FIVETEEN S2

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Aparque mi auto en el estacionamiento de el edificio. Tome a Maddie entre mis brazos y baje del auto. Con el bolso sobre mi hombro y Maddie sobre mis brazos.
Jugaba con su oso de peluche mientras yo entraba en el ascensor y presionaba en botón de el piso que era de Justin.
El ascensor se detuvo y las puertas se abrieron dejando ver el largo pasillo por el que comencé a caminar hasta llegar al apartamento de mi chico.

-La llave. -hable por mí misma hurgando en mi bolso hasta encontrar el pequeño llavero con la llave del apartamento colgando.

Llevaba además el bolso con las cosas de Maddie, probablemente sí tenía frío o algo por el estilo.
Abrí la puerta y entre a el apartamento dejando las cosas sobre el sofá mientras caminaba a Maddie entre mis brazos. Subí las escaleras hasta llegar a la habitación de Justin, en la cual estaba el. Estaba sobre la cama dormido, se veía su rostro angelical mientras estaba con su torso desnudo.
Intentamos entrar en silencio, pero...

-¡Papi! Despierta. -dijo Maddie en voz alta. La mire con ojos de "por qué lo hiciste" ella solo se rió y cerró los ojos.

Justin se movió de inmediato y se puso de pie. Tallo sus ojos y me acerqué con mis pies descalzos hacia él y bese su cabeza.
El levanto la mirada y sonrío al verme a mí y a Maddie esperándolo.

-Hola, nena. -dijo besando la mejilla de Maddie mientras la tomaba entre sus brazos y la abrazaba. -Y, Hola, nena. -dijo dando un pequeño beso sobre mis labios.

-Perdón por despertarte. -dije mirando a Maddie quien solo reía.

-No hay problema. No debía estar dormido a esta hora. -dijo besando la cabeza de Maddie. -Cielo, estuviste fantástica en tu recital. -dijo con una sonrisa mientras Maddie se sonrojaba un poco.

-Gracias, papi. Pero no puede verte por qué te fuiste muy rápido. Pero fuiste y eso es todo. -dijo besando su mejilla con ternura.

De verdad no puedo creer que alguien sea capaz de hacerle daño o algo malo a una persona tan inocente como una niña. Solo un cerdo como Camerón.

-¿A qué se debe tu visita? -dijo mirándome con los ojos abiertos. No solía venir con Maddie por qué Camerón insistía en quedarse con ella.

-Sobre eso, tenemos que hablar. -dije con una sonrisa algo nerviosa. -Hija, ¿por qué no ves televisión? ¿Quieres ver Peppa? -pregunté con una bonita sonría hacía ella.

Ella asintió frenética. La deje sobre la cama y la acomode bien evitando que se cayera, encendí el televisor y ella se deleitó con la pequeña cerdita de la televisión.
Justin y yo salimos con cuidado de a habitación, apenas y la puerta se cerró, Justin me tomo entre sus brazos enrollando mis piernas en su cintura, sus labios impactaron sobre los míos fugazmente así como planto mi espalda contra la pared para poder profundizarse en mi boca.
Su lengua intervino y se alió con la mía haciendo una pequeña batalla húmeda.

-¿Quieres que te diga? -dije separándome un ocio para tomar aire.

-Me gustaría hacerte gemir como la niña de papi que eres... Pero esto me interesa. -dijo corriendo hacia el sofá y acomodándose como niño pequeño.

-Ven. -dijo palmeando el sofá en donde quería que me sentara.

Camine con calma hasta ocupar ese lugar. Me senté a su lado y el tono mi mano depositando un suave beso sobre esta.

-Bien. Sobre el mensaje... Yo no lo envié. -dije mientras colocaba un mechón de cabello detrás de mi oreja.

-Pero, ¿quién más podría enviarlo desde TU teléfono? -dijo Justin riesgo nerviosamente.

Daddy's Little Princess (j.b) (h.s) Where stories live. Discover now