoselo.

—Nop, solo Alex. -Dijo sonriendo.

—Ok sólo Alex, ya terminé, ¡muchas gracias!

—Ni lo digas. Es divertido para mi salvar a damiselas en peligro... ¿Estas mejor?

—Oh, así que te pasa muy seguido... No debe ser muy divertido escuchar gente gritando a mitad de la noche, claro, pero si tú lo dices... —Reí al mismo tiempo que él lo hacía—. Adiós Alex y de nuevo disculpa... Y gracias —Dije señalando hacia la nota en mi mano y despidiéndome, mientras me dirigía a la puerta y lo dejaba en su comedor solo.

—Adiós Charlotte, espero verte de nuevo.

Salí de la casa con una estúpida sonrisa dibujada en mi rostro, la cual se fue al ver a mi prima con ojos de cómplice esperándome al otro lado de la calle, metí la nota en el buzón y volteé para ver a Kyle y esta vez ella sonrió.

—Sabes nena, cuando te dije que consiguieras una motivación no pensé que lo ibas a hacer tan bien... ¡Por Dios es hermoso!

—¡Cállate, te va a oír! —Dije, consultando mi reloj—. Son más de las nueve, tía Maggie va a matarnos, tendremos que correr.

—Oh no, a mí no me vengas con eso. No y no. Me vas a contar todo ahora.

—No, te lo voy a contar cuando llegue a la casa, no es nada importante, aparte no quiero tener problemas con tu mamá y que después no te deje salir en la semana que, se supone, tenemos planeado pasarla juntas.

—Oh por Dios, tienes razón. —Respondió Kyle, al mismo tiempo que me agarraba de la mano y corría a través de las calles como alma que lleva el diablo.

Y fue ahí, justo ahí, en ese momento cuando me di cuenta de algo: Esta iba a ser una noche muy larga.

Misma hora. Mismo lugar.Kde žijí příběhy. Začni objevovat