Capítulo XXVII: Aventuras de niñeros.

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Ya habían pasado un par de días desde que los demás se había ido. Los extrañaba mucho.

Extrañaba a los abuelos con su amor verdadero, cuidándome. Extrañaba a Henry con sus cuentos, intentando ser un héroe. A Regina y a Robin intentando estar juntos, planeando como deshacerse de Zelena. Extrañaba a Gold y sus tratos.

Extrañaba a Emma y Hook, descubriendo su amor, apoyándose el uno al otro e intentando salir adelante.

Pero ya no estaban. A pesar de que así el pueblo estaba más tranquilo, más normal, los quería de vuelta. Incluso a todos los villanos que eso implicase.

En esos días habíamos estado ayudando a cuidar al bebé Hood y a mi tío Neal junto con Belle y las hadas.

Sonó la puerta. Supuce que era Grace. Aún estaba acostado.

Me levanté e hice un gesto. La ropa apareció.

Sonó la puerta nuevamente. Mi cama estaba desordenada. Hice otro gesto y ya estaba lista.

Abrí la puerta.

-Hola, Grace.

-¡David!, ella me abrazo muy fuerte. ¡Tanto tiempo!

-Nos vimos hace un par de horas, Grace. ¿Recuerdas que estuvimos viendo películas hasta tarde?

-Si, lo sé. Pero sin ti y los demás mi tiempo es muy aburrido y se hace muy lento.

-Bueno, ok. ¿A que se debe esta grata visita?

-Solo quise verte. ¿Estabas acostado?

-¿Como lo sabes?

-Tu camisa está mal abrochada y la almohada de la cama está a los pies. ¿Magia?

-Si, los estoy intentado.

Me arreglé el botón de la camisa y cuando me di cuenta ella había arreglado la almohada de la cama.

-Gracias, le dije.

-No hay de que. Hey, ¿A quien le toca alimentar a los bebes?

-¡No puede ser!, ¡Lo había olvidado!

-¿Enserio?, ¿Como tan irresponsable?, me dijo en tono burlón.

-Bueno, tu fuiste la de la idea de ver películas hasta las seis de la mañana.

-OK, no hablemos de quien tiene la culpa ahora. Debemos ir con los bebés. Ella sonrió.

Visualicé el convento, las cunas de los bebés en la habitación que se les había asignado. Hice un gesto y para mi suerte llegamos de inmediato.

-Yo alimento al bebé Hood y tu a Neal, me dijo tendiendome un biberón.

-Está bien.

Creo que antes de perder la memoria nunca había hecho eso ya que en un principio no sabia como se hacía. La madre superiora me enseñó.

-David, dijo Grace intentando eliminar el silencio incómodo. ¿Nunca intentaste recuperar tu memoria?

-Bueno, cuando llegué aquí si, ya que me causaba curiosidad todo, como Emma me conocía. Luego de eso me rendí ya que me di cuenta de que quizás no quería saber como era mi vida considerando el hecho del lugar en donde me encontraba.

-Y, ¿Donde te encontrabas?, ¿Cual es el lugar de donde Emma te rescató?

-Bueno, lo siento, pero no quiero recordar todo eso. Solo te diré que fue un lugar horrible.

-¿Que tan malo pudo haber sido?

-Me borraron la memoria. Y eso es solo una parte.

-OK, perdón por entrometerme.

-No, no te preocupes. Fue algo lindo el hecho de que te preocuparas por mi y mi pasado. Quizás algún día logre decirte.

Belle entró.

-Hola, chicos. No se preocupen por mi, sigan con lo suyo. Yo solo vengo a prepararle el almuerzo a los bebes.

-Está bien, nosotros ya nos íbamos.

Grace y yo nos despedimos de ella y nos fuimos a la sala principal.

-¿A donde vamos ahora?, pregunto Grace.

-¿Sabes?, es aburrido que el pueblo esté así de tranquilo. No hay mucho que hacer.

-Es verdad. Creo que deberíamos ir a visitar a Violett al campamento. No la hemos visto mucho desde que Henry se fue.

-Tienes razón, vamos.

Visualicé el campamento. La tienda de Violett, la tienda de Robert, la gran tienda central del rey Arturo. Hice un gesto con la mano y llegamos.

No se bien porque pero algo pareció salir un poco mal ya que llegamos al bosque que está junto al campamento.

Antes de poder formular una pregunta algo raro pasó. En el aire se formaron unas partículas brillantes que comenzaron a girar y a crecer.

Un portal. La magia del portal es lo que me debió atraer hasta ahí.

De el salió un persona. Zelena.

-Hola, queridos. Nos dijo. Que grata sorpresa encontrarlos aquí.

-¿Que hace usted aquí?, le pregunté. Usted estaba en Oz.

-Si, y he vuelto a recuperar mi bebita.

-¡No puedes...

Antes de que pudiera terminar de hablar ella hizo un gesto y nos dejó inmóviles a ambos.

-Si puedo, y lo haré. Pero antes de eso debo hablar con un querido amigo mío.

Luego de eso solo pudimos ver como ella se iba hacia la tienda del rey Arturo.

Estuvimos así varios minutos. Yo intentaba hacer todo lo posible para liberarnos pero nada resultaba. Luego de un par de minutos más ella salió nuevamente. Hizo un gesto y nos liberó.

Hizo otro gesto y desapareció.

-¡Debemos advertirle a Belle!, me dijo Grace.

-Claro que sí. Hice un gesto y la nube de humo nos envolvió

Llegamos a alguna parte del bosque. No podría haber dicho si había estado ahí antes ya que para mi todos los árboles eran iguales.

-¡Olvidé visualizar!

-Pues haslo ya, ¡y apresúrate!

-Está bien.

Ella puso los ojos en blanco por haber perdido tiempo en responderle.

Visualicé el convento, igual que la vez anterior.

Llegamos y lo único que pudimos ver fue a Zelena y a Belle siendo tragadas por un portal.

Estuvimos en shock unos minutos, sin hacer nada. Luego de eso me dirigí a las cunas. El bebé Hood no estaba.

-¿Que pasó?, preguntó Grace. ¿Porqué Zelena fue donde el rey Arturo?

-No lo sé. No conozco sus retorcidos planes.

Entró la madre superiora.

-¿Qué sucedió aquí?, nos preguntó.

-Llegó Zelena. Un portal se las llevó a ella junto con Belle y el bebe Hood.

Debería ser más cuidadoso con lo que deseo. Quería acción y eso tuve.

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Hola, espero que les esté gustando la historia.

He hecho esta nota para avisarles que el próximo lunes quizás valla al campo así que quizás no halla capítulo.

Si es que ese fuera el caso, el lunes siguiente subiré dos capítulos.

Eso. Bye.

Once Upon A Time: A Place Where All Is Lost.Место, где живут истории. Откройте их для себя