Lo Facil

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Lo fácil... es juzgar el corazón de otros. Lo difícil... es juzgar nuestro propio corazón.

Solo Dios conoce y entiende lo que hay en el corazón, las intenciones, los anhelos, los sueños, el amor hacia Él. Simplemente Él es quien escudriña nuestra mente y corazón. Es importante que antes de querer juzgar lo que hay en el corazón de otros seamos capaces de permitir que el Padre sondee nuestra vida entera.

Cuando juzgamos sin realmente saber lo que solo Dios sabe de otros... Puede que comencemos a creernos demasiado santos y superiores, incapases de ver la realidad de que la gracia es para todos y que no somos mejores porque pecamos de forma diferente que los demas. Comenzamos a olvidar las muchas veces que Dios por su gracia ha perdonado aquellas cosas que eran imperdonables ante el mundo. Un conocimiento amplio de gracia siempre nos pondrá en una firme postura de compasión porque simplemente extenderemos la misma gracia que hemos recibido. -Jomayra Soto


No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido. ¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? ¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo? ¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.
Mateo 7:1-5

Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será vuestro galardón grande, y seréis hijos del Altísimo; porque él es benigno para con los ingratos y malos. Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso. No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados. Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir.
Lucas 6:35-38

No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio.
Juan 7:24

Yo en muy poco tengo el ser juzgado por vosotros, o por tribunal humano; y ni aun yo me juzgo a mí mismo. Porque aunque de nada tengo mala conciencia, no por eso soy justificado; pero el que me juzga es el Señor. Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones; y entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios. Pero esto, hermanos, lo he presentado como ejemplo en mí y en Apolos por amor de vosotros, para que en nosotros aprendáis a no pensar más de lo que está escrito, no sea que por causa de uno, os envanezcáis unos contra otros.
1 Corintios 4:3-6

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