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POV Omnisciente

Habían pasado unos días más, y Nicolás estaba con Manuel en el mall. Todavía no tenían fecha para el matrimonio, pero estaban viendo por si acaso, los ternos.

-No te vas a casar ni cagando de blanco.-Dijo Manuel, riéndose, al notar los chupones y marcas de colmillos en el cuello del moreno.

Nicolás solamente se rió y se colocó rojo además.

-Vamos, te debes acostumbrar a estas bromas.-Dijo Manuel, con una pausa.- Imagínate que yo te hago otra de esas bromas, y Jaime te ve rojito junto a mi lado y yo riéndome, eso sería mi muerte instantánea.

-Puede ser.-Fue lo único que contestó el moreno, mirando una tienda donde había una polera que le llamó la atención.

Manuel siguió caminando, hasta que se dio cuenta que Nicolás no estaba a su lado, de inmediato fue a ver lo que el moreno estaba observando. El primero leyó lo que la camiseta decía.

"Keep calm i am an alpha"

El moreno no esperó a que Manuel hablará, entró a la tienda y de inmediato pidió la polera, para comprarla de inmediato.

-Ni siquiera comprando puedes dejar de pensar en el híbrido.-Dijo Manuel, con una sonrisa leve. Le gustaba que Jaime haya encontrado a alguien que siempre pensara en él, y claramente viceversa.

-Qué te puedo decir? No lo puedo negar.-Dijo Nicolás, admitiéndolo.

Manuel miró las poleras que habían por ahí y una también le llamó la atención, pero no para Edgar. Le sacó una foto a la polera y se la mandó al híbrido.

"Debes comprársela al Nico" envío Manuel y bloqueó su celular

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"Debes comprársela al Nico" envío Manuel y bloqueó su celular. No duro nada lo de tener el celular bloqueado, ya que de inmediato le contestó.

"Distráelo" fue lo único que Jaime le envió. Manuel no entendió mucho, pero Nicolás ya había terminado de comprar, así que de inmediato lo sacó de la tienda y se fueron lejos de ahí.

Jaime sabía donde estaba Nicolás, así que de inmediato fue a la tienda y vio la camiseta que Manuel le mandó y la compró sin pensarlo. Jaime olió algo familiar, y claramente supo que Nicolás se acercaba a la tienda, así que se fue de ahí con su velocidad híbrida.

-Estoy seguro que había sentido al Jaime acá.-Dijo el moreno, con un poco de sospecha.

-Ya lo estas extrañando? No han pasado ni tres horas.-Dijo Manuel, riéndose, notando que había hecho Jaime.

-Claro que lo extraño, pero eso se sintió muy real.-Dijo el moreno, mirando a todas partes para comprobar si su futuro esposo no estaba por ahí.

-Vamos a ver más esmoquins.-Dijo Manuel, cambiando de tema.

El moreno comenzó a caminar de nuevo con Manuel, y miró otra tienda que le llamó la atención.

-Nico, eso es lencería.-Dijo Manuel con una pausa. Nicolás creyó que Manuel había pensado que era algo loco eso de la lencería.-Me encanta, vamos a ver!.

Manuel lo tomó de la mano, y fue casi corriendo a ver la tienda.

Cuando entraron, la vendedora los miró raro, pero no dijo nada. Nicolás miró la lencería negra, con tirantes. También vio una correa, cosas de látex, etc. Casi se murió cuando otro vendedor le recomendó algo.

-A ti te puede quedar bien unos tirantes, combinados con unas pantaletas negras.-Dijo el vendedor, pasándole las cosas a Nicolás, mirando el cuerpo del moreno a cada segundo, y de inmediato pasándole más cosas.

A Nicolás le gustó todo lo que le paso el vendedor, así que fue a la caja para comprarlo. Cuando iba a pagarlo, el vendedor lo detuvo.

-Yo lo pagó con mi sueldo.-Dijo el desconocido, con una leve sonrisa.

-En verdad?.-Preguntó Nicolás, algo sorprendido.

-Claro, eso si, podríamos salir alguna vez, como recompensa.-Contestó el vendedor, apoyándose en la caja.

-Tengo prometido.-Dijo el moreno, mostrándole el anillo en su dedo anular.

-Entonces como amigo, cariño.-Dijo el vendedor con una pausa.-Me llamo Francisco.

-Nicolás.-Dijo el vampiro, tomando la mano que le ofrecía su nuevo amigo.

-Entonces, es un trato?.-Preguntó Francisco, soltando la mano lentamente de Nicolás.

El moreno lo pensó unos segundos.

-Esta bien, solo como amigos.-Dijo el moreno, marcando estas ultimas palabras.

-Bien, dame tu número y todo listo.-Dijo el vendedor, con una sonrisa.

-+56988521282.-Dijo Nicolás, dictándole el número a Francisco, mientras este último lo guardaba en su celular.

-Nos vemos pronto, amor.-Dijo Francisco, besando cerca de los labios al moreno. Este último se separó rápido de él.

-Adiós.-Dijo Nicolás, saliendo de ahí con las bolsas y viendo como Manuel lo miraba desde afuera de la tienda.

Cuando llegó donde Manuel, este le dio una sonrisa divertida.

-A ti quién no te coquetea? A mi no me pescan ni para el webeo.-Dijo Manuel, riéndose, viendo la bastante cantidad de lencería que Francisco le compró a Nicolás.-Este weon te tiene ganas.

-Le dije que tengo prometido.-Dijo el moreno, excusándose.

-Eso no detiene a nadie, ya no estamos en el siglo 20.-Dijo Manuel, caminando junto a Nicolás hasta que oyó el celular de Nicolás sonar. Manuel tomó las bolsas del moreno y dejo que este sacará su celular.

Nicolás desbloqueó el celular y vio un mensaje de un desconocido.

"Ya te extraño, cariño. Soy Francisco." Leyó el moreno.

"Espero que de una manera amistosa." Contestó solamente el moreno, para silenciar el celular y guardarlo.

-Me estas webeando que ya te mando un mensaje?.-Preguntó Manuel, sin poder creérselo.-Tienes algo que en verdad le encanta a la gente.

-Nací así, no puedo cambiar.-Dijo Nicolás, riéndose, con el ego algo alto.

-No si ya caché.-Dijo Manuel con una pausa.-Pero cuidado, Jaime puede matar a ese humano si sabe que te compró toda esa lencería a cambio de como una cita.

Nicolás no respondió, eso lo tenía claro. Apenas Jaime supiera de esto, buscaría a Francisco y lo haría sufrir de una forma que el moreno ni siquiera podría imaginar.

Estuvieron ahí unos cuantos minutos más, después se fueron del mall y a los segundos ya estaban en la casa de los rompe corazones.

Jaime lo estaba esperando en la habitación, así que Nicolás les pidió sus bolsas a Manuel y se fue directo a la habitación suya con Jaime.

Apenas colocó un paso en el cuarto, Jaime lo cargó en sus brazos y cerró la puerta.

-Te demoraste.-Dijo el híbrido con una pausa.-Ya te iba a ir a buscar.

-Bueno, ya llegué y no me iré nunca de tu lado.-Dijo Nicolás, sintiendo los labios de Jaime en los suyos cuando terminó la oración.

Un momento de felicidad y amor, para después pasar a celos. Pero eso no significa una pelea.

Vampire. Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin